Calonge y Fenollet, Eusebio. Vitoria (Álava), 15.XII.1813 – Madrid, 28.X.1873. Teniente general del Ejército, procedente de Infantería, político y ministro.
Según reza su partida de bautismo, nació en Vitoria el 15 de diciembre de 1813. Hijo de Juan Calonge y de Petra Fenollet, a primeros del mes de noviembre de 1827 solicitó, al inspector general de Infantería, su ingreso como cadete en dicha arma; gracia que se le concedió sin tener aún la edad reglamentaria, por ser su padre comandante de batallón en la ciudad de Sevilla.
Causó alta en el arma el 21 del mismo mes de noviembre, siendo la orden de admisión de fecha 14.
Para su sostenimiento como cadete, su padre le asignó 8 reales de vellón diarios.
Su primer destino fue el Regimiento Saboya, 5.º de línea, que estaba de guarnición en Sevilla. El 28 de julio de 1828, su padre solicitó que pasara de cadete al Regimiento de la Reina n.º 2 que llegaba de guarnición a la ciudad, pues el Saboya n.º 5 partía para Badajoz y dado que su padre hacía tiempo que no recibía puntualmente sus pagas de comandante de batallón, no podría asistir económicamente a su hijo si estaba lejos de su lado. Se accedió a la petición, y sirvió en el de la Reina hasta fines de diciembre de 1831.
Había obtenido el grado de subteniente en octubre de 1830 y el empleo efectivo de lo mismo, el 21 de noviembre de 1831. En diciembre de este último año fue destinado al Regimiento Mallorca n.º 13 y partió con él para Pamplona.
De 1827 a 1831 estudió en la Academia del Cuerpo y en el Colegio de San Telmo, alcanzando, en ambos centros, las mejores calificaciones.
En junio de 1832 pasó con su unidad a Valencia, y en septiembre de 1833 salió a campaña. Durante el mencionado año y los de 1834 y 1835 participó en la persecución de las facciones que vagaban por el Maestrazgo, en las fortificaciones de los pueblos de Catí y Albocacer, en la defensa de Samper de Calanda, en la acción de Abenfigo, en Aragón, el 5 de junio de 1835, y en los días 5, 6 y 7 de julio se halló en los lamentables sucesos de Zaragoza corriendo verdaderos riesgos junto al brigadier Carlos Emilio. Como ejemplo de las actuaciones del subteniente Calonge se puede citar que el 13 de noviembre de 1834 salió con cuarenta y cinco hombres en persecución de las facciones de Senator y Cabrera reunidas y, a pesar de que las fuerzas enemigas eran superiores, les causó cuatro muertos y varios heridos y prisioneros. Por su arrojo y brillante comportamiento se le recomendó a Su Majestad.
El 28 de mayo de 1835 fue destinado a la Guardia Real, pasando a Madrid, donde fue alférez de la 2.ª compañía del 2.º batallón del 2.º regimiento de la Guardia Real de Infantería. Hizo el servicio correspondiente en Palacio hasta el 15 de diciembre, cuando salió a campaña con su regimiento y se unió al Ejército del Norte que mandaba el general Luis Fernández de Córdova. Continuó en campaña en las provincias del norte durante el año 1836 y asistió a las operaciones de Arlabán en enero y a las de Pamplona del 15 de febrero. Fue herido de bala en Zuriaín el 24 de junio, pero el 4 de julio ya se encontraba en las alturas de Zubiri. El 1 de agosto estuvo en la acción de la Borda de Íñigo donde, por su comportamiento, fue agraciado, sobre el campo de batalla, con la Cruz de San Fernando de 1.ª clase. El 17 de agosto estaba en Cirauqui y el 14 de septiembre, en el combate de Montejurra. Continuó de operaciones el resto del año, así como el de 1837. Durante el mes de marzo de este último año estuvo presente en las acciones de Erne, Muzquiz y Ranisar. Habiendo pasado con su Cuerpo al Ejército del Centro, asistió el 24 de mayo a la batalla de Huesca, en junio a la de Barbastro y el 5 del mismo mes se encontró en el paso del río Cinca. A partir de este momento, quedó su división formando parte del Ejército de Cataluña. Con él asistió el 12 de junio a la batalla ocurrida en los campos de Gra y Guissona, por la cual se le concedió una cruz de distinción.
El 21 de septiembre ascendió a teniente por antigüedad.
En julio del mencionado año 1837 se le concedió que el habilitado de la Guardia Real entregase todos los meses, con cargo a sus pagas, 160 reales a su madre, Petra Fenollet, por encontrase dicha señora en la Corte, en situación bastante precaria.
En enero de 1838 solicitó real licencia para ir a Zaragoza a restablecerse de las heridas recibidas en la campaña, cosa que se le concedió. En marzo del mismo año pasó al Estado Mayor del Ejército del Centro, quedando de supernumerario en la Guardia Real. Estuvo presente en diversas acciones en la provincia de Teruel, entre ellas las de Muniesa, Calanda, Cinctorres y el sitio de Morella, por todas las cuales se le concedió el grado de comandante, que en diciembre de 1840 se le conmutó por el de teniente coronel.
El 1 de agosto estuvo en la acción de las Cabreras, donde le hirieron el caballo que montaba, y el 15 condujo las compañías de granaderos al primer asalto que se dio a la plaza de Morella, así como a la acción de la ermita de San Marcos.
En 1839 siguió en campaña con el Ejército del Centro como jefe de Estado Mayor de la Brigada. El 23 de marzo asistió a la acción que tuvo lugar en Fueu de Muina, entre Cortes y Segura, en la que le mataron el caballo. El 1 de mayo se encontraba en las inmediaciones de Montalbán y el 23, en la Cantera de Utrillas; el 2 de junio por segunda vez en Montalbán, donde por su brillante actuación fue recomendado y propuesto para el empleo de segundo comandante.
El 11 del mismo mes estuvo en la acción del Barranco de la Hoz de la Vieja, en la que recibió una herida de fusil, a pesar de la cual continuó combatiendo, adquiriendo un mérito muy particular. El 30 de abril se le declaró capitán efectivo de Infantería por su comportamiento el 23 de marzo anterior en la acción de Fueu de Muina.
El 29 de junio de 1839 se encontró en las inmediaciones de la zona de Miravete de la Sierra y paso del río Guadalupe donde, por su arrojo, el general en jefe Leopoldo O’Donnell le concedió el empleo efectivo de segundo comandante de Infantería.
Tras haber dejado la Guardia Real en enero de 1840, mes en el que se encontraba en Zaragoza, pasó a servir en el Regimiento de Borbón n.º 17 durante el mes de enero y en el Castilla n.º 16 a partir de febrero. Siguió en campaña en el principado de Cataluña durante dicho año y se hallaba en el mes de julio en la toma de Berga y en la persecución del general Cabrera hasta Francia.
En marzo de 1840 solicitó el permiso correspondiente para contraer matrimonio, que le fue concedido, y casó con Joaquina García de Vicuña. Era entonces comandante graduado y mayor de batallón del Regimiento Castilla n.º 16.
En octubre, con su Cuerpo, pasó a La Rioja, y en abril de 1841 marchó a Vitoria donde permaneció hasta octubre, mes en el que tuvo que emigrar a Francia por haber tomado parte en la sublevación militar de aquel año, protagonizada por varios generales en diversas provincias en contra del regente Espartero y que, en Madrid, le costó la vida al general Diego de León. Calonge no regresó a España hasta el 7 de julio de 1843, tras la llegada al poder de Narváez se presentó a las autoridades de Barcelona el día 9 y ese mismo día se unió al cuerpo de ejército que mandaba el general Serrano, de quien fue nombrado ayudante de campo. En este cargo desempeñó importantes misiones.
El 13 de septiembre salió de la ciudadela para Gracia y se unió al entonces brigadier Prim, junto al cual asistió el día 16 a las acciones del río Besos y a la de San Andrés de Palomar el día 22. Fue el primer oficial que entró en el pueblo e hizo doscientos prisioneros.
Por su brillante actuación se le agració con el grado de coronel.
El día 26 de septiembre se halló en el ataque y toma de Mataró, por lo que recibió el empleo efectivo de teniente coronel de Infantería. También se encontró en el sitio y las acciones ejecutadas sobre Gerona el 3 de octubre, así como en la rendición de dicha ciudad y en las operaciones sobre Figueras, mérito por el cual el Gobierno provisional le concedió el empleo efectivo de coronel, como premio y reconocimiento a sus valiosos servicios, habiendo pasado a Francia para conferenciar con las autoridades de aquel país sobre asuntos del servicio. El 12 de diciembre de 1843 fue nombrado oficial de la clase de quintos de la Secretaría de la Guerra.
En 1844 y 1845 estuvo desempeñando el empleo de la Secretaría de Guerra y, además, en enero de 1844 se le nombró secretario de Su Majestad con ejercicio de decretos.
Desde su vuelta de Francia en julio de 1843 hasta su nombramiento como oficial de la Secretaría de Guerra, estuvo adscrito al Regimiento de Valencia n.º 23.
El 17 de marzo de 1846 fue promovido a brigadier de Infantería y nombrado coronel del Regimiento de San Fernando, que mandó hasta el 7 de abril en que pasó de cuartel a Madrid. El día 14 era nombrado comandante general de la provincia de Salamanca, donde se hallaba cuando ocurrió la sublevación de Portugal. Se trasladó entonces a la frontera de ese reino donde permaneció hasta la llegada de Manuel Pavía, a cuyas órdenes estuvo mandando el Cuerpo de observación allí remitido, hasta el 14 de febrero de 1847 en que volvió a la Secretaría de la Guerra con el nombramiento de oficial quinto primero supernumerario y, por Orden de 15 de junio, se le promovió a cuarto segundo supernumerario de la misma Secretaría.
En esas circunstancias se hallaba el 26 de marzo de 1848 cuando los sucesos de Madrid. Contribuyó a sofocar la rebelión y se ganó el ascenso a mariscal de campo con fecha 19 de abril, causando baja en la Secretaría de la Guerra. El 1 de mayo fue nombrado segundo cabo de Castilla la Nueva y gobernador militar de la provincia.
En los mencionados cargos continuó Eusebio Calonge hasta el 17 de marzo de 1850, fecha en que, habiendo hecho dimisión de ellos por el mal estado de su salud, se le concedió cuartel para Madrid donde estuvo reponiéndose hasta el 26 de junio, cuando fue nombrado comandante general del Campo de Gibraltar, cargo que desempeñó hasta el 4 de mayo de 1852, en que se le nombró capitán general de las Islas Canarias. En ese destino estuvo hasta que el 20 de diciembre de 1852, cuando se le trasladó con el mismo cargo a Navarra.
El 1 de agosto de 1854 fue relevado de su puesto como capitán general de Navarra y quedó de cuartel en Sevilla y Madrid hasta el 24 de marzo de 1862 en que fue nombrado director general de los Cuerpos de Estado Mayor del Ejército y Plazas. El 12 de julio obtuvo dos meses de real licencia para restablecer su salud en Vichy (Francia). Regresó a Madrid el 7 de septiembre y continuó en el destino antes mencionado.
El 16 de febrero de 1863 fue promovido al empleo de teniente general en vacante reglamentaria, y el 18 de noviembre se dispuso que pasase a desempeñar la Dirección General del Arma de Infantería.
En marzo de 1864 volvió a encargarse de la dirección general de los Cuerpos de Estado Mayor y Plazas, continuando en dicho destino hasta que presentó la dimisión, que le fue admitida, el 30 de septiembre de 1865, quedando de cuartel en Madrid. Su mala salud se manifestaba con harta frecuencia.
Hasta julio de 1866 estuvo de cuartel y con licencia en Francia. En dicho mes fue nombrado ministro de Marina y, seguidamente, de Estado. Desempeñó esta cartera hasta el 9 de junio de 1867 en que, de nuevo, presentó su dimisión y quedó de cuartel en Madrid. No obstante su mala salud, el 23 de agosto fue nombrado capitán general de Aragón, cargo del que fue relevado el 29 de septiembre, por los motivos antes señalados. Aún así, por los servicios prestados durante el mes de agosto en Aragón, le fue concedida la Gran Cruz del Mérito Militar. De cuartel de nuevo en Madrid, se le nombró vicepresidente del Senado el 13 de diciembre de 1867.
El 18 de septiembre del año siguiente se le designó capitán general de Castilla la Nueva y seguidamente general en jefe, al mando de los distritos de Castilla la Vieja, Galicia, Provincias Vascongadas y Navarra.
Ocurridos los hechos de septiembre de 1868 y la salida del país de la reina Isabel II, el 8 de octubre pasó, por orden superior, de cuartel a Bilbao, obteniendo, el 13 del mismo mes, seis meses de licencia para Portugal.
Estando de cuartel y en uso de licencia, juzgó el Gobierno provisional que era atentatorio a la dignidad de la nación el manifiesto al cuerpo electoral y escrito de remisión que el teniente general Calonge había dirigido al presidente del Consejo de ministros, atribuyéndose la autoridad de presidente del Senado, cargo que, lógicamente, había prescrito con la Revolución de septiembre. Por todo lo dicho fue separado del cuadro de Estado Mayor General del Ejército y dado de baja por decreto de 15 de enero de 1870. En esa situación permaneció en el extranjero hasta que, en el mes de octubre, se presentó en Madrid y juró la Constitución del Estado ante el capitán general de Castilla la Nueva el 20 de dicho mes. Por decreto de 26 de noviembre fue dado de alta en el cuadro del Estado Mayor General con el empleo de teniente general, concediéndosele el cuartel para la provincia de Madrid.
Continuó de cuartel hasta que, por haberse negado en 1871 a jurar fidelidad al rey Amadeo I, fue condenado por mayoría de votos por el Consejo de Guerra de oficiales generales, celebrado en Palma de Mallorca el 1 de abril, a la pena extraordinaria de privación de su empleo, sueldo y honores, sentencia que, de acuerdo con lo expuesto por el Consejo Supremo de la Guerra, corroboró Su Majestad por Real Orden de 31 de mayo de 1871.
No varió su situación hasta el 19 de febrero de 1873 en que, una vez hubo salido Don Amadeo de España, se le rehabilitó de acuerdo con una disposición de fecha 16 del mismo mes, por la cual volvían al servicio todos los generales, jefes y oficiales que no habían jurado fidelidad al de Saboya. No se sabe la razón por la que no le pareció bien a Eusebio Calonge la cuestión y, con fecha 22, dirigió al Ministerio de la Guerra un escrito con su renuncia a dicho beneficio; el Gobierno accedió a su petición y dejó sin efecto la orden de rehabilitación del día 19 de febrero. El general Calonge quedó definitivamente separado del Ejército.
El 28 de octubre de 1873, el coronel retirado Santos Lampérez comunicaba por escrito al capitán general de Castilla la Nueva que, a las dos y media de esa madrugada, había fallecido el “Excmo. Sr. D. Eusebio Calonge y Fenollet, caballero Gran cruz de la orden militar de San Hermenegildo”. El capitán general lo comunicó al Ministerio de la Guerra el día 29.
El general Eusebio Calonge y Fenollet estaba en posesión de las siguientes condecoraciones: la de San Fernando de 1.ª clase por las acciones de Zubiri y Borda de Íñigo, según Real Cédula de 9 de abril de 1837; la concedida por la batalla de Gra del 12 de junio de 1837; la de San Fernando de 1.ª clase por la acción de Miravete por Cédula de 12 de enero de 1840; la de caballero de número de la Real y Distinguida Orden de Carlos III por Real Decreto de 11 de mayo de 1844; la de caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en 1846; la Gran Cruz de Isabel la Católica por Real Decreto de 1 de agosto de 1850; la cruz de San Fernando de 3.ª clase por los acontecimientos de Madrid el 7 de mayo de 1848; era senador del reino por Real Decreto de 12 de febrero de 1863, habiendo tomado asiento el 22 de marzo; la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, por Real Orden de 4 de enero, con antigüedad de 9 de diciembre de 1860; la Gran Cruz de Carlos III para la que fue significado por Real Orden de 19 de febrero de 1864; ministro de Marina por Real Decreto de 10 de julio de 1866; ministro de Estado por Real Decreto de 13 de julio de 1866; Gran Cruz y Collar de la Orden de la Torre y la Espada de Portugal en 1867; Gran Cruz del Mérito Militar de la designada para premiar servicios especiales, por real decreto de 10 de octubre de 1867; vicepresidente del Senado por Real Decreto de 13 de diciembre de 1867.
En el Museo del Ejército se conserva un retrato del general Calonge y Fenollet, pintado por su hijo alrededor del año 1880. Representa al general de más de medio cuerpo, de tres cuartos a la izquierda, vistiendo el uniforme de coronel del Regimiento de Saboya n.º 6 de Infantería. En 1867 fue director general de dicha Arma y el Saboya, el primer regimiento en que sirvió de cadete. Este cuadro procede del antiguo Museo del Infantería. En él, Calonge luce todas sus condecoraciones y las correspondientes bandas.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal.
A. Carrasco y Sayz, Icono-biografía del Generalato Español, Madrid, Imprenta del Cuerpo de Artillería, 1901; G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; VV. AA., Personajes de la Historia de España, Madrid, Espasa Calpe, 1999.
Vicente Alonso Juanola