Anasagasti Algán, Teodoro de. Bermeo (Vizcaya), 7.V.1880 – Madrid, 21.VIII.1938. Arquitecto, dibujante, viajero y profesor.
De origen humilde, nace en una pequeña población dominada por el mar, siendo el tercero de cuatro hermanos a los que siempre estuvo muy unido. Llega a Madrid a la edad de dieciséis años para cursar sus estudios de Arquitectura en el antiguo Colegio Imperial; paralelamente, asiste a clases de dibujo y pintura de la mano del pintor burgalés Marceliano Santa María, naciendo una íntima relación entre ambos, ya que tanto la figura del maestro como sus enseñanzas fueron fundamentales en la actividad del arquitecto a lo largo de su vida.
Durante los diez años que duran sus estudios, Anasagasti forma un gran sentido crítico por todo lo que ve y vive, le interesa todo lo nuevo y busca intensamente la mejora de las cosas, desde una postura activa, luchadora, inquieta y comprometida.
Recién titulado (1906), vuelve a su pequeña ciudad natal para comenzar el ejercicio de su profesión. Se presenta a un concurso, realiza unas discretas obras en calidad de arquitecto municipal y diseña unos proyectos nunca construidos en la ciudad de Bermeo.
Pero tres años le son suficientes para entender que el mundo es mucho más amplio que su pueblo natal y decide continuar con su aprendizaje y con la búsqueda de su verdadera identidad, gracias a la obtención de la beca de la Academia Española en Roma (1909).
Cinco años (1910-1914) durará esta segunda etapa de reflexión y formación en el extranjero recorriendo Europa, siendo Italia y, más concretamente, Roma sede principal. Actividad de viajero que no abandonará nunca, contemplando, reflexionando, visitando, aprendiendo tanto del pasado como de las propuestas más actuales, trabajando intensamente, ya que el artista fue un trabajador infatigable y, como se ve a través de sus escritos, apuntes, grabados, y sus importantes proyectos académicos o envíos, todos ellos espléndidamente dibujados en acuarelas de gran formato, que le sirvieron para obtener la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1910), la medalla de oro en el IX Congreso Internacional de Arquitectos en Roma (1911), la segunda medalla en el X Congreso de Arquitectos celebrado en Leipzig (1913), o su nombramiento como vicepresidente de la Asociación Italo-española con sede en Roma, y caballero de la Corona de Italia. También realiza proyectos de monumentos de encargo, de concursos y desarrolla el proyecto comenzado en Bermeo del Panteón Erezuma. Son estos años el período más brillante de su carrera, el más premiado y, sobre todo, sin lugar a dudas, el más personal, temperamental y libre.
En los albores de la Primera Guerra Mundial, Anasagasti vuelve definitivamente a Madrid, y a los pocos meses, en diciembre de 1915, a la edad de treinta y cinco años, contrae matrimonio con María Dolores López-Sallaberry, entrando a formar parte de la burguesía monárquica madrileña, lo que le supuso un gran salto en su trayectoria personal, no así en lo profesional.
Al contrario, las lógicas obligaciones de la formación de una familia y de tener un suegro arquitecto de gran poder, representante del eclecticismohistoricismo más evidente y ejemplar de la época, hacen que su aterrizaje a la realidad y sus proyectos firmados desde el estudio de Sallaberry se alejen estrepitosamente de los postulados e ideales expresados con evidente claridad y rotundidad por Anasagasti, tanto en sus escritos como en sus proyectos, doble actividad que siempre supo alternar junto con la de profesor.
Desde su vuelta, comienza a dar clases en la Escuela de Arquitectura. No abandonará nunca su actividad docente, subiendo escalafones hasta acceder en 1933 a la cátedra de Proyectos Arquitectónicos. De igual modo, participa vehemente en la transformación de los planes de estudio para modernizarles y actualizarlos, siguiendo los modelos que había conocido en Centroeuropa, donde, como es bien sabido, se vivía una revolución artística, intelectual y social.
Es también en el año 1915 cuando vuelve por última vez a su admirada Alemania. Viajar es una actividad frecuente en la vida del arquitecto, tanto por Europa como en sus recorridos por España, ya que en sus momentos de mayor producción arquitectónica sus obras se reparten entre Asturias, Vizcaya y Andalucía, partiendo de Madrid como centro neurálgico.
Al mismo tiempo que viaja, dibuja. Gracias a su dominio del dibujo, ha legado una importante y numerosa obra gráfica relacionada con sus viajes. Apuntes sintéticos y analíticos, tintas a pincel, acuarelas combinadas con lápiz de color y una cuantiosa colección de grabados y litografías.
Durante la primera época de su actividad en Madrid, sigue presentándose a concursos y recibiendo premios en exposiciones nacionales e internacionales.
Aunque su verdadera actividad arquitectónica, exceptuando sus inicios en Bermeo y el Panteón Erezuma, como hilo conductor a lo largo de su carrera, comienza en 1918 y prácticamente termina en 1931.
Es en torno a la década conocida como “los felices años veinte” cuando Anasagasti tiene una intensa actividad arquitectónica, proyectual y constructiva. Le gustan la obra y la construcción, desde los pequeños detalles hasta la técnica del hormigón armado aprendida en Europa y que enseña e introduce en Madrid.
Por esta razón, no es extraño encontrarle trabajando en colaboración con otros autores o dirigiendo obras que no había proyectado él.
Desde su estudio surge una variada y numerosa obra, de la que la más representativa y construida es la relacionada con el mundo del espectáculo: cines, teatros y salas de baile, pues gracias a su relación con Carlos Viñas Sagarra, dueño de la empresa Sagarra, recibe el primer encargo importante en Madrid, consistente en el proyecto y la construcción del Real Cinema. A partir de estos momentos, disfruta de la posibilidad de desarrollar la tipología de esta nueva arquitectura y la técnica del hormigón armado que, por su característica de soportar grandes luces, la hace muy apropiada para este tipo de salas.
Paralelamente, y siguiendo la tendencia constructiva de todo el país, surge toda suerte de encargos en lugares dispares de nuestra geografía. Entre ellos cabe destacar las obras de la casa-estudio en el carmen de Granada del aristócrata, coleccionista, viajero y pintor José María Rodríguez Acosta. El espléndido edificio ya estaba comenzado y tampoco lo terminó, pero los dos años en que estuvo trabajando sirvieron para dejar su impronta personal y una expresiva muestra de los principios estéticos que Anasagasti postuló.
Así se llega al año de 1927, momento en el que logra su punto álgido en cuanto a prestigio y actividad.
Por un lado, es nombrado jefe de redacción de la revista Arquitectura y se implica en su segundo libro, titulado Ironía de las construcciones, que junto con Enseñanza de la Arquitectura. Cultura moderna técnicoartística, publicado cuatro años antes, y el de Hundimientos.
Grandes estafas de la construcción, cuatro años después, suponen una clara trilogía de las inquietudes y compromisos que Anasagasti adquirió con la sociedad.
Es nombrado presidente de la junta directiva de la Sociedad Central de Arquitectos y, lo que será más importante, como reconocimiento a su labor intelectual, es elegido académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. También es un año de viajes, exposiciones y congresos. Y por fin, a la edad de cuarenta y siete años, con cinco hijos, académico, catedrático, profesional de reconocido prestigio que incluso es reclamado para discernir sobre el futuro político del país, proyecta y construye su propia casaestudio en el privilegiado y novedoso paseo de Rosales de Madrid.
Los próximos dos años los pasará principalmente ocupado con las direcciones de obra de los proyectos comenzados y preparando su participación en el Concurso Internacional del Faro de Colón y la Exposición Universal de Barcelona de 1929. La década de los treinta se estrena con gran entusiasmo por la mayoría; sin embargo, pasados los primeros momentos de optimismo, el ambiente se va tornando hosco, dando lugar a un período de freno. A partir de estos momentos, empiezan a escasear los encargos importantes y su vida personal se complica y dramatiza.
En el año 1931, retoma la relación con el que fue su primer cliente y su primer encargo en sus tiempos de Bermeo. Se trata de las obras de decoración de la única obra funeraria construida y que se acerca tanto a los principios formales y estéticos de sus más afamados y premiados Proyectos Ideales de su época de becario, el Panteón Erezuma. Además, funda y edita ANTA desde su casa-estudio, el primer periódico decenal de arquitectura que ha existido hasta nuestros días, del que sacaría a la luz hasta dieciséis números, del 1 de enero al 1 de junio de 1932.
Al año siguiente, es nombrado director de La construcción moderna. Esta revista era la de mayor tradición en el ámbito de la arquitectura española y supuso su principal plataforma de opinión desde sus inicios profesionales. Innumerables son los artículos que aparecen en ella a lo largo de la carrera de Teodoro Anasagasti, hasta que dos años más tarde abandona dicho cargo. El arquitecto llega a sus cincuenta y cinco años marcado por el desencanto en su vida personal y profesional.
Las direcciones de obras importantes se terminan y los nuevos encargos prácticamente se paralizan: la tristeza y la impotencia invaden su espíritu. Al estallar la Guerra Civil, fiel a su compromiso con la sociedad, acepta el cargo de jefe de sección de las Brigadas de Desescombros del Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid. Esto se traduce en constantes visitas a los lugares damnificados por los bombardeos, la protección de los monumentos y el montaje de los apeos de los edificios dañados. Todo ello ayudado por las fotografías que toma con esa cámara que le acompañó a sus viajes desde joven, y que en estos momentos le sirvió no sólo para el análisis y diagnóstico arquitectónico, sino también como documento de denuncia. En este sentido, los dibujos de tinta china a pincel se convierten en una desgarrada crítica de los desastres de la guerra.
Defendió Madrid difundiendo la realidad de la grave agresión a la ciudad. Fue a Barcelona, su último viaje, donde leyó una serie de conferencias en el Ateneo que describían la resistencia de la capital. Escribió artículos en la prensa (El Sol, Solidaridad Obrera), dio charlas en la radio y en última entrega, su casa-estudio de Rosales desapareció en el horror del frente.
Teodoro Anasagasti murió en Madrid el 21 de agosto de 1938.
Obras de ~: Concurso para la Catedral Nueva, Vitoria, 1906; Viviendas en la calle de Santa Clara, Bermeo, 1906; Proyecto de Ensanche de las calles Aurrecoechea y Areliza, Bermeo, 1906; Casa de pisos en la calle Francisco Ucelay, Bermeo, 1907; Reforma de la iglesia de Santa María y construcción de su salón parroquia, Bermeo, 1907; Vivienda de Marcelina Hormaza en la calle Ercilla, Bermeo, 1908; Colegio de San José, Bermeo, 1908; Proyecto para un Congreso de Diputados, Madrid, 1909; Sanatorio y Asilo de niños pobres y huérfanos, Bermeo, 1909; Proyecto de Cementerio Ideal, Roma, 1910; Proyecto de monumento funerario a un guerrero, Roma, 1910; Proyecto de Villa del César, Roma, 1911; Proyecto de Templo del Dolor, Roma, 1911; Proyecto de restauración de los templos Fortuna Viril y Mater Matuta, Roma, 1911; Concurso de monumento a las Cortes de Cádiz, Roma, 1911; Proyecto de monumento a la reina María Cristina en San Sebastián, Roma, 1913; Proyecto de ejecución del panteón Erezuma en Mundaca, Roma, 1913; Proyecto de torremonumento en el monte Urgull de San Sebastián, Roma, 1914; Concurso del monumento a Cervantes, Madrid, 1915; Concurso de la Casa de Correos, Málaga, 1916; Concurso para la ampliación del Monte de Piedad, Madrid, 1917; Concurso de un instituto, Albacete, 1917; Proyecto de los Almacenes Generales de Depósito, Madrid, 1917; Edificio de viviendas en la calle Fuencarral 107, Madrid, 1917; Obras de ampliación del cementerio de Mendiluce, Bermeo, 1917; Proyecto de reforma del teatro Martín, Madrid, 1918; Proyecto y ejecución del Real Cinema, Madrid, 1918; Concurso de la Casa de Correos, Vitoria, 1919; Proyecto para un parque municipal de recreo, Mieres, 1919; Casa Power, Málaga, 1919; Proyecto de reforma del teatro Príncipe Alfonso, Madrid, 1919; Casa Francisco Biote, Málaga, 1920; Proyecto y ejecución de Casas Baratas, Mieres (Asturias), 1920; Dirección de obras de los almacenes Madrid-París, Madrid, 1920; Teatro Fontalba en la Gran Vía, Madrid, 1920; Monumento funerario Arrótegui, Busturia (Vizcaya), 1920; Proyecto y dirección de obras del carmen casa-estudio Rodríguez Acosta, Granada, 1921; Camarín para la Virgen en el santuario de la Antigua, Orduña (Vizcaya), 1922; Proyecto de cine, Sestao (Vizcaya), 1922; Edificio de viviendas Conde Godó en la Gran Vía, Madrid, 1922; Casa Vigil, Mieres (Asturias), 1922; Proyecto y ejecución del Monumental Cinema, Madrid, 1922; Edificio de viviendas María Monasterio en la Gran Vía, Madrid, 1923; Proyecto y ejecución del cine Chueca o Cisne, Madrid, 1923; Proyecto de reforma del teatro Novedades, Madrid, 1923; Proyecto y ejecución de la iglesia anglicana de San Jorge, Madrid, 1924; Proyecto y ejecución de obras del teatro Pavón, Madrid, 1924; Reforma del teatro Fuencarral, Madrid, 1924; Concurso para el edificio de la Compañía Adriática de Seguros, Madrid, 1925; Proyecto de la sala de baile Palestra, Madrid, 1925; Proyecto y ejecución del cuerpo de fachada al paseo de la Castellana de la sede Prensa española, Madrid, 1926; Proyecto del ensanche de Oviedo, Oviedo, 1926; Obras de reforma en el Alcázar de Jerez, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1926; Proyecto y ejecución del Teatro Villamarta, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1926; Casa de Luis de la Calle, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1927; Casino la Gran Peña, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1927; Viviendas en la calle Cancilleria esquina Mendoza, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1927; Casa-estudio en el paseo del Pintor Rosales, Madrid, 1927; Concurso del Faro de Colón, Santo Domingo, 1928; Proyecto de Venta, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1928; Viviendas R. Mayo, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1928; Ampliación de la plaza Romero Martínez, Jerez de la Frontera (Cádiz), 1928; Obras en la Capilla Real de Granada, Granada, 1928; Pabellón de exposición para Cementos Hispania Kerament, Barcelona, 1929; Proyecto de Panteón para los Padres Capuchinos de Santa Rita, Madrid, 1929; Viviendas en la calle Fray Luis de León 12, Madrid, 1929; Viviendas en la calle Alonso Cano 51, Madrid, 1929; Proyecto y ejecución de dos ciudades jardín en los barrios de Anaka y Lápice, Irún (Guipúzcoa), 1929; Dirección de obras en la ampliación de la sede de Prensa Española en el paseo de la Castellana, Madrid, 1930; Proyecto de viviendas para el marqués de Olaso en el paseo de la Castellana, Madrid, 1930; Viviendas en la calle Amaniel, Madrid, 1930; Obras de decoración del panteón Erezuma, Mundaca (Vizcaya), 1931; Ejecución del cine en el edificio Madrid- París, Madrid, 1933; Casa Erezuma, Madrid, 1934; Proyecto de cine Gong, Madrid, 1935; Casa de María Zofío, Madrid, 1935; Viviendas en la calle Vallehermoso, Madrid, 1935.
Escritos: 139 artículos en La Construcción Moderna, 1907- 1936; “Notas de viaje: Wald Friedhol” y “Desde Roma; El congreso Internacional de Arquitectos y sus afines”, en Arquitectura y Construcción (AC), t. XVIII (1910), págs. 30-34 y 113-115, respect.; “IX Congreso Internacional de Arquitectos en Roma; resumen de las sesiones”, en AC, t. IX (1911), págs. 322-327; “Los almacenes Lafayette de París”, “Las modernas casas baratas” y “Proyecto del Monumento Asilo a su Magestad la Reina doña María Cristina”, en AC, t. XI (1913), págs. 74-82, 106-112 y 218-222, respect.; “El arte en las construcciones industriales” y “Notas de viaje: así se enseña en Múnich y Viena”, en AC, t. XII (1914), págs. 150-155 y 222-234, respect.; “El Monumento a Cervantes”, en AC, t. XIII (1915), págs. 217-228; “El arquitecto moderno. La enseñanza de la arquitectura”, en Arquitectura, 5 (1918), págs. 174-175; “La restauración de los monumentos antiguos”, en Arquitectura, 8 (1918), págs. 229-223; “El concurso de anteproyectos para el edificio del Círculo de Bellas Artes de Madrid (Voto particular)”, en Arquitectura, 16 (1919), pág. 223; “Juan de Herrera. ¡Reivindiquemos su fama!”, en Arquitectura, 50 (1923), págs. 168-179; Enseñanza de la arquitectura. Cultura moderna técnico artística, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1923; “El arte moderno y la Exposición Internacional de Arte Decorativo”, en Arquitectura, 61 (1924), págs. 163-165; “Páginas sueltas”, en Arquitectura, 84 (1926), págs. 129-167; “La casa para este verano”, en Boletín de la Sociedad Central de Arquitectos, 246 (1927), págs. 4-5; Arquitectura popular. Discurso de D. Teodoro Anasagasti y contestación del Excmo. Sr. D. Marceliano Santa María [...], Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Tipografía de la Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, 1929; Hundimientos. Grandes estafas de la construcción, Madrid, M. Aguilar, 1931; El Futuro Madrid. Crítica del proyecto de extensión y extrarradio, Madrid, Editorial Ibérica, 1932; “Un cinematógrafo de actualidades en Madrid”, en Nuevas Formas, 7 (1935), págs. 368-371; “La construcción en 1935”, en ABC, 1936, págs. 67-68; Perspectiva artística. Trazados rápidos, esquemas directos, Barcelona, Labor, 1945; A. Ruiz de Arcaute, Juan de Herrera, arquitecto de Felipe II, pról. de ~, Madrid, Espasa Calpe, 1936; “La enseñanza de la arquitectura”, en Hogar y Arquitectura, 40 (1962), págs. 1-3.
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Carmen Blasco Rodríguez