Cabrinety Cladera, José. Palma de Mallorca (Islas Baleares), 26.VII.1823 – Alpéns (Barcelona), 9.VII.1873. Jefe militar, brigadier.
Al cumplir los trece años, su madre, Magdalena Cladera Socías, viuda del capitán José Cabrinety de Juan, solicitó y obtuvo para él la gracia de cadete en el Regimiento de Infantería de Gerona, siguiendo estudios en el domicilio familiar, hasta que en julio de 1839, al cumplir los dieciséis años, se incorporó a su Cuerpo, destacado en Guipúzcoa, donde estaba declarado el estado de guerra.
En el mes de septiembre siguiente pasó a Aragón.
Un mes más tarde se encontraba, al mando del general Castañeda, en la toma de Miravete (Teruel) y sus alturas, y continuó el resto del año en operaciones.
En abril de 1840 tomó parte en la provincia de Teruel en la toma de las plazas de Aliaga y de Alcalá de la Selva, y en mayo en la de Morella (Castellón), mes en el que fue promovido a subteniente por antigüedad y trasladado al Regimiento de Aragón, con el que asistió en julio a la toma de Berga (Barcelona).
Arrojadas de Cataluña las últimas facciones carlistas, continuó el resto del año prestando servicios de guarnición en diversas plazas de las provincias de Barcelona y Huesca.
En mayo de 1841 regresó al Regimiento de Gerona.
Intervino en el mes de octubre en la sofocación de la sublevación que estalló en Pamplona en contra del general Espartero, tomó parte en el bloqueo de la Ciudadela y en el combate de Cizur, y pasó a continuación al valle de Baztán para cubrir la frontera.
Los años siguientes guarneció las plazas de Pamplona, Vitoria, Salvatierra (Álava) y Tafalla (Navarra), intervino en el alzamiento contra Espartero en la provincia de Álava, y se trasladó a continuación a Zaragoza, donde se sumó al levantamiento progresista, sufriendo el bombardeo dirigido por el general Manuel de la Concha hasta la capitulación de la ciudad.
Entonces le fue perdonada su actuación, pero se vio obligado a abandonar el Ejército al recibir la licencia absoluta.
En noviembre de 1846, cuando residía en Palma de Mallorca, se acogió a la amnistía política decretada por el Gobierno, pasando a la situación de retirado sin sueldo.
El regreso de Espartero en 1854 le permitió retornar al Ejército en el mes de febrero del año siguiente con el empleo de capitán, concedido como gracia general.
En 1856 consiguió destino en el Batallón de Reserva de Almería, en el que pasó a desempeñar el cargo de vocal de la Comisión Militar de aquella provincia.
Al año siguiente fue trasladado al Regimiento del Rey, al que se incorporó en Barcelona y donde quedó de guarnición.
En el mes de septiembre de 1859 embarcó en Barcelona con su regimiento y destino a Algeciras, de donde pasó a Ceuta formando parte del ejército expedicionario. Entró en operaciones contra los moros el 19 de noviembre siguiente, intervino en numerosas acciones, entre ellas en la toma del Serrallo, en los combates del reducto de Isabel II y del boquete de Anyera, y en la batalla de sierra Bullones. Al año siguiente tomó parte en las batallas de Los Castillejos y de Tetuán. Una vez firmada la paz permaneció acampado en el Serrallo formando parte del ejército de ocupación, regresando a la Península en el mes de enero de 1861. Por su comportamiento durante la campaña, fue recompensado con la Cruz de 1.ª clase de la Real y Militar Orden de San Fernando y con el grado de comandante. Un mes después fue trasladado al Batallón de Cazadores de Alcántara, con el que durante los años siguientes guarneció, entre otras plazas, las de Barcelona, Lérida, Mataró y Figueras.
En 1866, partió de Figueras en persecución de las doce compañías del Regimiento de Bailén, de guarnición en Gerona, que se habían unido al fracasado plan revolucionario de Prim, a las que acosó, batió y obligó a internarse en Francia, formando parte en los días siguientes de la Columna del Ampurdán, con la que efectuó reconocimientos de la frontera francesa.
Al año siguiente operó contra partidas de sublevados que actuaban en la provincia de Tarragona, con las que tuvo varios encuentros, y por lo que recibió como premio a su comportamiento una Cruz Roja al Mérito Militar.
En 1868 se trasladó a Granada con su batallón para mantener el orden en aquella ciudad. Pasó en el mes de septiembre a formar parte del ejército de operaciones de Andalucía, al mando del marqués de Novaliches, que el día 28 de dicho mes se enfrentó en el puente de Alcolea a las tropas liberales, tras lo cual se adhirió al levantamiento contra Isabel II, siendo recompensado con el empleo de comandante y destinado, como segundo jefe, al Regimiento de Córdoba, al que se incorporó en Vigo.
Trasladado en 1870 al Regimiento de Navarra, de guarnición en Tarragona, al año siguiente pasó a Barcelona, encomendándosele en el mes de julio el mando de una columna al frente de la cual entró en operaciones contra los carlistas en dicha provincia, enfrentándose en el mes de julio a Tristany en Mas de Pareras y a Miret en San Pablo de Ordal. En septiembre fue trasladado al Regimiento de América, y al frente de una columna de este Cuerpo combatió en la provincia de Gerona en el mes de octubre a Auguet y Savalls en las alturas de la Mare de Deu del Coll, en noviembre a Savalls cerca de Vidrá, al que se volvió a enfrentar al mes siguiente en las montañas de Santa Bárbara y en dos ocasiones en San Pedro de Osor, ganando el empleo de teniente coronel por méritos de guerra.
Estando en Olot tuvo conocimiento de la intención de varias partidas, a las que emboscó el 10 de enero de 1872 en las inmediaciones de Sallent (Barcelona), cayendo en su poder el cabecilla Frígola, actuación que le valió ser recompensado con el empleo de coronel.
El 28 de marzo, en unión de la columna del brigadier Martínez Campos, tomó parte en la toma de Berga (Barcelona), ocupada por las tropas de don Alfonso el día anterior, consiguiendo expulsarlas de la plaza. En mayo combatió en la provincia de Gerona a Boches, al que se enfrentó en Castellfullit; seguidamente liberó a Puigcerdá, que había sido sitiada por Savalls, al que se volvió a enfrentar en las faldas del Montseny.
En mayo combatió de nuevo a Savalls en Viladrau (Gerona) y más tarde le desalojó de las posiciones que había ocupado en Alpéns.
Al haber sido promovido a brigadier el 30 de abril por méritos de guerra, causó baja en el Regimiento de América y pasó a desempeñar un mes más tarde el cargo de gobernador militar de la provincia de Lérida y a partir del 27 de junio el de la provincia de Gerona.
Abatido el ejército de operaciones en Cataluña por continuos actos de insubordinación, fue elegido mediador, dado su prestigio, en la insurrección de las tropas mandadas por el general Velarde.
Convertido en el mayor enemigo de Savalls —en cuya persecución no cejaba—, se dirigió a Alpéus el 9 de julio al enterarse que éste se encontraba allí. Penetró en la población sin adoptar precaución alguna, y cayó en la emboscada que le había tendido el jefe carlista. Cuando se percibió de ello y comprobó que las salidas se encontraban cortadas, se dirigió con gran arrojo a la plaza del pueblo, donde fue abatido por el fuego enemigo, cayendo mortalmente herido.
De él escribió Pirala, que “no era un militar de estudio ni de ciencia; pero era un verdadero guerrillero, incansable, de ingenio natural, conocedor del terreno, marchando siempre a pie, montando solo en las acciones para estar con prontitud en todas partes, al revés de lo que otros hacían, y querido del soldado, porque a la vez que severo era justo y sabía halagar el amor propio e imponer el cumplimiento de los deberes.
Cuantos habían servido a sus órdenes lloraron su muerte, y la lloraban cuantos le habían tratado por el buen recuerdo que dejaba en todos los pueblos”.
Puigcerdá inauguró el 9 de septiembre de 1880 una estatua en su memoria, en agradecimiento por su liberación, que fue destruida por los anarquistas en 1936 y a cuya reconstrucción se opusieron los carlistas en 1939. La población todavía conserva una de sus plazas con su nombre.
Se le abrió juicio contradictorio para concederle la Cruz Laureada de San Fernando por los méritos contraídos en la acción del 7 de diciembre de 1872, pero finalmente no la obtuvo al considerarse que su actuación no cumplía todas las condiciones impuestas por el reglamento de la Orden. El 29 de agosto de 1873 las Cortes de la República honraron la memoria de tan valiente militar declarándole benemérito de la Patria y concediendo a su viuda la pensión correspondiente a teniente general sin mando.
Estuvo casado con Margarita Llabre en primeras nupcias y en segundas con Etelvina Guteras Sañes.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. C-230, exp. personal de José Cabrinety Cladera.
José Luis Isabel Sánchez