León Zárate, Cándida Consuelo de. Navaridas (Álava), 6.X.1872 – Madrid, 5.VII.1954. Escolapia (SChP), educadora, superiora provincial y asistenta general.
Sus padres fueron Manuel de León, militar e hijo de militar, y Gregoria Zárate, hija de Félix Zárate, abogado, con residencia en San Sebastián. Cándida Consuelo nació en la casa solariega de su abuela materna en Navaridas, porque Manuel de León luchaba en la Guerra Carlista, en las filas del ejército realista.
En los años de su infancia, siguiendo las campañas militares de su padre y sus destinos, como teniente y capitán de carabineros en las comandancias de Guipúzcoa, Pamplona y Málaga, residió en Navaridas, San Sebastián, Bilbao, Pamplona y Vitoria. Desde niña, pues, conoció y vivió los peligros de la guerra y los cambios frecuentes de residencia. Su familia era cristiana, acomodada y culta, los tres hijos fueron educados en los principios cristianos y recibieron una instrucción esmerada. En 1885 se trasladaron a vivir a Pamplona, y el 3 de abril de 1886, murió inesperadamente su madre, cuando Cándida iba a ingresar en la Normal de Pamplona. La nueva situación del hogar cambió los planes, y Cándida, a los catorce años, fue enviada a Vitoria, en cuya Normal estudió los dos primeros cursos de magisterio (1886-1888). El tercero, 1888-1889, pasó a Pamplona, y allí obtuvo el título de maestra superiora con la calificación de sobresaliente.
El 16 de julio de 1889, falleció su padre, y ella, la mayor, quedó al frente de sus dos hermanos, bajo la custodia de un tutor. De 1889 a 1894, ejerció el magisterio en Pamplona, Olagüe, Osacar y Tafalla.
En Tafalla conoció al padre Federico Vicente, escolapio, buen pedagogo, que pronto descubrió su vocación educadora, y la encaminó a las escolapias. En 1894 ingresó en el noviciado de Carabanchel (Madrid).
Tomó el hábito el 21 de noviembre de 1894 y profesó el 21 de noviembre de 1896.
Su primer destino fue la casa de Carabanchel. Allí de 1896 a 1899, en sus tres años de docencia, fue un modelo de educadora por la claridad en la explicación de las materias y su sencillez y cercanía en el trato con las alumnas. Su máximo empeñó lo puso en la formación integral de las alumnas de magisterio. El 10 de octubre de 1899, llegó destinada a la fundación de Cabra (Córdoba). En los siete años de educadora en la ciudad, formó jóvenes instruidas y responsables de su dignidad cristiana. Querida y valorada, su figura fue añorada durante muchos años por los egabrenses.
El 22 de septiembre de 1906, volvió a Carabanchel para encargarse de las clases de las novicias. Del 6 de enero de 1908 hasta el 1913, fue maestra de novicias.
Madre Cándida, dotada de cualidades educativas, no lo fue menos como formadora, y las muchas escolapias, que fueron sus novicias, recordaron su testimonio de vida escolapia, sus exhortativas y profundas charlas de formación y sus dotes de gobierno. Del 15 de octubre de 1913 al 13 de septiembre de 1919, estuvo de superiora en Carabanchel y segunda asistenta provincial. En 1919 fue nombrada primera asistenta provincial, y en nombre de la provincial, pasó la visita a las casas de Cuba (5 de febrero-15 de mayo de 1920). Estos años participó en el estudio y preparación de las Constituciones del Instituto. De 1919 a 1932, además de primera asistenta provincial, era superiora de Carabanchel (1922-1929), y del colegio de Madrid (1929-1932). En el Capítulo General de 1932, fue elegida superiora provincial de Castilla, reelegida en 1935 y en 1941, continuó en el cargo hasta agosto de 1947. Provincialato difícil, estuvo marcado por la Guerra Civil: 1936-1939. Madre Cándida estuvo presa y fue objeto de muchos atropellos, lo mismo que varias religiosas escolapias. Madre María de la Yglesia, superiora de Madrid, murió mártir (19 septiembre de 1936). La prudencia y entrega de madre Cándida esos tres años fue ejemplar. Superadas las dificultades de la posguerra, supo dirigir el resurgir de numerosas vocaciones, y nuevos empeños educativos en la provincia. En el Capítulo de 1947, la eligieron primera asistenta general, y hasta 1953 residió en Barcelona. En 1953, liberada de todo cargo, y con una salud deteriorada, volvió a Madrid. Falleció, al año siguiente, a los ochenta y un años.
Obras de ~: Crónica desde 1933 a finales de 1939, Madrid, 1939, Datos relativos a nuestra querida Mártir, madre María de la Iglesia, s. l., s. f.; Biografía de madre María de la Iglesia, s. l., s. f. (todas en Positio super Martyrio, Mariae Baldillou, et VII Sociarum, Roma, 1991, págs. 913-967, págs. 971-974 y págs. 980-1000, respect.).
Bibl.: Necrología de madre Cándida de León de la Virgen del Carmen (ciclostil), Barcelona, 1954; E. Hinojosa, “Provincialato de madre Cándida de León de la Virgen del Carmen”, en Escolapias, Datos para nuestra historia, Zaragoza, El Noticiero, 1971, págs. 327-328, 336, 350, 357 y 375; Positio super [...], op. cit., pág. 1489.
María Luisa Labarta Araguás, SChP
