Arístegui y Vélez Ladrón de Guevara, Rafael de. Conde de Mirasol (II). Jerez de la Frontera (Cádiz), 15.I.1794 – Madrid, 9.XI.1863. Teniente general, ministro de la Guerra y de Marina, caballero Laureado de San Fernando, capitán general de Puerto Rico y senador del reino.
Hijo de Antonia Vélez y Luis Segundo Arístegui Robín, a quién sucedió en la merced de conde de Mirasol que el Rey le había concedido en 1770. Comenzó sus primeros pasos en la carrera de las armas con apenas catorce años. Así, en 1808 sentó plaza como soldado en el Batallón de Voluntarios de Jerez, ingresando al año siguiente en el Colegio de Guardiamarinas de San Fernando y embarcando en el navío Algeciras, con el que al poco tiempo se trasladó al castillo de San Juan de Ulúa.
En 1811 fue ascendido a alférez de fragata y dos años después regresó a Cádiz, donde se le nombró subteniente del 1.er Regimiento de Infantería de Marina.
En 1819 fue destinado a Ultramar, partiendo al año siguiente para llevar a Veracruz y La Habana correspondencia pública y de oficio, regresando a la Península en ese mismo año.
En 1821, estando de nuevo en Veracruz, sufrió el asedio de esta plaza y la retirada de su población al castillo de San Juan de Ulúa; en el mes de septiembre de ese año se le había concedido el empleo de capitán de Infantería.
Ascendido a teniente de fragata en 1824 y a teniente de navío al año siguiente, en 1827 abandonó la Armada para pasar al Ejército con el empleo de capitán de la Guardia Real de Infantería.
En 1832 fue ascendido a brigadier y destinado a la isla de Cuba y poco después nombrado segundo cabo de la isla de Puerto Rico, pero estos destinos no tuvieron efecto y continuó en la Península desempeñando diversas comisiones; entre otras, casó con María de la Concepción Doz y Gordon.
Nombrado gobernador de Calatayud, en 1833, al ir a revistar al Regimiento Provincial de Córdoba se topó en Jarque con una unidad carlista a la que se enfrentó bravamente, recibiendo dos heridas de las que tardó varios meses en curar y siendo recompensado con la Cruz de San Fernando de 4.ª clase, Laureada.
Una vez restablecido se incorporó al Ejército de Vascongadas, combatiendo en Artaza y en los altos de la Descarga, y resistiendo en Bilbao durante más de veinte días el sitio puesto por los carlistas, siendo premiado con el ascenso a mariscal de campo y nombrado comandante general de Castellón, Tortosa y Teruel.
En 1836 tomó parte en la acción de las alturas de Arlabán y, más tarde, se le confió el cargo de gobernador militar de Cartagena, volviendo al año siguiente a combatir en el Norte.
Fue nombrado en 1838 segundo cabo de la isla de Cuba, donde en 1843 recibió el ascenso a teniente general, tras lo cual desempeñó el cargo de capitán general de Puerto Rico, en el que se mantuvo hasta 1847, año en que regresó a España, trasladado a la Capitanía General de Castilla la Nueva.
Volvió a pasar a Cuba en 1850, encontrándose en la Isla al producirse el desembarco del ex mariscal de campo Narciso López, siendo nombrado comandante general de los tres departamentos. En ese mismo año se le encomendó la Capitanía General de Andalucía y al siguiente la cartera de Guerra, cargo del que dimitió enseguida, siendo a continuación designado consejero extraordinario de Ultramar.
En 1852 fue nombrado ministro de Marina y al año siguiente se hizo cargo de la Capitanía General de Andalucía, en la que cesó en 1854, haciéndose cargo dos años después de la Dirección del Cuartel de Inválidos, cuyo destino desempeñó juntamente con el de senador del reino, que había obtenido el 15 de agosto de 1845.
Era caballero Gran Cruz de las Órdenes de San Hermenegildo, Carlos III e Isabel la Católica.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, secc. 1.ª, leg. A-2294.
P. Chamorro Martín y Baquerizo, Estado Mayor General del Ejército español, t. I, Madrid, Imprenta de Tomás Fortanet, 1851-1854; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001; D. I. Parada y Barreto, Hombres ilustres de la Ciudad de Jerez de la Frontera, ed. facs., Sevilla, Extramuros, 2007, págs. 32-42.
José Luis Isabel Sánchez
