Bernáldez y Fernández Folgueras, Emilio. Port Louis (Isla Mauricio), 11.I.1825 - Madrid, 23.VI.1876. Brigadier del ejército, coronel de Ingenieros.
Su nacimiento en Port-Louis (Isla Mauricio) se debió a que sus padres viajaban desde Manila a España cuando se produjo su alumbramiento. Su madre, era hija del brigadier y oficial de Ingenieros, Mariano Fernández de Folgueras, el cual, siendo segundo cabo de Filipinas, murió asesinado el 3 de junio de 1823 por su heroica negativa a entregar las llaves de la plaza a la soldadesca insurrecta.
Ingresó en la Academia Especial de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1841, saliendo como teniente del Cuerpo el 23 de septiembre de 1845, una vez terminados con aprovechamiento los estudios reglamentarios. En 1846 era destinado a las islas Filipinas como capitán de ultramar (al ser destinados a ultramar, recibían el grado inmediato superior, que perdían al volver a la Península), donde participó en numerosas expediciones organizadas contra los piratas, demostrando en todas ellas gran valor, como en la toma del fuerte de Balanguingui o el asalto al fuerte de Joló en 1851. En la primera de estas acciones, resultó herido de gravedad mientras construía una batería fortificada cercana al fuerte enemigo de “Sipac”, por lo que era recompensado con la Cruz de San Fernando de 1ª Clase.
Con antelación, en febrero de 1849, hallándose de comandante de Ingenieros de Zamboanga, fue agregado al cuartel general de la segunda expedición contra Balanguingui y se halló en las operaciones llevadas a cabo en las islas de Tonquil, Tapiantanan, Pilas y Balanguingui. Por su valeroso comportamiento fue elogiado en la orden general en la que se hacía constar sus méritos en la expedición. También en 1850, fue agregado a la columna de Misamis con el encargo especial de reconocer el territorio sur de Mindanao, levantar planos de sus puertos y proponer la localización de un puesto militar en la bahía de Illana, con cuya columna atravesó la isla de Mindanao, lo que no se había conseguido desde la conquista de la citada isla. Sus estudios facultativos acerca de esta extensa isla sirvieron de base para fundar en ella el establecimiento político-militar de Pollok, de cuyo mando fue el primero en encargarse, dirigiendo al propio tiempo no solo las obras de fortificación, sino las de varios edificios militares. En diciembre del último año citado, 1850, sirviendo en Manila, fue destinado al Cuartel general de la expedición contra las islas de Joló, y el 30 del mismo mes, se le comisionó con un oficial de la Armada para desembarcar en Joló y conferenciar con el sultán, en cuya empresa corrieron los comisionados inminente peligro de muerte con que le amenazaron de cerca los bárbaros isleños de Joló.
En abril de 1852 entregaba el mando político y militar al jefe nombrado en propiedad para el establecimiento, concurriendo como voluntario en la expedición que aquel dirigió contra Sugut. Al comenzar las operaciones cayó herido gravemente el mencionado jefe (el coronel Ozcariz) y tomando entonces Bernáldez el mando de la columna, asaltó y tomó el fuerte de Sugut, con ocho cañones y gran cantidad de pertrechos. Durante su permanencia en Pollok tuvo muy serias luchas con los “moros” (así llamados los filipinos de religión musulmana), en una de las cuales resultó herido de gravedad, ganando entonces una nueva cruz de San Fernando de 1ª clase.
Vuelto a la Península en 1852, como consecuencia de una licencia por enfermo, era destinado una vez restablecido, como profesor en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, en la que permaneció durante dos años explicando la asignatura de Artillería y Fortificación, tomando parte con posterioridad en numerosas comisiones facultativas en el extranjero. Entre ellas, una en Austria y Lombardía. Había ascendido a capitán del Cuerpo en julio de 1846 y, por méritos de guerra, desde abril de 1852, era teniente coronel de Ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo). En 1854 estaba destinado en la Dirección de Ingenieros de Cataluña.
En 1859 se encontraba con destino en la Dirección General de Ingenieros, pasando en ese año a formar parte del Ejército de África (Guerra de África), donde fue nombrado mayor general de Ingenieros del Cuerpo de reserva del ejército de África. Asistió como tal a los combates del 30 de noviembre, 8 y 12 de diciembre. En esta campaña participó activamente a numerosas acciones, en una de las cuales, agregado voluntariamente a un escuadrón de Caballería, cargó con él contra el enemigo, resultando durante la acción muerto su caballo. También se encargó de la Comandancia General de Ingenieros por haber sido herido el jefe que la desempeñaba, en cuyo cargo continuó hasta el 23 de enero de 1860.
Terminada la guerra, era promovido a comandante de Ingenieros en septiembre de 1860, volviendo a la Dirección General del Cuerpo, donde estaba destinado antes de la campaña. Permaneció en la misma hasta marzo de 1862, en que era destinado como jefe del Batallón de Obreros que acababa de crearse. En julio de 1864 se le comisionó para asistir a las operaciones de la guerra emprendida por Prusia y Austria contra Dinamarca, pasando a continuación a visitar los países de Alemania, Inglaterra y Francia, para el estudio de diversas cuestiones facultativas. En ese mismo año de 1864 fue nombrado profesor del Príncipe de Asturias (futuro Alfonso XII), cargo que ejerció hasta la Revolución de septiembre de 1868. Acordado en Consejo de Ministros, el ascenso a coronel de Ejército del teniente coronel de Ingenieros Bernáldez, por sus numerosos e importantes servicios, sobrevino la citada revolución y, como consecuencia de ella, la salida para el extranjero de la familia real. Durante la expatriación de esta, Bernáldez no aceptó ningún destino, permaneciendo excedente o supernumerario sin sueldo, y cuando en 1874 fue destinado por falta de personal, pidió su retiro, que le era concedido con fecha 26 de agosto, como coronel de Ingenieros, que era su empleo entonces, pasando a la reserva con posterioridad, a petición propia.
Restaurada la Monarquía, volvió Bernáldez al servicio activo, como comprendido en el decreto de 5 de enero de 1875. En 17 del mismo mes, era nombrado ayudante de órdenes de S.M. el Rey, su antiguo discípulo, y en el mismo día también salió para Navarra con el monarca, asistiendo a las operaciones que produjeron el levantamiento del bloqueo de Pamplona (Tercera Guerra carlista). Fue promovido a brigadier de Ejército el 19 febrero de 1875, causando baja en el Cuerpo de Ingenieros, pero continuó al lado de S.M. como ayudante de campo. Como tal, asistió también en enero de este año a las últimas operaciones de la guerra civil y, pocos días después de su regreso, en marzo último, fue cuando se sintió atacado de la enfermedad que le ocasionaría la muerte.
Su obra, Reseña histórica de la guerra al sur de Filipinas, publicada en Madrid, en 1867, fue calificada de “magistral”, valiéndole para recibir el título de correspondiente de la Real Academia de la Historia.
Obras de ~: Artillería moderna de mar y de tierra, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1856; Reconocimientos topográfico-militares, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1857; Reseña histórica de la guerra al Sur de Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1858; Discusión de las disposiciones y medios defensivos convenientes para el caso de que el enemigo venga por mar a atacar un conjunto de este Archipiélago, s.l., 1860; La Fortificación moderna, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1860; Estudio para casamatas de Artillería, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1862; Guerra entre Alemania y Dinamarca en 1864, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1864; Descripción de la plaza belga de Amberes, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1866; Reseña histórica de la guerra al sur de Filipinas sostenida por las armas españolas contra los piratas de aquel archipiélago, desde la conquista hasta nuestros días, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1867; Noticia sobre la Gran Defensa. Nuevo método de fortificación. Su autor el Teniente Coronel D. Félix Prósperi, Ingeniero de los Exércitos de S. M. Católica el Rey Don Felipe V, Monarca de las Españas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1868; Elementos de Fortificación pasajera, para uso de los Oficiales de las Armas generales, Madrid, Imp. y Litogr. del Depósito de la Guerra, 1871; “Noticias referentes a la organización y fuerza del ejército de la Confederación de la Alemania del Norte en general y de sus tropas de ingenieros en particular, con un apéndice que trata de la constitución del nuevo imperio alemán”, en Memorial de Ingenieros (1871).
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.
J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, Imprenta y Fundición de Manuel Tello, 1876; “Necrología”, en Memorial de Ingenieros y Revista Científico Militar (15 de agosto de 1896); Índice Analítico del Memorial de Ingenieros (1843-1920), Madrid, 1921; Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Establecimiento Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911, 2 vols.; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros (Madrid, Ministerio de Defensa), n.os 63- 66 (2001 y 2002).
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño