Aguirre García, Gregorio María. Pola de Gordón (León), 12.III.1835 – Toledo, 9.X.1913. Franciscano (OFM), misionero, teólogo, senador, cardenal.
Nació en Pola de Gordón el 12 de marzo de 1835. Hizo sus estudios de Filosofía y Teología en el seminario de León. A los veintiún años, ingresó en la Orden franciscana, en el Colegio de Misioneros para Extremo Oriente, de Pastrana (Guadalajara), donde vistió el hábito el 24 de abril de 1856 y profesó al año siguiente. Recibió el presbiterado de manos del también franciscano cardenal Alameda y Brea, arzobispo de Toledo, en septiembre de 1859.
Dedicado totalmente a sus estudios y vida religiosa, hizo su rápida carrera en su Orden y en la Iglesia.
En 1861 fue nombrado lector de Filosofía. Al año siguiente pasó a Filipinas y presidió la IV Misión.
Durante la travesía por el cabo de Buena Esperanza explicó el último curso de Teología moral a los teólogos.
A los veintiún días de su arribo, reembarcó para España, donde continuó leyendo Teología hasta 1867, en que fue nombrado rector del Colegio de Consuegra, y más tarde de Pastrana, en 1870; de Almagro, en 1878, y de Puebla de Montalbán, en 1880. Fueron estos años cuando, tanto en Consuegra como en Pastrana, destacó por su caridad, pues salvó a pobres ciudadanos de la muerte, ante partidas carlistas que merodeaban por la comarca consaburense.
Sabedor el Gobierno de su actuación, doctrina y actuación pastoral fue presentado para obispo de Lugo y preconizado por León XIII en el Consistorio del 27 de marzo de 1885. El 21 de junio sucesivo recibió la consagración episcopal de manos del nuncio Mariano Rampolla en la iglesia de las Escuelas Pías, de Madrid, y en agosto del mismo año tomó posesión de la diócesis, donde desarrolló una fecunda tarea, pues visitó dos veces todas las parroquias, celebró concurso a curatos, hizo el arreglo parroquial, formó y publicó un nuevo arancel de derechos parroquiales y celebró el sínodo diocesano, cuyas Constituciones publicó en latín. Asimismo, tomó parte en la redacción del Concilio Provincial de Santiago y preparó la celebración del Congreso Eucarístico.
También dedicó largas horas al confesonario y a la predicación, a la que dedicaba todas las tardes de la Cuaresma y muchos domingos del año en los templos de la ciudad de Lugo.
En obras materiales su empuje fue también notable, pues levantó el nuevo seminario diocesano, consiguió el restablecimiento de la Orden franciscana en la ciudad, la instalación de las Hermanitas de los Pobres y planeó la creación de una industria para dar trabajo a sus diocesanos, que no pudo realizar por su traslado a Burgos, a cuya sede fue destinado el 18 de mayo de 1894. Tomó posesión de ella el 25 de agosto siguiente y, también como en Lugo, desplegó una gran actividad apostólica, visitando por dos veces todas las parroquias de su dilatada archidiócesis. Estableció la Universidad Pontificia con las tres Facultades de Filosofía, Teología y Derecho Canónico; erigió el nuevo Seminario de San José para jóvenes pobres; embelleció la catedral con la reforma del altar mayor, la restauración de la capilla del Condestable, el claustro y la artística vidriera del mismo.
En 1898 convocó y presidió el I Congreso Provincial de Burgos; tomó parte activa en la preparación y trabajos del V Congreso Católico Nacional, celebrado en 1899, y celebró Sínodo diocesano en septiembre de 1905. Hallándose la diócesis de Calahorra y La Calzada vacante por traslado del prelado Cascajares y Azara a Valladolid desde hacía ya ocho años, Aguirre fue nombrado administrador apostólico el 15 de diciembre de 1899 y la administró hasta el 7 de septiembre de 1909; el 2 de enero de 1900 hizo su entrada y tomó posesión.
Aquí abrió concurso a curatos en 1905, celebró sínodo diocesano en septiembre de 1905, adquirió y levantó multitud de casas rectorales, proveyó las parroquias vacantes, patrocinó la fundación de muchos Círculos Católicos y, con su ayuda económica y moral, dio vida a los de Logroño, Aldeanueva, Santo Domingo de la Calzada y Calahorra.
El papa san Pío X lo creó cardenal en el consistorio de 15 abril de 1907, asignándole el título de san Juan “ante Portam Latinam”, así como de las congregaciones de Obispos y Regulares, Ritos, Indulgencias, Reliquias y Lauretana. Dos años más tarde fue trasladado a la sede primada de Toledo, el 29 de abril de 1909 y nombrado al mismo tiempo patriarca de las Indias Occidentales. Su pontificado en Toledo coincidió con unos años de profundas transformaciones y cambios. La archidiócesis primada seguía siendo la mayor demarcación eclesiástica de España con veintiocho mil ciento noventa kilómetros cuadrados. En su primera carta pastoral se felicitó por volver a una tierra bien conocida por él, por haber pasado todos los años de formación y apostolado como religioso. Su programa lo cifraba en proseguir la labor de sus antecesores, con especial dedicación al seminario; potenciar las comunidades de regulares como eficaces auxiliares; luchar contra la “propagación de la impiedad” por medio de las buenas lecturas, y favorecer la enseñanza católica en las escuelas. Pero el cardenal Aguirre es conocido sobre todo por haber sido el impulsor del apostolado social católico organizado y dirigido por la jerarquía en los años de la recepción de la encíclica Rerum novarum en España, de los congresos católicos y de la celebración de las semanas sociales.
En este contexto se inscribe la decisión de Pío X de encomendar al cardenal Aguirre la tarea de aplicar en España el modelo de Acción Católica tal y como funcionaba en Italia.
Obras de ~: Carta pastoral sobre la blasfemia, Burgos, imprenta y estudio de Polo, 1902; Carta pastoral contra las escuelas neutras, Toledo, imprenta Rodríguez y Hermano, 1913.
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Vicente Cárcel Ortí