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Basilio San Martín y Olaechea

Biografía

San Martín y Olaechea, Basilio. Álava, 1820 – Madrid, 31.VII.1901. Doctor en Medicina, catedrático de Anatomía, médico de la Real Cámara, senador, escritor.

Llegó muy joven a Madrid, donde estudió Medicina en el Colegio de San Carlos, distinguiéndose como un brillante alumno. Siguió las enseñanzas de su tío, el distinguido médico José Martínez de San Martín. Siendo todavía alumno obtuvo un premio dado por una corporación científica sobre un asunto bastante revolucionario y novedoso entonces, que títuló “Riesgos y ventajas del nuevo método de anestesia quirúrgica”. Obtuvo el grado de licenciado en Medicina y Cirugía con sobresaliente y Premio Extraordinario. A continuación fue profesor auxiliar de Anatomía, disciplina por la que sentía una apasionada vocación. A los dos años de licenciarse, ganó por oposición una plaza de médico del Real Patrimonio y también una plaza de catedrático supernumerario de Anatomía que, dos años después, ocupó como catedrático numerario de Anatomía y Disección. Recibió el doctorado en Medicina el 1 de julio de 1854 por su tesis: Discurso preliminar a la higiene de las pasiones, que publicó.

Con el tiempo pasó a ser nombrado decano de los médicos de la Real Cámara. También ocupó, durante casi toda su vida, el puesto de médico del Colegio Oficial de Sordomudos y Ciegos, especializándose en la medicina de la sordomudez.

Pasó a la historia de la medicina española por ser el médico español que practicó la primera anestesia por cloroformo, en el Hospital General de Madrid, en un enfermo que operó Bonifacio Blanco.

Su profundo humanismo determinó su dedicación al apoyo de personas débiles y desvalidas. Por ejemplo, fue un decidido impulsor del llamado Montepío facultativo, para protección de médicos ancianos, pobres o inválidos, al que dedicó gratuitamente muchas horas de su vida. Otro ejemplo de esta dedicación humanitaria fue su actuación como vocal del Consejo Superior Penitenciario y de la Junta Superior de Prisiones, donde luchó por la mejor habitabilidad de las cárceles y por el mejor trato sanitario y psiquiátrico a los presos, trocando el régimen carcelario en “menos duro y seguidamente más provechoso, tanto para el recluso como para la propia sociedad” (V. Matilla, 1982).

En acta de la Real Academia Nacional de Medicina de 11 de junio de 1860, se efectuó el nombramiento y toma de posesión de cuatro nuevos académicos de número, entre ellos el doctor Basilio San Martín. Aquel acto era la conclusión de un nuevo proyecto sobre el modo de nombrar académicos de número, puesto en marcha por el presidente Castelló. Se hacía público el número de vacantes y se abría un concurso, en el que podían participar todos los médicos que se creyeran con antecedentes meritorios y, además, deberían redactar una Memoria ad hoc de tema libre. Un grupo escogido de académicos seleccionaría los mejores aspirantes y todos los académicos terminarían votando en secreto a quienes juzgaban más idóneos. Es evidente que la Memoria de San Martín llamó la atención de los académicos (aparte sus méritos profesionales), pues se trataba de una reflexión de altos vuelos sobre el aforismo de Baglivio: “Medicus naturae ministeret interpres...”, que proponía ampliar por el siguiente. “El médico es el verdadero intérprete de la naturaleza, y estará a la altura de su importantísima misión, si llega a entender cuanto ha de imitar, ayudar, corregir o contrariar las tendencias a los actos del organismo enfermo, y a poseer la habilidad bastante para poner en práctica oportunamente los recursos terapéuticos que sean convenientes o necesarios”. Casi veintisiete años después de ser nombrado académico numerario, al producirse la vacante de presidente de la Real Academia, el 11 de enero de 1887, la Comisión nombrada al efecto, propuso una terna, compuesta por los doctores Calvo, Castelo y San Martín, por orden alfabético. El escrutinio secreto de veinte votantes dio por resultado: San Martín, doce votos; Calvo, cinco votos; Castelo, dos; un voto nulo. Fue nombrado presidente, pues, San Martín por mayoría absoluta. Finalizado el bienio presidencial, en votación del 20 de noviembre de 1888, fue reelegido por otros dos años más.

“Durante los cuatro años que estuvo en la Presidencia actuó con toda diligencia y entusiasmo en defensa de los intereses de la Academia, mereciendo la aprobación y alabamza unánimes de sus compañeros, gratamente dedicados a sus tareas y trabajos” (V. Matilla, 1982). Prueba de la adhesión de los académicos con su presidente, fue el nombramiento de senador representante de la Academia, por unanimidad.

 

Obras de ~: Discurso preliminar a la higiene de las pasiones. Leído en la Universidad Central en el solemne acto de recibir la investidura de Doctor de Medicina y Cirujía [sic], Madrid, Imprenta de D. Andrés Peña, 1854; El médico es ministro e intérprete de la naturaleza; cualquier cosa que medite y haga, si no la obedece no la manda, Madrid, 1859 [ms. en la Real Academia de Medicina]; Estudio de la sordomudez. Discurso pronunciado por Basilio San Martín en la inauguración de las sesiones del año 1876, Madrid, Real Academia de Medicina, 1876; et al., Discursos pronunciados en la inauguración de las sesiones de la Real Academia de Medicina de Madrid, en el año de 1876. Matías Nieto Serrano, Marqués de Guadalerzas, y Basilio San Martín, Madrid, Imprenta de los señores Rojas, 1876; “Homenaje al Dr. D. Juan Creus (q.s.g.h.) por los Sres. Basilio San Martín et al.”, en Anales de la Real Academia Nacional de Medicina (1881), págs. 294-297; “Discurso sobre la epilepsia”, “Rectificaciones sobre la epilepsia”, “Discurso dando cuenta del fallecimiento del académico Don Nicolás Santero, anterior Presidente”, en Anales de la Real Academia de Medicina (ARAM) (1888), págs. 210-211, págs. 205-210, 289-293, 294-298 y pág. 181, respect.; “Discurso dando cuenta del fallecimiento del académico Don Rafael Martínez y Molina” y “Observaciones sobre el tratamiento de la tartamudez”, en ARAM (1891), pág. 197 y pág. 138, respect.

 

Bibl.: D. Hidalgo, Diccionario General de Bibliografía Española, vol. II, Madrid, Imprenta de J. Peña. 1867, pág. 311; D. Carlán, “Don Basilio San Martín”, en El Siglo Médico, 4 de agosto de 1901, n.º 2.484, pág. 480 [noticia necrológica]; “Discurso en honor de los académicos difuntos, Sres. Don Basilio San Martín y Don Pascual Candela”, por el Señor Marqués de Guadalerzas, en Anales de la Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1901, sesión del 19 de septiembre de 1901, págs. 299-300; J. Álvarez-Sierra, Diccionario de Autoridades Médicas, Madrid, Editora Nacional, 1963, pág. 487; V. Matilla, Galería de Presidentes de la Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, Instituto de España, 1982, págs. 105-114; V. Matilla, Historia de la Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, Industrias Gráficas España, 1984, págs. 101 y 228; Las Reales Academias del Instituto de España, Madrid, Alianza Editorial, 1992, pág. 363; Bibliographia Medica Hispanica, 1475-1900, vol. V, Libros y folletos, 1851-1900, Valencia, Universitat, CSIC, pág. 808, n.º 4817.

 

Fernando Rodríguez de la Torre

Relación con otros personajes del DBE

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