Sáenz de Urturi y Crespo, Francisco. Arlucea (Álava), 3.I.1842 – Zarauz (Guipúzcoa), 13.XII.1903. Religioso franciscano (OFM), catedrático de Filosofía y Teología, obispo de Badajoz, arzobispo de Santiago de Cuba.
Nacido en la minúscula villa de Arlucea (en el siglo XX fusionada con Marquínez), ingresó muy joven en el Seminario Diocesano de Vitoria, aunque su villa natal pertenecía a la diócesis de Calahorra-La Calzada, y siendo aún seminarista de dieciocho años, buen estudiante de Humanidades y Filosofía, llamó, en 1860, a las puertas del convento Franciscano en Bermeo (Vizcaya), donde tomó el hábito de la Orden de los Frailes Menores Observantes. Una vez ordenado sacerdote, en 1866 y, dada su extraordinaria formación en Filosofía y en Teología, pasó a desempeñar seguidamente cátedras de las indicadas disciplinas en el convento de la Orden en Bermeo (Vizcaya) y más tarde en el de San Millán de la Cogolla (Logroño).
A consecuencia de los acontecimientos políticos de 1868, fue obligado a exclaustrarse y, como presbítero, fue nombrado párroco en la ciudad de Vitoria.
En la creencia de que no se iban a restaurar las órdenes religiosas en España, por mucho tiempo, y latiendo en su corazón la vocación franciscana, se trasladó a las misiones de la Orden en Bolivia en 1869, donde en 1874 se le ordenó por el general de la Orden una visita de inspección a todos los puestos misionales franciscanos de Bolivia. En aquel país sudamericano permaneció durante más de diez años, en tan oscura como fructífera actividad evangelizadora, hasta que, ya restablecidas las órdenes religiosas en España, regresó a España, instalándose en el Convento de Olite (Navarra). Allí investigó y publicó su libro Reseña histórico-biográfica de los venerables mártires de Damasco [...] (1888), un denso estudio que, remitido a la Real Academia de la Historia, le valió ser nombrado miembro correspondiente de dicha institución.
Pronto fue llamado por la Orden franciscana a Roma y, tiempo después, regresó a España con el cargo de vicecomisario general apostólico de su Orden, cargo que desempeñó hasta junio de 1891.
Conocido por su valía personal e intelectual fue propuesto para obispo de Badajoz (el n.º 78 de su lista histórica), y elegido para ello por el papa León XIII el 1 de junio de 1891. El 29 de septiembre de 1891, en la Catedral de Santa María, de Vitoria, fue consagrado obispo por monseñor Ángelo di Pietro, arzobispo titular de Nazianzus y nuncio apostólico en España, asistido por los obispos de Vitoria, monseñor Ramón Fernández Piérola y López de Luzuriaga, y de Lugo, el franciscano Gregorio María Aguirre y García.
Rigió la diócesis pacense por poco tiempo, ya que el 21 de mayo de 1894 fue promovido por el Papa para el cargo de arzobispo de Santiago de Cuba, participándoselo la Reina Regente por Real Orden de 13 de junio siguiente. Sáenz de Urturi se apresuró, cinco días después, a solicitar un puesto de senador que le correspondía por derecho propio.
Despedido de sus diocesanos y cruzado el Atlántico, tomó posesión de la histórica sede de Santiago de Cuba el 8 de noviembre de 1894, de lo que certificó el Cabildo metropolitano el 21 del mismo mes. Malos tiempos corrían para la actuación de un arzobispo español en Cuba, por la insurrección o Guerra de la Independencia, así llamada por los historiadores cubanos.
A pesar de que en su puesto arzobispal trató de no inmiscuirse en política, la terrible guerra declarada no consentía que pudiera mostrarse neutral. Y a pesar de que su labor fue ostensiblemente pastoral, después de ocurrir el desastre de 1898, se vio inevitablemente impelido a presentar al Sumo Pontífice la resignación de su cargo, lo que se le aceptó el 27 de abril de 1899, siendo el mismo día nombrado arzobispo titular de Bostro, una sede extinguida, como también el mismo día fue nombrado gobernador eclesiástico de la sede vacante un excelente canónigo suyo, Francisco de Paula Barnada y Aguilar, nacido en la misma ciudad de Santiago de Cuba el 24 de abril de 1835, quien muy poco después, el 2 de junio de 1899, accedió por nombramiento papal al arzobispado de su ciudad natal. El historiador cubano I. Testé (1969) dice de él: “Este gran franciscano, hombre de grandes conocimientos y de eximias virtudes, hubiera desempeñado un gran papel en su Arquidiócesis si le hubiera tocado vivir en otros tiempos, pero los hechos de nuestra última guerra, la de Independencia, había de sorprenderle con las iglesias convertidas en cuarteles y sus hijos dirimiendo una cuestión que había de terminar con nuestra separación del poder español”. Una comprensiva visión del drama del arzobispo Sáenz de Urturi.
Regresó a España el dimitido arzobispo y rechazó el arzobispado de Zaragoza, que estaba vacante y se le ofreció. Quiso terminar su vida como un simple fraile franciscano y se fue al convento de su Orden llamado de San Juan Bautista en Zarauz (Guipúzcoa), donde falleció el 13 de diciembre de 1903, a la edad de sesenta y un años.
Obras de ~: Reseña histórico-biográfica de los venerables mártires de Damasco Fr. Manuel Ruiz y compañeros, hijos de la religión seráfica, por el P. ~, San Sebastián, Imprenta de los PP. Franciscanos, 1888; Carta pastoral del [...] Obispo de Badajoz, Fray ~, al clero y fieles de su Diócesis, Badajoz, Tipografía y Encuadernación de La Industria de Uceda Hermanos, 1891; Carta pastoral del Excmo. é Iltmo. Sr. Arzobispo de Santiago de Cuba, Fray ~, al clero y fieles de su Atrchidiócesis, Santiago de Cuba, Tipografía de Manuel Morales y Huarte, 1897; Carta pastoral al clero y fieles de su archidiócesis del Arzobispo de Santiago de Cuba fray ~, Santiago de Cuba, Tipografía de Manuel Montes y Hernández, 1897 [es distinta de la anterior].
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, sig. HIS.04041-09.
R. Aubert (dir.), Dictionnaire d’Histoire et de Géographie Ecclesiastiques, vol. VI, Paris-VI, Librairie Letouze et Ané, 1932, col. 117; J. de Rújula y de Ochotorena y A. del Solar y Taboada, Heráldica episcopal pacense, Badajoz, Diputación Provincial, 1944, pág. 41; I. Testé, Historia Eclesiástica de Cuba, vol. I, Burgos, Tipografía de la Editorial El Monte Carmelo, 1969, págs. 163-164; P. Rubio, “Badajoz. Episcopologio”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, pág. 177; L. de Echevarría, Episcopologio Español Contemporáneo (1868-1985), Salamanca, Universidad, 1986, pág. 57; X. Lasalla, “Sáenz de Urturi Crespo, Francisco”, en Diccionario Enciclopédico Vasco, vol. XLII, San Sebastián, Auñamendi, Estornes Lasa Hnos., 1996, pág. 58; http:// www.catholic-hierarchy.org/bishop.html.
Fernando Rodríguez de la Torre
