Núñez de Lara, Juan (III). Señor de Vizcaya. ?, c. 1300 – Burgos, 28.XI.1350. Noble y ricohombre castellano.
Hijo de Fernando Fernández de la Cerda y Juana Núñez de Lara. Pese a la estirpe regia de su progenitor, heredó el nombre y la influencia del linaje materno, situación favorecida por la muerte sin descendencia de su tío Juan Núñez II. El poder alcanzado por los Lara se evidencia, además, en actitudes como la protagonizada por un sector de la nobleza en 1317, que reconoció el liderazgo de este magnate pese a ser aún menor de edad. Inició su presencia documental en la década de 1320, cuando aparece confirmando en los diplomas reales o a cargo de la alferecía.
Sin embargo, Juan Núñez de Lara —fue el primero de sus parientes en usar este apelativo con significado meramente onomástico— no tardó en intervenir activamente en la política del reino. Al decir de las crónicas, fue Don Juan Manuel el que propuso la alianza con el magnate y su matrimonio con María de Haro, hija de Juan el Tuerto, nieta del infante Don Juan y heredera del señorío de Vizcaya por su madre, María Díaz de Haro. Para sellar el pacto, Don Juan Manuel desposó con una de las hermanas del de Lara, Blanca, en 1329, acuerdos en los que intervino de forma decisiva Juana Núñez la Palomilla.
En 1331 el de Lara, Don Juan Manuel y Alfonso IV de Portugal se aliaron en contra de Alfonso XI y, al año siguiente, los dos primeros entraron en contacto con el monarca granadino. Esta actitud se relaciona con la reafirmación de la autoridad real en detrimento de la nobleza, de ahí que ambos magnates contaran con muchos partidarios. Entre otros argumentos, Juan Núñez reclamaba Vizcaya y otras posesiones de sus suegros, con un evidente interés por ampliar su patrimonio y hacerse con un extenso señorío jurisdiccional. La respuesta del rey castellano no se hizo esperar, incrementando su intervención en Álava e iniciando hostilidades contra el de Lara en 1334. Si bien se logró un inicial acuerdo, pronto se reanudaron las hostilidades. Alfonso XI sitió Lerma, donde se había refugiado Juan Núñez, y las villas de Torrelobatón, Herrera y algunas plazas vizcaínas, hasta que el de Lara capituló en 1335. Protegido por algunos miembros de la corte, conservó su posición.
Al poco tiempo se acordó el matrimonio de Constanza, hija de Don Juan Manuel, con el infante Pedro de Portugal, enlace que contaba con la oposición castellana y aragonesa y con el apoyo del futuro suegro y de Juan Núñez de Lara. Estos sucesos culminaron con una nueva rebelión del magnate, que se hizo fuerte en Lerma, Torrelobatón, Villafranca de Montes de Oca y otras villas. Es posible que buscara aliados extranjeros, pues su hermana María se había desposado en 1335 con Carlos de Evreux y, viuda de éste, se casó al año siguiente con el conde de Alençon, hermano del soberano francés.
Alfonso XI volvió a sitiar Lerma en junio de 1336, mientras otros magnates se ocupaban de las demás fortalezas. Juan Núñez contó con la adhesión de muchos vasallos y aliados, aunque las victorias del bando regio redujeron su resistencia a los pocos meses. El de Lara ofreció al Rey la rendición y éste la aceptó. Le permitió conservar su posición, el respecto a sus propiedades y el reconocimiento a su señorío sobre Vizcaya, pero sus fortalezas fueron demolidas.
En 1337 obtuvo la alferecía mayor y nuevas posesiones y se mantuvo fiel al Monarca durante el resto de su reinado. Participó en varias campañas militares, entre ellas las del Salado y Algeciras, y ostentó la mayordomía regia en 1344, influencia que se vio afianzada por el acuerdo matrimonial de su hija Juana con Tello, hijo natural del Rey y Leonor de Guzmán.
Cuando falleció Alfonso XI (1350), Juan Núñez reconoció a su heredero, Pedro I, por lo que conservó la alferecía y la mayordomía mayor. Sin embargo, el joven Monarca y su madre, María de Portugal, no tardaron en desplazar a Leonor de Guzmán y sus allegados. Ella fue apresada y en la corte ganó influencia el portugués Juan Alfonso de Alburquerque, lo que no complacía al de Lara.
En estas circunstancia Pedro I enfermó de gravedad y un sector de la nobleza planteó el acceso al trono de Juan Núñez por descender de los La Cerda, se llegó incluso a sugerir su matrimonio con la madre del Rey. Sin embargo, Pedro I mejoró y el de Lara tuvo que abandonar la corte, situación que perduró hasta su muerte, acaecida a los pocos meses.
Fueron sus hijos Lope, Nuño, Juana e Isabel, fallecidos sin sucesión.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateo de Llanos y Guzmán, 1696; C. Rosell (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla, Madrid, M. Rivadeneyra, 1875 (col. Biblioteca de Autores Españoles, vol. 68); L. F. Lindley Cintra (ed.), Crónica General de 1344, Lisboa, Academia Portuguesa da Historia, 1951; S. de Moxó, “La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia, 6 (1975), págs. 187-326; S. R. Doubleday, The Lara Family: Crown and nobility in medieval Spain, Cambridge-London, Harvard University Press, 2001; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.
Antonio Sánchez de Mora