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Baltasar de Céspedes

Biografía

Céspedes, Baltasar de. Granada, 1550-1570 – Salamanca, 3.III.1615. Filólogo humanista y catedrático de Griego de la Universidad de Salamanca.

Nació en Granada en fecha desconocida, aproximadamente entre 1550 y 1570. Realizó sus estudios en la misma Granada y en Valencia, si bien fue en la Universidad de Salamanca donde desarrolló su actividad intelectual y docente y donde transcurrió el resto de su vida. En otoño de 1583 comenzó a impartir clases como profesor de Retórica y lector de discursos ciceronianos, siendo nombrado ese mismo año superintendente de un colegio de Gramática de nueva creación. Pasados unos años, y tras abandonar y regresar por dos veces a la Universidad de Salamanca, obtuvo una cátedra de Prima de Gramática en 1596.

Asimismo, ocupa un partido de Retórica, pero no fue el sucesor del Brocense en la cátedra de Retórica que éste dejó vacante cuando se jubiló en 1593.

Desde el 2 de enero de 1587, Céspedes estaba casado con Antonia del Peso, una hija del Brocense, y ayudaba a su suegro en el desempeño del oficio de examinador. Muerto el de Brozas, solicitan tal oficio el maestro Pérez Ortiz y el maestro Céspedes, cargo que obtiene este último por 38 votos contra 20 en el claustro pleno de 15 de enero de 1601.

En el claustro pleno de 5 de febrero de 1609 se trata de la provisión de la cátedra de mayores de Griego que había dejado vacante el doctor Bartolomé Sánchez y el rector de la Universidad salmantina manifiesta que la persona más adecuada para regentar este partido de Griego es el maestro Baltasar de Céspedes, haciendo de él un encendido elogio y afirmando que es un gran helenista y un buen docente que se gana fácilmente a los alumnos. Tras este discurso panegírico, propone el rector a los claustrales que se le conceda a Céspedes esta cátedra, dotada con 25.000 maravedís anuales de sueldo, con otros 25.000 de aumento salarial. Céspedes respondió con otro discurso dirigido al claustro, manifestando que efectivamente hacía ya tiempo que profesaba la lengua griega y que, si el rector y otros claustrales le pedían que regentara el partido de griego, así lo haría mirando por el provecho general de la Universidad. Previa votación de los claustrales, la Universidad acordó por unanimidad la provisión del partido de Griego en la persona de Céspedes con una dotación de 50.000 maravedís anuales y con la obligación por parte del elegido de impartir una hora diaria de lectura. Se designó también en ese mismo claustro la comisión que había de ocuparse de los trámites necesarios para pedir al Rey la confirmación de dicho aumento de sueldo. El acta de este claustro lleva la fecha de 20 de febrero de 1609 y va seguida de la toma de posesión. En el claustro pleno de 4 de marzo de 1609 se leyó la Cédula Real en la que Felipe III autorizaba a la Universidad el mencionado aumento de 25.000 maravedís anuales al Maestro Céspedes durante todos los años de su vida, mientras que estuviera al frente de tal partido de griego.

Fue Baltasar de Céspedes uno de los catedráticos de mayor prestigio de la Universidad salmantina, pues su nombre aparece frecuentemente en las actas de claustros por distintos motivos: bien se le nombra comisario para representar a la Universidad, bien se le encarga la redacción de cartas, bien se le consulta sobre la solución adecuada de determinados problemas.

Fue autor de diversas obras que ilustran la intensa labor docente que desempeñó al frente de sus dos cátedras.

Las cuestiones que aborda en estas obras son básicamente de índole retórica, poética y gramatical, en consonancia con las disciplinas que enseña. Casi todas han permanecido inéditas hasta fechas recientes.

Asimismo se le atribuyen otras dos obras: una edición comentada de los Epigramas de Marcial y un libro titulado Pentecontarchon que, aunque aparece publicado bajo el nombre de Lorenzo Ramírez de Prado, hay quien atribuye su paternidad a Céspedes e incluso al Brocense.

Su obra más conocida fue, sin duda, el Discurso de las letras humanas llamado El Humanista (1600), donde traza la figura del humanista desde una doble perspectiva: primero lo aborda desde un plano ideal, con resabios platónicos y ciceronianos; y luego trata del humanista real, que se corresponde con lo que actualmente se entiende por filólogo. El humanista, en su concepción, debe ser ante todo un filólogo cristiano, pero sin inmiscuirse en asuntos teológicos.

Debe tener pleno dominio de todas las artes liberales, pero especialmente de las disciplinas lingüísticas y literarias, pues sus dos cometidos principales son el comentario y la traducción de las obras de autores clásicos y contemporáneos. La prédica de Céspedes se centra en la pura filología, rechazando las interpretaciones alegóricas y la exhibición erudita. Acepta con toda naturalidad las lenguas vulgares y las traducciones al vernáculo; prueba de ello es que el propio Céspedes escribe ya sus obras en castellano y no en latín.

Céspedes continuó desempeñando sus dos cátedras hasta la misma fecha de su muerte, el 3 de marzo de 1615. Su viuda, entonces, quedó sumida en la indigencia y con muchos hijos a su cargo; por ello, se dirigió a la Universidad en demanda de ayuda económica, como recoge el acta del claustro de 5 de mayo de 1615. Solicitaba que se compadecieran de ella y la socorrieran en compensación por los buenos servicios que a esta Universidad prestaron su marido, Baltasar de Céspedes, y su propio padre, el Brocense, catedrático que fue de Retórica y Griego. Se acordó entonces la asignación anual de 60.000 maravedís a Antonia del Peso para el sustento propio y el de sus hijos. Algunos años después el claustro tuvo noticias de que la viuda de Céspedes, junto con una de sus hijas, había ingresado en un convento y que era éste el que percibía la asignación. Tras el intento por parte de algunos catedráticos de que se le retirara tal renta, el claustro decidió que todo siguiera como hasta entonces.

 

Obras de ~: Discurso de las letras humanas llamado El Humanista, 1600. (ed. por vez primera por Santos Díez González en Madrid, Antonio Fernández, 1784; G. de Andrés, El maestro Baltasar de Céspedes, humanista salmantino, y su ‘Discurso de las letras humanas’. Estudio biográfico y edición crítica, Madrid-El Escorial, Biblioteca la Ciudad de Dios, 1965); Arte de Gramática; Tratado de los Elementos; Arte de Retórica (en dos versiones diferentes, se conservan manuscritas, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid); Relación de las Honras que hizo la Universidad de Salamanca a la Reyna Doña Margarita, Salamanca, impresso por Francisco de Cea Tesa, 1611; Instrucción para la enseñanza de la Gramática; Dos Memoriales destinados al Consejo Real.

 

Bibl.: G. Espino Gutiérrez, “El Maestro Baltasar de Céspedes.

Un humanista español”, en Revista de Filología Española, XXVI (1942), págs. 249-281; G. de Andrés, El maestro Baltasar de Céspedes, humanista salmantino, y su ‘Discurso de las letras humanas’. Estudio biográfico y edición crítica, Madrid- El Escorial, Biblioteca la Ciudad de Dios, 1965; N. Martín, “La poética del humanista granadino Baltasar de Céspedes”, en Revista de Literatura, XXIX, n.os 57-58 (enero-junio de 1966), págs. 123-219; J. Rico Verdú, La retórica española de los siglos xvi y xvii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1973; E. de Andrés, Helenistas españoles del siglo xvii, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1988; M. Comellas Aguerrizábal, El Humanista (En torno al ‘Discurso de las letras humanas’ de Baltasar de Céspedes), Sevilla, Universidad, 1995; C. de Miguel Mora, “La estética horaciana en la Poética de Baltasar de Céspedes”, en E. Sánchez Salor, L. Merino Jerez y S. López Moreda (eds.), La recepción de las artes clásicas en el siglo xvi, Cáceres, Universidad de Extremadura, 1996, págs. 485-496; M. Mañas Núñez, “El humanista ideal según Baltasar de Céspedes”, en A. M. Aldama, M. F. del Barrio y A. Espigares (eds.), Noua et uetera: Nuevos horizontes de la filología latina, vol. II, Madrid, Sociedad de Estudios Latinos, 2002, págs. 1027-1038.

 

Manuel Mañas Núñez

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