Fernández Manrique (II), García. ?, c. 1310 – IX.1362 post. Noble, ricohombre.
Noble y ricohombre castellano, hijo de Pedro Manrique (II) y de Teresa de Sotomayor. Al fallecer su progenitor, implicado en las intrigas políticas del reinado de Alfonso XI, su hijo quedó a cargo de Juan García Manrique, hermano de Pedro y tío de García Fernández Manrique (1323). Si su hermano Gómez Manrique tomó la carrera eclesiástica, que culminó con los arzobispados de Santiago y Toledo, García quedó bajo la custodia de su tío, mientras que su madre, Teresa, desposaba en segundas nupcias con Garci Lasso de la Vega, personaje de cierta relevancia política. Se incorporó a la Corte regia a principios de la década de 1330 y fue armado caballero por Alfonso XI, ingresando en la Orden de la Banda. En 1333 vio cómo su castillo de Avia era tomado por las tropas del rebelde Juan Núñez de Lara III, al que García, su tío y el soberano intentaron someter. La pacificación de este díscolo magnate fue tan sólo temporal y en 1336 fue necesario asediar su castillo de Lerma, asunto en el que también intervinieron los Manrique. Asimismo, García Fernández Manrique participó en las campañas andaluzas del Salado (1340), Algeciras (1343) y el sitio de Gibraltar (1350).
Fallecido Alfonso XI, su hijo Pedro se hizo con el trono y no tardó en dar muestras de su enérgica actitud.
En 1351 acabó con la vida de Garci Lasso de la Vega y acto seguido concedió el Adelantamiento mayor de Castilla a Juan García Manrique y la Merindad mayor a éste y a su sobrino García Fernández Manrique (II). Ambos oficios recayeron en el biografiado a la muerte de su tío (1353), aunque Pedro I se los arrebató a los pocos meses. El motivo fue su apoyo a Juan Alfonso de Alburquerque y su rechazo al repudio de la reina Blanca de Borbón, aunque su distanciamiento del Monarca fue tan sólo temporal. En noviembre de 1354 ya se hallaba de nuevo junto al éste y ostentaba su Adelantamiento mayor de Castilla, justo cuando más le necesitaba. Un año después, el noble debió renunciar al cargo, aunque no por enemistarse con el Rey, sino como resultado de las negociaciones con los magnates rebeldes, pues recibió a cambio la tenencia de Algeciras, plaza de gran importancia estratégica.
No fue éste el único premio a su fidelidad, pues poco después de 1360 recuperó el Adelantamiento de Castilla e incrementó sus ocupaciones con la alferecía del infante don Alfonso, según dejó constar en su testamento. Falleció a fines de 1362 o principios de 1363, probablemente en la campaña que efectuaron los castellanos contra los aragoneses, en la que había tomado parte.
Había desposado en dos ocasiones, en ambos casos con damas de un escalafón social similar y relacionadas con individuos de cierta implicación en la política castellana. De la primera, Urraca de Leiva, tuvo a Pedro, Gómez y Juan García Manrique; de su segunda mujer, Teresa Vázquez de Toledo, tuvo a García Fernández Manrique (III), Rodrigo Manrique, Diego Gómez Manrique y Teresa Manrique. A todos ellos dejó un extenso y disperso patrimonio repartido por la Castilla Vieja, fundamentalmente en el territorio de la actual provincia de Burgos, donde el magnate poseía, aparte de amplias behetrías, el señorío de Amusco, heredado de sus antecesores y en cuya iglesia decidió ser sepultado.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; C. Rosell (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1875; S. de Moxó y Ortiz de Villajos, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva”, en Cuadernos de Historia, 3 (1969), págs. 1-210; “La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia de España, 6 (1975), págs. 187-326; G. Martínez Díez, El monasterio de Fresdeval, el castillo de Sotopalacios y la merindad y valle del Ubierna, Burgos, Caja de Burgos, 1997.
Antonio Sánchez de Mora