Poza y Yarza, Andrés (de). ?, p. m. s. XVI – Madrid, 18.X.1595. Filólogo, corógrafo, cosmógrafo y jurista.
Fue hijo legítimo del matrimonio constituido por Pedro de Poza y María de Yarza. De origen vizcaíno, supuestamente, él, y ella con toda seguridad, ambos eran vecinos de la ciudad de Amberes, según consta en la relación que de españoles casados residentes allí se hiciera en febrero de 1560. Desde 1535 se tienen noticias de las actividades de Pedro de Poza en Amberes. Ya sea como comerciante, prestamista, procurador o albacea, su vida en Flandes siempre estuvo ligada a la de los judíos conversos, siendo bastante probable que él mismo y, en consecuencia, su prole, pertenecieran a la clase de cristianos nuevos. Dato indirectamente relacionado con la aún debatida cuestión del lugar de nacimiento de su hijo Andrés. La hipótesis más razonable, pues hay documentación que la sustenta, es que naciera en Amberes.
Sin embargo, el propio Andrés insiste en sus escritos, sobre todo a partir de 1584, en su naturaleza orduñesa (Vizcaya), refiriéndose con ello, posiblemente, al hipotético solar de su linaje paterno.
Fruto de aquel matrimonio fue al menos una hija más llamada Casilda. Andrés tuvo otros dos hermanos que, tal vez, sólo lo fueran de padre: Jerónimo de Poza que combatía a las órdenes del maestre de campo Julián Romero y que murió en octubre de 1574 en el paso del vado de Zierikzee, y el alférez Garcí López de Poza, que murió en Cuzco. Los Poza debieron de ser una familia de comerciantes acomodada y políticamente influyente.
Su tío, Martín de Poza, que también vivía en Flandes pero en la ciudad de Medialburque (Middleburg), fue nombrado en 1567 bailío de dicha ciudad; defendiéndola, precisamente, al lado de su hermano Pedro, encontró la muerte a finales de abril de 1572.
Andrés de Poza cursó estudios en la Universidad de Lovaina entre los años 1551 y 1559; no obstante, el título de bachiller lo obtuvo por la Universidad de Salamanca el 24 de abril de 1566. En esta misma Universidad se solicitó, el 9 de mayo de 1570, “Pedimyentos de publicación para licenciado del bachiller Andres Poça natural de Amberes que es en el ducado de Brabante en Flandes”. El 16 se celebró el examen en la capilla de Santa Bárbara ante el vicescolástico, doctor Antonio de Solís y los también doctores y juristas Francisco de Castro y Cristóbal Bernal que, tras la votación oportuna y por unanimidad, decidieron concederle el grado de licenciado en Leyes el 17 de mayo de 1570 (Archivo de la Universidad de Salamanca, 777, Registro de Licençiamiento y Doctoramientos, 1567-1572, fols. 150-153).
Un expediente completo de Andrés de Poza, que contiene un memorial de servicios y las certificaciones correspondientes (Archivo General de Indias, Sección Quinta Indiferente general, 1234, “Expedientes, informaciones y Probanzas, año de 1584”), da testimonio de su azarosa vida en Flandes entre los años 1574 y 1579. Durante ese período, clave por aciago en las relaciones hispano-flamencas, fue un hombre de acción al servicio del comendador mayor, Luis de Requesens y Zúñiga. Negociar con las compañías amotinadas en Maastricht resultó ser su primera misión y su primer éxito, pues apenas si tardó veinte días en apaciguarlas.
Nunca más se vuelve a encontrar al hábil negociador.
Desde entonces se le confiaron cometidos de marcado carácter represivo contra los que apoyaban la causa de Guillermo de Orange, que también fueron resueltos de forma satisfactoria, lo que repercutió de manera desfavorable en su calidad de vida. En muy corto plazo de tiempo, según él mismo relata, sufrió dos atentados y varias emboscadas; por ello solía ir acompañado en sus misiones de una guardia personal. A la muerte de Requesens en 1576, Andrés de Poza, de una manifiesta impopularidad entre los flamencos, fue cesado en todos sus cargos sin conseguir jamás, siempre según su propio testimonio, el abono de las cantidades que supuestamente le adeudaban por sus servicios. Sí consiguió, sin embargo, evitar la cárcel refugiándose en Amberes.
No se sabe con certeza dónde residía cuando, en junio de 1579, Alejandro de Farnesio, nombrado gobernador tras la muerte de Juan de Austria, lo reclamó, previa comunicación del secretario real Antonio Pérez, para ocupar el puesto de auditor general del ejército de Flandes; cargo que no ejerció a causa de la inminente retirada de las tropas españolas como consecuencia de la llamada “pacificación de Gante”.
En los inicios de la década de 1580, Andrés de Poza se instaló en Bilbao, donde sobrevive ejerciendo de abogado y dando clases de Cosmografía, aunque su actividad docente bien pudiera remontarse al año 1575. Con la misma finalidad, es decir, para impartir clases de Cosmografía a los marinos como lo venía haciendo en Bilbao, fue contratado por el Ayuntamiento de San Sebastián en 1583. Por esas fechas tuvo que iniciar Andrés de Poza su primer libro, Hydrografia (Bilbao, Mathias Mares, 1585), recuperado por los historiadores de la ciencia náutica hace apenas un par de décadas. De esa misma imprenta, la de Mathias Mares, salió, en 1587, su más conocida obra: De la Antigua Lengua. Este Poza, políglota, filólogo y apologista de la lengua vasca, es el que ha obtenido un mayor reconocimiento. Su figura se recupera definitivamente para la historia de la lingüística en la década de los setenta del siglo xx.
Entre una y otra publicación, Andrés de Poza debió de contraer matrimonio con Antonia de Olaeta, natural del valle de Llodio (Álava). De esa unión nacieron dos hijos: Juan Bautista (1588) y Pedro (1589).
De la suerte que corrió este último nada se sabe. Sí se puede, sin embargo, seguir el rastro del primero: Juan Bautista escribió, entre otras obras, Práctica de ayudar a bien morir; libro publicado en Madrid en 1619 del que se hicieron, en vida del autor, doce ediciones en español, una traducción al francés (1637) y otra al alemán (1653). Murió, siendo jesuita, en la ciudad de Cuenca, en 1659.
Coincidiendo con el nacimiento de sus hijos, Andrés de Poza elaboró, por encargo del señorío de Vizcaya (1588), su único texto de alcance jurídico-político, Ad Pragmaticas de Toro & Tordesillas, que data de 1589 y ha permanecido inédito hasta 1997. El escrito es la réplica de Vizcaya al libro que publicara Juan García de Saavedra, fiscal de la Chancillería de Valladolid, bajo el título: De Hispanorum nobilitate et exemptione sive ad Pragmaticam cordubensem quae est l. 8 titu. 11, libr.
2 Recopillationis comentarii (1588). Los argumentos del fiscal contra la hidalguía general de los vizcaínos prevista en el Fuero Nuevo (1526) son refutados por Poza en su manuscrito. Con el objetivo de que el texto de Poza tuviera la máxima difusión, el señorío acordó contratar los servicios remunerados de dos juristas castellanos de reconocido prestigio, Juan Gutiérrez y Alfonso de Acevedo, a fin de que incorporaran en cualquiera de sus libros la refutación que aquél había tardado casi un año en ultimar. Los dos cumplieron el encargo: el primero en 1593 cuando publicó Practicarum Quaestionum, super prima parte legum novae Collectionis Regiae Hispaniae; el segundo, al publicarse en 1599, como obra póstuma, sus Commentariorum Iuris Civilis in Hispaniae Regias Constitutiones, Sextum & Septimun librum Novae Recopilationis Complectens, Tomus Quartus. Ambos, en sus respectivos escritos, hicieron suyo, casi al pie de la letra, el ingenioso discurso jurídico-político que Andrés de Poza había construido en respuesta a la interpretación de la pragmática cordobesa publicada por García de Saavedra.
Con el paso del tiempo, relegado el original de Poza y publicada como obra póstuma la defensa de Acevedo años después de impresa la de Gutiérrez, fue a éste, y no a Poza, a quien se reconoció durante siglos como artífice de la mejor y más fundada doctrina en defensa de la originaria hidalguía de los vizcaínos.
Es posible que Andrés de Poza no estuviera muy conforme con el acuerdo que adoptara el señorío sobre su manuscrito. Sea como fuere, por éste o por otros motivos, lo cierto es que Poza, en 1590, decidió marcharse de Bilbao e instalarse en Madrid. Allí pasó los últimos años de su vida ejerciendo como profesor en la Escuela de Cosmografía fundada por Felipe II.
Parece que por entonces también desempeñó, aunque por breve tiempo, el cargo de corregidor de Illescas (Toledo). En cuanto a sus escritos, el último conocido, el que refleja una nueva y definitiva faceta de Andrés de Poza, la de arbitrista, es un Memorial, que dirigió al Rey, pidiendo la revisión de las leyes que favorecian la construcción de naos gruesas, y que debe datar de esta época. Su fallecimiento, que tuvo lugar en Madrid el 18 de octubre de 1595, quedó registrado en el Libro I de difuntos de la Parroquia de San Ginés, de esta Corte, de Madrid (fol. 267v.). Fue su deseo ser enterrado en la sepultura que compartían su madre, María de Yarza, su abuelo materno, Juan García de Yarza, y su hermana Casilda.
Obras de ~: Hydrografia, la mas curiosa que hasta aquí ha salido a luz en que de mas de un derrotero general, se enseña la navegacion por altura y derrota, y la del Este Oeste, con la Graduacion de los puertos, y la navegacion al Catayo por cinco vias diferente, Bilbao, Mathias Mares, 1585 (http://fondosdigitales.us.es); De la Antigua Lengua, poblaciones y Comarcas de las Españas a que de paso se tocan algunas cosas de la Cantabria [...], Bilbao, Mathias Mares, 1587 (http://www.cd.sc.ehu.es/eCampus/ Recursos/poza.html); Ad Pragmaticas de Toro & Tordesillas, sive de nobilitate in proprietate. Animadversionum ad novum pragmaticae cordubensis, scholiastem [...] pro prisca alumnae suae patriae nobilitate, 1589; Memorial que se dirigio a Felipe II pidiendo la revisión de las leyes que favorecian la construccion de naos gruesas, por ser contrarias a la navegacion en general, s. f.
Bibl.: A. Rodríguez Herrero, “Coscojales y Poza”, en Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigo del País (BRSVAP), XVI-1 (1960), págs. 135-163; L. Aquesolo, “Antonia de Olaeta, mujer del licenciado Andrés de Poza”, en BRSVAP, XVII-4 (1961), págs. 432-435; F. Elías de Tejada, El Señorío de Vizcaya (hasta 1812), Madrid, Ediciones Minotauro, 1963, págs. 73-115; J. E. Delmas, “Biografía universal de claros varones de Vizcaya”, en VV. AA., La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1966, págs. 169-171; E. Coseriu, “Andrés de Poza y las lenguas de Europa”, en Studia Hispanica in Honorem R. Lapesa, Madrid, 1972, III, págs. 199-217; “Un germanista vizcaíno en el siglo xvi. Andrés de Poza y el elemento germánico del español”, en Anuario de Letras, México, 1976; G. Monreal, “Anotaciones sobre el pensamiento político tradicional vasco del siglo xvi”, en Anuario de Historia del Derecho Español (AHDE), L (1980), págs. 971-1004; J. M. López Piñero, El arte de navegar en el Renacimiento español, Barcelona, Ed. Labor, 1986; J. Gorrochategui, “Andrés de Poza y el euskera”, en Anuario del Seminario de Filología Vasca “Julio de Urquijo” (ASJU), San Sebastián, XXI-3 (1987), págs. 661- 681; J. R. Zubiaur Bilbao, “El licenciado Poza y la lingüística vasca”, en Mundaiz (enero-julio de 1987), págs. 93-107; E. Coseriu, “Andrés de Poza, lingüista del Renacimiento”, en VV. AA., II Jornadas de Onomástica, Orduña, 1987, págs. 31- 77; C. González Echegaray, “Andrés de Poza en Flandes: una etapa de su vida casi desconocida”, en Euskera, XXXIII (1988), págs. 571-621; J. Juaristi, Vestigio de Babel. Para una arqueología de los nacionalismos españoles, Madrid, Siglo Veintiuno de España Editores, 1992, págs. 40-56; R. Miren Pagola, El licenciado Andrés de Poza, Bilbao, Colección Temas Vizcaínos, 1996; El licenciado Poza en Flandes. Memorial (ed. anotada por N. Bausela e I. Erroteta. Dos conferencias, Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia, 1996; C. Muñoz de Bustillo, “La invención histórica del concepto de Hidalguía universal”, en A. de Poza, Fuero de hidalguía. Ad Pragmáticas de Toro & Tordesillas, Bilbao, Servicio Editorial Universidad del País Vasco, 1997, págs. I-LI; J. M. Portillo Valdés, “República de hidalgos. Dimensión política de la hidalguía universal entre Vizcaya y Guipúzcoa”, en J. R. Díaz de Durana Ortiz de Urbina (ed.), La lucha de bandos en el País Vaco: de los parientes mayores a la hidalguía universal, Bilbao, Universidad del País Vasco, Servicio Editorial, 1998, págs. 425-437; M. Azurmendi, Y se limpie aquella tierra. Limpieza étnica y de sangre en el País Vasco (siglos xvi-xviii), Madrid, Taurus, 2000, págs. 17- 55; C. Muñoz de Bustillo, “Paradojas de la Historia. Juan Gutiérrez, Andrés de Poza y la hidalguía vizcaína”, en Homenaje a Mariano Peset, vol. II, Valencia, Universidad, 2006, págs. 1007-1014; C. Muñoz de Bustillo, “La contribución castellana a la invención histórica del concepto de hidalguía universal”, en J. Gutiérrez, Fueros vascos: Fundamentos de Derecho (1593), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2006, págs. I-CXIX.
Carmen Muñoz de Bustillo