Aguilar y Vela, Antonio. Madrid, 20.XI.1820 – 5.VII.1882. Astrónomo.
Antonio Aguilar y Vela emigró a Francia a los diecinueve años por motivos políticos. Instalado en el país vecino, Aguilar estudió allí Matemáticas y Física en el Colegio Real de Angulema. De vuelta a España, en 1845, se dedicó a la enseñanza privada. Dos años más tarde, en 1847, ganó por oposición la cátedra de Matemáticas Elementales de la Universidad de Valladolid. Poco después, en mayo de ese mismo año, se trasladó a la Universidad de Santiago como catedrático de Matemáticas Sublimes.
Dado el interés por revitalizar las actividades del Observatorio de Madrid, una institución que había sido destruida tras la invasión francesa de 1808, Aguilar fue elegido para formarse como astrónomo.
Fue enviado en 1847, junto con el también matemático Eduardo Novella, al Observatorio de la Marina de San Fernando para realizar una estancia de preparación de dos años bajo la instrucción de Francisco de Paula Márquez. Tras su paso por Cádiz, Aguilar y Novella iniciaron un viaje que duró un par de años y en el que visitaron diferentes observatorios de Italia, Francia, Bélgica, Reino Unido y Alemania con el fin de obtener la información y establecer los contactos necesarios para adquirir el instrumental que requería el Observatorio para el desarrollo de sus programas de observación.
En Turín entraron en contacto con Plana, director del Observatorio, familiarizándose con instrumentos tan relevantes como el círculo meridiano.
Tras una estancia en Brera, en 1850 llegaron a Padua; permanecieron casi dos meses con Santini, el director del Observatorio, trabajando sobre el manejo de los instrumentos y realizando observaciones, entre las que figuran las relativas a un nuevo asteroide y un cometa recientemente descubiertos, de los que calcularon su órbita y efemérides.
Las observaciones del cometa fueron publicadas por Santini en Astronomische Nachtrichten (1850), quien cita los nombre de los españoles. En París visitaron también el Observatorio y recibieron el encargo de Gil de Zárate de entrar en contacto con los fabricantes de instrumentos para adquirir los que estimaran necesarios para el Observatorio de Madrid. Para adquirir los instrumentos viajaron también a Greenwich, donde admiraron el círculo meridiano construido bajo la dirección de Airy, y a Alemania, al observatorio de Bonn, donde entraron en contacto con Argelander, así como a Hamburgo, a visitar los talleres Repsold.
El 24 de noviembre dos reales órdenes dispusieron la creación del Observatorio Astronómico de Madrid, la aprobación de su primer presupuesto, y otra orden la compra de todos los instrumentos recomendados por Aguilar y Novella. El 4 de octubre de 1851 Antonio Aguilar tomó posesión del cargo de director del nuevo Observatorio de Madrid. Para facilitar el desempeño de su cargo, en 1849 había sido trasladado a la cátedra de astronomía de la Universidad Central de Madrid, puesto que simultaneó a partir de 1851 con la dirección del observatorio. Durante los años siguientes, llegaron al observatorio los diferentes aparatos encargados por los astrónomos en su viaje europeo. De entre este instrumental destacan: el teodolito construido por Repsold, adquirido en 1853, el círculo meridiano de Repsold instalado en 1854 y el telescopio ecuatorial de Merz recibido en 1858. Con el teodolito Aguilar determinó el mismo año de su adquisición la latitud geográfica del observatorio, que estimó en 40º 24’ 29’’, 3, trabajo que apareció publicado en la Revista de los Progresos de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Aguilar desempeñó el cargo de director del Observatorio durante más de treinta años, hasta julio de 1882. Tan sólo hubo una pequeña interrupción en su mandato, cuando fue destituido en abril de 1871 para ser repuesto en su cargo en marzo de 1872 por problemas políticos vinculados con sus simpatías hacia el carlismo. Inició en esta institución casi todas las ramas de investigación astronómica, incluyendo la observación de planetas, cometas, asteroides, eclipses de Sol, estrellas circumpolares, etc.
Antonio Aguilar pertenecía a la Junta directiva del Mapa de España desde 1853. Al Observatorio le fueron encomendadas las operaciones astronómicas para la Carta. Si se exceptúan estas labores de gran importancia, la primera empresa relevante que debió afrontar el Observatorio fue la organización de las actividades de observación del eclipse de 1860, ya que este Observatorio asumió la tarea de coordinar las operaciones que iban a realizar los distintos grupos científicos extranjeros y españoles y difundir los resultados obtenidos. El proyecto de observación del eclipse del Observatorio de Madrid se llevó a cabo en colaboración con el astrónomo italiano Angelo Secchi. Antonio Aguilar instaló su estación en el desierto de las Palmas, cerca de Castellón, tras acordar un trabajo conjunto con Secchi. Aguilar delegó todo lo relativo a la observación fotográfica en el químico valenciano José Montserrat y Riutort, uno de los adelantados de la fotografía en España. Las fotografías de Montserrat mostraron sin ninguna duda la procedencia solar de las protuberancias y, como señaló el propio Secchi, fueron de un valor incalculable para la ciencia, aunque con el tiempo el reconocimiento se lo llevó Secchi y prácticamente se olvidó a Monserrat, a pesar de que Aguilar siempre dejó clara la contribución decisiva de éste en el asunto de las fotografías de las protuberancias solares.
A partir de 1860, coincidiendo con el lanzamiento del Anuario del Observatorio de Madrid, Aguilar trabajó en la determinación de posiciones geográficas mediante un telescopio meridiano de Repsold y un péndulo y varios cronómetros construidos por Dent. El desempeño de estas labores, finalizadas en 1865, llevó poco más tarde a la colaboración entre los observatorios de Madrid y París para determinar la diferencia de longitud entre ambas instituciones.
En mayo de 1855 ingresó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la que fue secretario General desde junio de 1861 hasta su muerte.
Obras de ~: “Memoria sobre la latitud del R.O. de Madrid”, Madrid, 1853; “Sobre el eclipse total de Sol que tendrá lugar el 18 de Julio próximo”, en Anuario del Real Observatorio de Madrid, 1 (1859), págs. 152-166; “Beobachtungen der sonnenfinsterniss vom juli (1860) in Desierto de las Palmas”, en Astronomische Nachtrichten, 54 (1860), col. 17-24; “Longitudes geográficas”, en Anuario del Real Observatorio de Madrid, 4 (1862), 261-306; “Pasagge de Mercure sur le disque du soleil le 5 novembre 1868 observé à Madrid”, en Comptes Rendus de la Académie des Sciences de Paris, 67 (1868), págs. 1039-1040; 1332-1333; “Eclipse total de Sol del día 22 de diciembre de 1870”, en Anuario del Real Observatorio de Madrid, 10 (1869), págs. 323-362 más tablas; “Observations meridiennes faites à Madrid”, Astronomische Nachtrichten, 84 (1874), 213-216 ; con E. Novella: “Observaciones del planeta Neptuno, verificadas en el Real Observatorio de Madrid con el círculo meridiano de Repsold [...] y comparación con las efemérides del Sr. Bruhms insertas en el Almanaque Astronómico de Berlín para 1857”, en Revista de los Progresos de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 6 (1856), págs. 264-267. Véase una relación de trabajos de Antonio Aguilar en J. Castro, A. Ten y V. Zorrilla, Bibliographia Astronomica et Geoaetica Hispanica, 1795-1905, Valencia, IEDHC, Universidad de Valencia-CSIC.
Bibl.: A. E. Ten y T. Moya Carcel, “La formación de un astrónomo en la España del siglo xix”, en M. Esteban Piñeiro y otros (coords.), Estudios sobre la historia de la ciencia y de la técnica. Actas IV Congreso de la Sociedad Española de Historia de la Ciencia y de la Técnica, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1988, págs. 469-470; A. E. Ten, J. Castro Soler y J. M. López Piñero, “José Monserrat y Riutort y el primer descubrimiento de la fotografía astronómica: las fotografías del eclipse de Sol de 1860”, en Archives Internationales d’Histoire des Sciences, 47 (1977), págs. 3-26; J. M.ª Torroja Menéndez, “La Real Academia de Ciencias de Madrid y el Observatorio Astronómico”, en Doscientos años del Observatorio Astronómico de Madrid, Madrid, Asociación de Amigos del Observatorio Astronómico de Madrid, 1992, págs. 85-115; P. Ruiz Castell, Astronomy and Astrophysics in Spain (1850-1914), tesis doctoral, Universidad de Oxford, 2006.
Víctor Navarro Brotons y Pedro Ruiz Castell