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Félix de Norzagaray y Aldama

Biografía

Norzagaray y Aldama, Félix de. Arceniega (Álava), 21.II.1802 – Bilbao (Vizcaya), 17.I.1878. Brigadier de Infantería, gobernador militar de Guipúzcoa, Huelva, Oviedo, León y Bilbao.

Vino al mundo el 21 de febrero de 1802 en la pequeña localidad alavesa de Arceniega. Fue el quinto de los hijos habidos del matrimonio entre Josef Longinos de Norzagaray Velasco y María Aldama Llano.

El asentamiento de sus ancestros en la localidad de Arceniega está documentado desde la segunda mitad del siglo XVII.

En octubre de 1817 ingresó como cadete en el llamado Regimiento de Infantería de Arequipa, un regimiento que estaba encuadrado en la llamada División del Callao del Ejército Real del Perú, embarcándose al mes siguiente para formar parte de la expedición militar destinada en la conocida como reconquista del reino de Chile.

Durante aquellos años, España estaba sumida de lleno en las denominadas guerras de independencia hispanoamericanas que poco a poco irían suponiendo la separación del dominio español sobre territorio americano, lo que en la práctica significaría la pérdida de los virreinatos y capitanías generales allí establecidos por la corona española desde siglos anteriores.

Una de las primeras acciones bélicas en la que participó Félix de Norzagaray fue durante el mes de enero de 1819 en la denominada batalla del Biobío, que tuvo como resultado la primera victoria del Ejército Unido Libertador de Chile, que cerraba de esta manera la segunda campaña al sur de dicho país.

En ese mismo año, Félix de Norzagaray conseguía su ascenso al empleo de subteniente.

Tras la retirada con su batallón, Félix de Norzagaray fue ascendido en febrero de 1821 a teniente, y en 1822 ya ejercía como habilitado de su cuerpo, incorporándose de nuevo a las tropas del ejército realista para hacer frente a los cada vez más generalizados procesos de insurrección independentista en la expedición sobre la capitalidad del Perú, único territorio en manos españolas que permanecía bajo el gobierno del recién nombrado virrey español José de la Serna y Martínez de Hinojosa, I conde los Andes.

Félix de Norzagaray participó en la penosa retirada hacia el interior del Perú, habiendo pasado por la cordillera de los Andes y cubriendo con su batallón la retaguardia del ejército realista, llegando a hacer un reconocimiento militar en la Fortaleza del Real Felipe, establecida en la bahía del Callao, ocupada por las tropas de la Expedición Libertadora del Perú, sufriendo el asedio y el fuego de las baterías enemigas por espacio de quince minutos, consiguiendo sofocar, por poco tiempo, dicha insurrección.

Tras salir ileso de los acontecimientos conocidos como la sublevación del Callao, el entonces teniente Norzagaray fue de nuevo ascendido a capitán de la Guardia Real en marzo de 1824, participando nuevamente con su regimiento en lo que se conoce como Batalla de Ayacucho, considerada como uno de los grandes y últimos enfrentamientos dentro de las guerras de independencia hispanoamericana, que terminaría definitivamente con el dominio español en aquel territorio.

Tras la victoria del ejército libertador sobre el ejército realista del Perú, se firmó la llamada Capitulación de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, lo que en la práctica significaba que el ejército al mando del virrey de la Serna renunciara definitivamente a seguir en la lucha, proclamándose desde ese momento la independencia del Perú.

Como consecuencia de dicha capitulación, Félix de Norzagaray embarcaba para abandonar aquellos territorios, cuya soberanía había dejado de ser española, junto con otros compatriotas militares, y así arribar en el puerto de Cádiz el 20 de septiembre de 1825.

Procedente de ultramar y “en atención a su buena conducta”, Norzagaray obtuvo la correspondiente licencia ilimitada e indefinida el 20 de octubre de 1825, que, finalmente y en la práctica, se extendería hasta comienzos del año 1828.

En el mes de junio del citado año, Félix de Norzagaray reingresó de nuevo en el ejército con el grado de capitán en el llamado Regimiento de Infantería de Línea América 14, cuya actuación más destacable se desarrolló durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840).

Junto a este regimiento, Norzagaray se encargaría personalmente de perseguir a las diferentes facciones carlistas asentadas en tierras de Aragón y Cataluña, llegando a encabezar la acción militar en la ermita de Vallivana, lugar de refugio para el cabecilla y destacado líder de la tropa carlista Ramón Cabrera y Griño, marqués del Ter y I conde de Morella.

Félix de Norzagaray participó activamente en la persecución del general carlista Miguel Gómez y Damás por tierras de Andalucía durante los últimos meses del año 1836, al que finalmente no conseguiría apresar, a pesar de que el general carlista llegara a estar asediado por más de veinticinco mil hombres y lograra escapar, hasta que llegó a Gibraltar, para regresar de nuevo a las provincias del norte, burlando y dejando en evidencia al ejército cristino.

A finales del mes de enero de 1837, Félix de Norzagaray era dado de baja por quedar en expectativa de destino, volviendo a incorporarse al servicio en activo mediante real orden de 21 de diciembre, siendo de este modo, destinado al negociado de la plana mayor, dependiente del Ministerio de la Guerra, donde trabajó hasta el mes de septiembre del año 1842.

En 10 de junio de 1840 obtenía el grado de comandante de Infantería con la antigüedad de 9 de noviembre de 1836 y el 9 de octubre de 1841 el grado de teniente coronel con la misma antigüedad.

Desempeñó, desde octubre de 1842 hasta el año 1844, el cargo de secretario de la Inspección General del cuerpo de Carabineros, permaneciendo de reemplazo durante los años 1844 y 1845, siendo destinado el 8 de abril de 1846 a las órdenes del capitán general de Extremadura, Fernando de Norzagaray y Escudero, del que, además, fue nombrado su secretario particular. Durante su estancia en Extremadura, Félix de Norzagaray estuvo al mando y al frente de la división expedicionaria que en junio de 1847 entró en Portugal con motivo de la ocupación y pacificación en dicho país, y así tratar de reducir el excesivo protectorado que los británicos ejercían desde hacía tiempo. Tras la ocupación militar de la ciudad de Oporto por parte de la División Española el 3 de junio de 1847, fue a finales del mismo mes, y tras las operaciones del ejército español, cuando se firmó el conocido Tratado de Gramido, en el que se recogían las medidas necesarias para el cumplimiento pacífico de las resoluciones de la llamada Alianza Cuádruple, formada en 1834 por Reino Unido, España, Portugal y Francia, y así garantizar el apoyo dinástico a la hija de Fernando VII, la reina Isabel II de España, frente a las pretensiones de Carlos María Isidro de Borbón.

Con la firma del Tratado de Gramido, la ciudad de Oporto se sometía a la obediencia del gobierno de la reina María II de Portugal.

El 2 de agosto de 1847, Félix de Norzagaray obtuvo el grado de coronel, y con fecha 1 de julio de 1849, era nombrado mediante Real Orden, jefe redactor de las hojas de servicio de los jefes y oficiales revalidados de Aragón procedentes de las filas carlistas.

En enero de 1851, pasó a estar un mes destinado a las órdenes directas del capitán general de Castilla la Nueva, y en febrero del mismo año fue destinado a las órdenes directas del que fuera capitán general de Andalucía.

Desde Sevilla, Félix de Norzagaray solicitaba el 29 de enero de 1852 el empleo de brigadier de Infantería, “fundado en los servicios que tiene prestados tanto en España como en América”, empleo al que finalmente se le promovió en enero de 1853.

Tras merecer la confianza por parte del capitán general de las Vascongadas y coincidiendo con el inicio del bienio progresista (1854-1856), Félix de Norzagaray fue nombrado para el cargo de gobernador militar de Guipúzcoa y plaza de San Sebastián con fecha 3 de septiembre de 1854.

Los problemas de salud empezaban a debilitar al brigadier Norzagaray. Mientras, el 20 de diciembre de 1855, era trasladado como gobernador militar de la provincia de Huelva, y en marzo de 1856 fue nombrado para ocupar de manera interina el cargo de gobernador militar de Vizcaya, en sustitución del brigadier Casimiro Cañedo, cargo que Norzagaray obtuvo en propiedad el 10 de mayo del mismo año.

El 5 de febrero de 1857, Félix de Norzagaray era propuesto para el cargo de gobernador militar de la provincia de León, pero en una instancia de su puño y letra, suplicaba que, “debido al efecto de las campañas de su dilatada carrera y su quebrantada salud”, se le concediera licencia para el mismo cargo en la plaza de Bilbao, gracia que finalmente le sería concedida, y que le mantendría en el puesto hasta el 30 de octubre de 1858.

En 1859, Norzagaray era de nuevo nombrado para el puesto de gobernador militar de la provincia de Oviedo, cargo en el que se mantuvo muy poco tiempo, ya que nuevamente se vería obligado por motivos de salud, a presentar su exención del servicio militar el 25 de febrero de 1864, retirándose definitivamente en la ciudad de Bilbao con la pensión anual correspondiente de 275 escudos.

Como brigadier exento del servicio, las últimas noticias sobre Félix de Norzagaray se recogen el 30 de octubre de 1868, relacionadas con su adhesión al manifiesto del alzamiento nacional reconocido en el gobierno de la Junta Nacional, establecida en la villa y corte de Madrid por aquel entonces.

Félix de Norzagaray y Aldama fue nombrado Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, mediante real cédula de 20 de julio de 1836, ostentó desde su nombramiento, realizado por la reina regente María Cristina de Borbón dos Sicilias, en nombre de su augusta hija, la reina Isabel II, el 23 de enero de 1840, la Cruz de Comendador de la Real y Americana Orden de Isabel la Católica, libre de todo gasto en atención a los relevantes servicios que prestó en los dominios de ultramar y particularmente en la plaza del Callao, fue igualmente nombrado en 1847 Comendador de la Real Orden Militar portuguesa de Nuestro Señor Jesucristo en atención a los servicios que prestó durante las operaciones de pacificación en Portugal en el citado año, en el que también sería condecorado con la placa de San Hermenegildo. Fue además condecorado con la Cruz de 1ª clase de San Fernando en febrero de 1849, y el 24 de junio de 1871, le fue concedida como broche a su dilatada carrera, la Gran Cruz de San Hermenegildo.

Contrajo matrimonio con Pascuala Lecha Sierra, hija de Faustino Lecha Martínez, oficial mayor de la Administración de Rentas de Aragón, y de Pascuala Sierra.

El matrimonio Norzagaray-Lecha tuvo seis hijos, llamados Felisa, Pilar, Amalia, Elena – que casó en la ciudad de Barcelona en el mes de junio de 1870 con Pedro Rino López, uno de los hijos del conocido y reputado médico homeópata Pedro Rino Hurtado y su primera mujer, Marcelina López Osorio–; José María, estudiante y seminarista en el Real Seminario Científico e Industrial de Vergara, futuro director de tercera clase del cuerpo de correos; siendo el último de sus hijos, Luis Norzagaray y Lecha, casado con Magdalena Inurrigarro.

Félix de Norzagaray y Aldama fallecía en la ciudad de Bilbao el 17 de enero de 1878, siendo enterrado en el cementerio civil y no religioso de Mallona, dejando tras de sí una brillante hoja de servicios militar tanto en España como en los territorios de ultramar.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Sección 1ª, legajo nº 562, Hoja de Servicios del Brigadier de Infantería Félix de Norzagaray y Aldama; Archivo Histórico Nacional (AHN), Nombramiento de Comendador de la Orden de Isabel la Católica a Félix Norzagaray, Capitán de la Guardia Real de Infantería, Estado, 6323, Exp. 61; Expediente de clasificación de cesantía de Félix Norzagaray, Secretario Inspector de Carabineros, FC-Mº HACIENDA, 2994, Exp. 21, Fecha de formación 1844-1845.

Cuerpo de Carabineros del Reino. Escalafón General para el año de 1862, Madrid, Imprenta de D. Anselmo Santa Coloma, 1862; La Ilustración Española y Americana, 22, 5 (8 de febrero de 1879), pág. 94.

 

José Antonio Rufete García