Barraquer y Llauder, Joaquín. San Feliú de Guixols (Gerona), 14.XII.1796 – Barcelona, 20.XI.1877. Mariscal de Campo y científico, procedente del Cuerpo de Ingenieros.
Ingresó en la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares en septiembre de 1816, de donde salió como teniente del Cuerpo el 20 de diciembre de 1820. Destinado a la Dirección Subinspección de Ingenieros en Barcelona, tomó parte en las acciones realizadas contra las facciones realistas a partir de 1820 y más tarde contra la entrada de los “Cien mil Hijos de San Luis” en abril de 1823.
Anteriormente, en septiembre de 1822 pasó a formar parte del ejército de operaciones de aquel distrito (Barcelona), con el que concurrió como ingeniero al sitio y toma de Castellfollit en el mes de octubre, a la voladura de los fuertes después de abandonados por los sitiados, ocupándose posteriormente en fortificar el pueblo de Balaguer y altura inmediata del Cristo: pasó después al bloqueo de los fuertes de Seo de Urgel, que, abandonados por las facciones en febrero de 1823, fueron inmediatamente ocupados por el ejército. Permaneció en aquellas fortalezas y fue nombrado comandante de Ingenieros de ellas durante el bloqueo y sitio que sufrieron de los franceses, desde el 23 de junio. Los sitiadores lograron subir algunas piezas de artillería en la cima del monte Cuervo que dominaba a la ciudadela, pero Barraquer construyó en esta última, en pocas horas y bajo el fuego del enemigo, una contrabatería, cuyos fuegos prontamente acallaron los de los franceses, convirtiéndose desde aquel día el sitio en bloqueo, que terminó el 22 de octubre con la capitulación de los fuertes, por haberse sabido la rendición de Cádiz. Salió la guarnición con los honores de la guerra y, quedando prisioneros los oficiales, fue Barraquer conducido al depósito de Ambigni, en Francia.
Liberado en mayo de 1824, regresó a España, siendo “impurificado” por “constitucionalista” y con licencia indefinida para la ciudad de Gerona, donde permanecería hasta octubre (siempre de 1824), fecha en la que era depurado, admitido en el Cuerpo sólo como subteniente y destinado de nuevo a la Dirección de Ingenieros de Cataluña.
En octubre de 1826 pasó a las órdenes del comandante de Ingenieros de Figueras (Gerona) y Hostalrich y fue ascendido a teniente de Ingenieros, pero con la antigüedad de 1 de octubre de 1823. En septiembre de 1827 pasó en clase de “adicto” al Estado Mayor del Ejército de operaciones de Cataluña, regresando en diciembre a la misma Subinspección.
En 1828 fue destinado al entonces único regimiento del Cuerpo, el Regimiento Real de Zapadores Minadores, permaneciendo en el mismo hasta 1830 en que pasó a prestar sus servicios a la Subinspección de Ingenieros de Aragón y después a la de Navarra, donde ascendió a capitán de Ingenieros por antigüedad el 4 de octubre de 1832. En 1833 estaba destinado de nuevo en la Dirección de Ingenieros de Cataluña y, por encargo del gobernador civil de la provincia de Gerona, desde 1836 a 1837 dirigió una cátedra de Matemáticas en la plaza, sin perjuicio del servicio.
Durante la Primera Guerra Carlista, a partir de febrero de 1837, se integró en el Ejército de Operaciones de Cataluña, tomando parte en numerosas acciones, como la dirección de los trabajos de fortificación de Santa Coloma de Farnés, Arbucias, San Salvador de Breda, Anglés, Amer y Vergés. En una de estas operaciones (acción de Peracamps, en los días 1 al 4 de febrero de 1840) obtuvo la Cruz de San Fernando de 1ª Clase por los méritos contraídos en la misma. Ese mismo año era nombrado profesor de la Academia de Ingenieros de Guadalajara, donde daría clase de física, química, dibujo y las prácticas de la segunda clase, en segundo curso.
El 27 de noviembre de 1841 ascendió a comandante de Ingenieros, continuando en la Academia hasta el mes de abril siguiente, en que fue nombrado profesor del Colegio General Militar, ejerciendo además el cargo de jefe de estudios. En 1825 se había creado el Colegio General Militar de Segovia, nombrándose como profesores a oficiales de las diferentes Armas con cadetes que debían superar cinco años de estudios. Aunque el colegio de Segovia seguiría con altibajos, el Cuerpo de Ingenieros se “desenganchaba” prontamente del mismo, restableciendo en Madrid la Academia de Ingenieros en 1826.
En enero de 1844 obtuvo el grado de coronel de Infantería (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo) en recompensa a sus distinguidos esfuerzos como profesor. En julio de 1847 dejó el Colegio por haber sido nombrado individuo de la “Comisión de Indagaciones Militares en el Oeste y Centro de Europa”, presidida por el brigadier, procedente de Ingenieros, Joaquín Loresecha y de Hijosa, marqués de Hijosa de Álava. Ascendido a teniente coronel del Cuerpo en octubre del mismo año, Joaquín Barraquer siguió en la comisión que recorrió Inglaterra y parte del Occidente de Europeo.
En marzo de 1850 se encontraba de nuevo en la Academia de Ingenieros, de la que llegó a ser jefe de Estudios, continuando en este cargo al ascender a coronel del Cuerpo el 16 de septiembre de 1854 y en marzo de 1855 se le destinó a la Dirección General de Ingenieros, como jefe del Negociado de Correspondencia extranjera y vocal de la Junta Superior Facultativa.
En 1856 era nombrado jefe del Depósito General Topográfico, cargo compatible con su anterior destino. El 7 de junio de 1862 ascendía a brigadier, marchando a Pamplona como subinspector de Ingenieros de Navarra y, ya como mariscal de campo de Ingenieros, promovido a ese empleo el 9 de enero de 1864, a Barcelona, igualmente como subinspector del Cuerpo en Cataluña. En septiembre de 1869, dirigió la represión de la insurrección republicana en esa última ciudad, siendo recompensado por sus distinguidos servicios con la Gran Cruz del mérito militar roja.
Finalmente, fue autor de varias memorias de las que especialmente una sobre la medición de alturas con el barómetro, mereció su publicación en el Memorial del Cuerpo (1847). Realizó también trabajos técnicos de importancia, como el levantamiento del plano y proyecto de rectificación del río Baró y la desecación del estanque de Ullastrell en el Ampurdán en1835. Fue gobernador militar de las plazas de Guadalajara, Pamplona y Barcelona y desempeñó varias veces el cargo de capitán general interino de Cataluña y el de ingeniero general.
Además de las condecoraciones citadas, poseía la Gran Cruz de San Hermenegildo y era Caballero de la Orden Americana de Isabel la Católica.
Obras de ~: Demostración elemental de la fórmula barométrica y explicación de su uso para medir alturas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1847.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. personales.
“Necrología”, en Memorial de Ingenieros y Revista Científico Militar (1878); A. Elías Molins, Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX, Barcelona, Imp. de Fidel Giró, 1889; Índice Analítico de las Memorias, Artículos y Noticias del Memorial de Ingenieros, desde el año 1846 al 1920, Madrid, Imprenta del“Memorial de Ingenieros del Ejército, 1925; L. Barraquer Bordas et al., “La vida y la obra científica de Luis Barraquer Ferre”, en Anales de medicina y cirugía, vol. 52, 230 (1972), págs. 301-324; J. Arencibia de Torres, Diccionario biográfico de literatos, científicos y militares españoles, Madrid, EyP Libros Antiguos, 2001; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros, (Madrid, Ministerio de Defensa), 63-66 (2001 y 2002).
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
