Carondelet y Castaños, Luis Ángel. Barón de Carondelet (VI), en los Países Bajos, duque de Bailén (II). Cambrai (Francia), 16.IX.1787 – Madrid, 3.XI.1869. Teniente general. Senador.
Fue hijo de Francisco Luís Héctor de Carondelet, V barón de Carondelet y de Novelles, y de María de la Concepción Castaños Aragorri. Vivió hasta los veinte años en los Virreinatos americanos, donde su padre ocupó diferentes puestos como intendente de San Salvador, gobernador de Luisiana y presidente de la Real Audiencia de Quito.
El 15 de abril de 1799 obtuvo plaza de cadete en la Reales Guardias Walonas, incorporándose a su regimiento de la Península en 1807, siendo promovido en marzo de 1808 a subteniente. En este mismo año, durante la Guerra de la Independencia, combatió en Bailén contra los franceses como ayudante de su tío materno, el general Castaños, y obtuvo el grado de teniente coronel. También intervino en el ataque de Logroño y la batalla de Tudela.
En enero de 1809 fue nombrado capitán del Regimiento de Cazadores de Caballería de Sevilla, con el que participó en la batalla de Talavera los días 27 y 28 de julio, y, al mando de las Guerrillas de Caballería del Ejército de Extremadura, hasta la retirada a la isla de León, en febrero de 1810, servicio por el cual, el 6 de abril de 1810, alcanzó el grado de coronel. También intervino con los escuadrones de granaderos del 4.º Ejército en la acción parcial de Casas Viejas, en las retiradas de Moguer —el 15 de mayo de 1811—, y de las tropas expedicionarias de Ayamonte, y en las batallas de Talavera, Alburquerque y Chiclana. Por su destacada actuación en la batalla de la Albuera ascendió a brigadier de Infantería el 23 de junio de 1811.
Agregado al Estado Mayor del general Castaños, se encontró en los choques contra los franceses de Santa Marta, Zafra, Trigueros y en el asalto y toma de Ciudad Rodrigo. Asimismo, comisionado por dicho general al lado de los ingleses, concurrió a todas las acciones que tuvieron lugar, tanto en la marcha sobre Burgos como en la retirada a Salamanca.
El 7 de mayo de 1813 contrajo matrimonio con Gertrudis Donado García.
En el período absolutista, entre 1814 y 1820, se le confió, en 1816, el mando como 2.º jefe de la División de Caballería Ligera a las órdenes del marqués de Zambrano. A finales de dicho año pasó a Madrid, agregado al Regimiento de Caballería Almansa.
En las operaciones de los ejércitos constitucionales, durante el trienio liberal, se le nombró, en enero de 1821, coronel efectivo en la Unidad de Voluntarios de España de Caballería n.º 12 Ligeros. Después pasó a Aragón y Cataluña, donde mandó varias brigadas, encontrándose con el teniente general Antonio Zarco del Valle en la batalla de Ayerbe, el 16 de agosto de 1822.
Cuando obtuvo el grado de mariscal de campo, el 12 de julio de 1823, estaba al mando de la Caballería en el Ejército del general Ballesteros, con el que sostuvo en los campos de Guadaortunes, el 25 de julio de 1823, una acción contra las tropas del mariscal francés Molitor. Continuó con el referido mando hasta que, al finalizar el año, se disolvió aquel ejército junto con los de Espoz y Mina, tras su rendición ante los franceses.
En 1824 emigra a Francia hasta 1828, año en que regresa a España para establecerse, hasta noviembre de 1833, en San Sebastián, una vez finalizada la represión del gobierno hacia los reformistas y aprobada la amnistía y organización del ejército.
La muerte del rey Fernando VII, sin hijos varones, trajo a España grandes problemas sucesorios que se unieron a los problemas de inestabilidad política, dividiendo a España entre los partidarios de Isabel II y los del infante Carlos María Isidro de Borbón, hermano del monarca fallecido, lo que provocó una sangrienta guerra civil. Esta contienda se desarrolló en tres fases. La primera abarca de 1833 a 1835, período en el que los carlistas llevaron la iniciativa de la mano del brillante general Zumalacárregui. En esta fase, el primero de noviembre de 1833, el barón de Carondelet fue destinado por la regente María Cristina para entrar en Portugal, haciéndose cargo de la 1.ª División de Infantería, con la que arrolló a los portugueses miguelistas que intentaron oponerse a su paso en el pueblo de Boha. Posteriormente estuvo al mando de la Caballería hasta el 6 de junio de 1834, fecha en la que terminó la campaña de Portugal. A continuación, pasó con el mismo ejército y mandó a las provincias del norte.
El 1 de agosto, al mando de la División de Caballería, se halló en la acción de las Peñas de San Fausto y, el 7 de septiembre, en la de Viana. A continuación fue nombrado comandante general de toda la Caballería del Ejército del Norte por el general Luis Fernández de Córdoba.
En la primera fase de la guerra, comenzaron a producirse discrepancias entre los dos bandos. Los carlistas se dividieron entre pactistas e intransigentes y los isabelinos, a su vez, entre moderados y radicales. Estas diferencias dentro de los dos bandos produjeron un estancamiento de la situación bélica. En gran parte, el fracaso carlista se debió a la muerte de Zumalacárregui en 1835 durante el sitio de Bilbao.
En 1836, Carondelet estuvo presente en las acciones de Arlabán, en enero de 1836; en Villareal, el 20 de abril; en el reconocimiento de Guevara, el 2 de mayo; en monte de San Adrián y en el ataque y destrucción de los atrincheramientos de Arlabán y Villareal, en Álava. De igual forma se halló, en las acciones del monte Imbire, el 4 de julio; marcha a la provincia de Palencia y operaciones dirigidas contra la expedición de Gómez, desde el 29 de julio hasta el 14 de agosto; en la de Murguía a Villareal, el 30 del mismo mes; reconocimiento del fuerte de San Gregorio de Berrueco, el 13 de agosto; Arzona y Montejurra, el 14, y Salvatierra, el 1 de septiembre. También participó en las operaciones dirigidas para socorrer el segundo y tercer levantamiento del sitio de Bilbao; acciones de la Altura de las Cruces, el 26 de noviembre; en Erandio y Ania, el 5 de diciembre; en la acción del puente de Castejana, el 7, y en la retirada a Portugalete el 8 de diciembre.
Es destacable que se encontraba en la entrada a Bilbao y en la memorable batalla de Luchana, donde al tomar el monte de San Pablo le mataron el caballo que montaba. Por su brillante acción ascendió a teniente general el 25 de diciembre de 1836.
La tercera fase de la Primera Guerra Carlista abarca de 1837 a 1840, que puso fin con el Abrazo de Vergara entre el general en jefe carlista, Maroto, y el general liberal, Espartero, a la guerra en el norte, aunque continuó en Cataluña hasta la definitiva derrota de Cabrera.
En esta fase, el teniente general Carondelet intervino, el 10 de marzo de 1837, en la acción sobre las alturas de San Mariano; el 12, en Galdácano y Zornoza; el 20 y el 21, en los ataques que tuvieron lugar en la retirada de Elorrio a Bilbao; el 14 de mayo, en el ataque de las líneas de Oriamendi y toma de Hernani; el 17, en la de Vimita; el 29, en la acción y toma de Andoaín; el 31 de mayo, en las alturas del Laria, Puerto del Hurto y Santa Cruz de Arezo; Lecumberri, el 1 de junio; y en las de San Cristóbal y Lerrayoz, el 2 del mismo mes.
Encargado después de la muerte del general Escalera, del mando interino del Ejército del Norte, marchó rápidamente contra la facción expedicionaria de Zariategui que se hallaba en Castilla. La alcanzó y batió en Valladolid el 24 de septiembre de 1837 con fuerzas muy inferiores. El 5 de octubre estuvo presente en la acción de Retuerta, y pasó enseguida a Madrid.
Desde marzo hasta septiembre de 1838, ocupó el cargo de capitán general de Castilla la Vieja.
De septiembre de 1838 a noviembre de 1839, se encontraba de cuartel en Madrid, donde, por Real Decreto de 26 de noviembre de 1839, se le nombró comandante general del Campo de Gibraltar, destino en el que permaneció hasta julio de 1843, fecha en que volvió a Madrid, hasta 1850, en la clase de cuartel.
En 1836 fue nombrado gentilhombre Grande de España con ejercicio y servidumbre de Isabel II, quien le designó como su sumiller de Corps y jefe superior de Palacio, cargo que ocupó durante diez años hasta que solicitó su jubilación.
Los honores familiares se incrementaron al crear la reina el título de marqués de Portugalete para su hijo Eduardo, el
En 1853 y desde 1857 hasta 1868 desempeñó el cargo de senador vitalicio.
Estaba en posesión de las cruces de Bailén, Talavera, Alburquerque, Chiclana, Albuera, Tercer Ejército y Bilbao. Por Real Diploma de 11 de junio de 1834, se le concedió la Gran Cruz de San Fernando y, por Real Diploma de 16 de agosto de 1842, la de San Hermenegildo.
Falleció en Madrid el 3 de noviembre de 1869.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Exp. Personal; Senado de España, Exp. Personal; Archivo General de Palacio, Patrimonio Nacional, Sección Personal.
A. Carrasco y Sayz, Biografía del Generalato Español, Madrid, Imprenta del Cuerpo de Artillería, 1901; VV. AA., Gran Enciclopedia Larouse, Barcelona, Planeta, 1978; R. de la Cierva, Historia Total de España, Madrid, Fénix, 1999; J. L. Isabel Sánchez, C. J. Puente de Mena y A. de Ceballos-Escalera y Gila, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando (Caballería), Tomo I. Madrid, Imprenta Ministerio de Defensa, 2011.
Emilio Montero Herrero