Aguilar y Páramo, Francisco de Paula de. Jódar (Jaén), 30.X.1764 – Nápoles (Italia), 6.II.1855. Militar y cónsul.
Era hijo de Gaspar Antonio de Aguilar Amat y García, nacido en Gador (Almería), abogado y regidor perpetuo de Almería, y de Josefa de Páramo y Fuentes, natural de Jaén. Sirvió diez años en la Guardia de Corps (1786-1796) y ocho como teniente en el Regimiento de Dragones de Sagunto (1796-1804), siendo premiado en 1802 con la cruz de Calatrava. Recién casado se pasó a la carrera diplomática, con el apoyo de su cuñado Pío Gómez de Ayala, secretario del Ministerio español en Nápoles, y obtuvo el cargo de cónsul de España en esa ciudad (6 de diciembre de 1804). Con motivo de la crisis de 1808, juró al rey intruso, que le confirmó en su puesto (28 de mayo de 1810) y le condecoró con la Orden Real de España (12 de octubre de 1810). Vuelto a España este mismo año fue gobernador de los Reales Sitios en Granada. Acompañó a los franceses en su retirada y en diciembre de 1812, se encontraba en París. Al parecer, marchó otra vez a Nápoles, desde donde consiguió su purificación (19 de mayo de 1824) y el permiso de permanecer en aquella ciudad (6 de febrero de 1827). Aunque no obtuvo su reintegración, fue jubilado como cesante el 26 de febrero de 1836. Casó en Madrid en 1804 con Manuela Gómez de Ayala y Castro, hija de un contador de temporalidades. No se les conoce descendencia.
Bibl.: D. Ozanam, Les diplomates espagnols du XVIIIe siècle, Madrid-Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays Ibériques, 1998; J. López Tabar, “Incubando la infidencia. Afrancesados entre las elites políticas de Carlos IV”, en 1802. España entre dos siglos, t. I, Madrid, Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2003.
Didier Ozanam
