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María Alfonso Cervatos

Biografía

Alfonso Cervatos, María. Señora de Fuentearmegil (VIII). Toledo, p. m. s. xiv – c. 1378. Noble.

Doncella nacida en el antiguo linaje toledano de los Cervatos, cuyo origen se remonta al siglo xii, cuando Nuño Alfonso, alcaide del castillo de Mora, edifica la fortaleza de Cervatos, lugar próximo a Toledo. Sus padres fueron Gonzalo Alfonso Cervatos, caballero de la Orden de Calatrava, y Sancha Díaz, hija del alcalde de Toledo Diego Alfonso. Este matrimonio aumentó los bienes heredados por ambos, consistentes en propiedades rústicas y urbanas y en la explotación de salinas, con numerosas adquisiciones gananciales que posibilitaron a sus hijos un alto nivel de vida y encumbrar su linaje por medio de uniones matrimoniales.

María Alfonso Cervatos casó, en 1327, con el noble soriano Juan González, señor jurisdiccional de Fuentearmegil, Rejas y Hontoria (Soria), que aportó al matrimonio el mayorazgo que había heredado de sus padres, Gonzalo Díaz y María Fernández Roy de Amaya, que era uno de los más antiguos del reino de Castilla.

Ella contribuyó con su dote de las casas del linaje en San Román y los bienes que la familia tenía en Chueca.

Enviudó muy pronto, porque su marido murió en 1330, durante las campañas victoriosas que el rey Alfonso XI emprendió contra el rey de Granada, en las que se conquistaron las fortalezas de Teba, Cuevas y Ortejícar. De su matrimonio tuvo una sola hija. Alfonso XI recompensó su viudedad con una renta de 4.500 maravedíes sobre las rentas reales de la judería de Toledo y sobre las tercias del Arzobispado toledano.

Inmediatamente tuvo problemas con el señorío de Fuentearmegil, debido a la lejanía del lugar con respecto a su residencia toledana, pues fue ocupado por la fuerza, en una demostración de malfetría feudal, por vasallos del infante Juan Manuel. Incapaz de recuperar la tenencia del lugar, pidió amparo a Alfonso XI, en 1331, consiguiendo la devolución del señorío, que fue dado como dote a su hija Beatriz, para su boda con Lope Rodríguez de Quijada, en 1339. Al fallecer ambos sin descendencia, el mayorazgo revirtió a la corona en 1353.

No volvió a casarse, dedicándose a gestionar su patrimonio familiar. Aumentó sus bienes con la adquisición de heredamientos y propiedades en Cuerva, Pedrosilla, Olías, Aventurada y Siedma, lugares próximos a Toledo, además de casas y tiendas en la ciudad y en Illescas. Todo ello lo explotaba por medio de arriendos y censos que le reportaban cuantiosos beneficios.

Por influencia de su sobrina Sancha, monja profesa en el convento de San Clemente el Real de Toledo, decidió pasar sus últimos días en ese monasterio. Entró a formar parte de la comunidad en 1375, año en que dona a su hermano Gudiel Alfonso Cervatos todas sus propiedades de Cuerva, para crear un mayorazgo que legará a sus sucesores. Murió y recibió sepultura en dicho convento en 1378.

 

Fuentes y bibl.: Real Academia de la Historia, Colección Salazar y Castro, O-6, fols. 30, 31, 37, 90, 91, 125, 132 y 133; Archivo de San Clemente el Real de Toledo, carpeta 2, n.os 8 y 13; carpeta 10, n.º 15; carpeta 11, n.os 2 y 16; carpeta 12, n.º 15; carpeta 13, n.º 19; carpeta 15, n.os 8 y 20; carpeta 16, n.os 6, 12 y 20; carpeta 18, n.º 3; carpeta 20, n.os 5 y 15; carpeta 21, n.º 1.

 

P. Salazar de Mendoza, Origen de las dignidades seglares de Castilla y León, Madrid, Benito Cano, 1794, págs. 80-81 y 99 (ed. facs., Valladolid, Maxtor, 2004); R. Izquierdo Benito, Privilegios reales otorgados a Toledo durante la Edad Media (1101-1494), Toledo, Diputación Provincial, 1990, pág. 187; J. Sánchez-Arcilla Bernal, Alfonso XI, Palencia, Diputación Provincial, 1995, pág. 162; B. Martínez Cabiró, “El linaje toledano de los Cervatos”, en Toletum. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 25 (1996), págs. 221-242; P. Molenat, Campagnes et Monts de Tolède du xiie au xv siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1997, pág. 166.

 

Pilar Morollón Hernández