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Carlos Cortijo y Ruiz del Castillo

Biografía

Cortijo y Ruiz del Castillo, Carlos. Villafranca del Penedés (Barcelona), 21.IV.1890 – Cuatro Vientos (Madrid), 27.X.1914. Licenciado en Medicina y aviador militar.

Hijo de Tomasa Ruiz del Castillo y del general de Adolfo Cortijo Fallés. A los veintiún años ingresó en la Caja de Reclutas n.º 94 de Valladolid. Por sorteo, el 1 de agosto de 1911 fue declarado útil y el 25 de noviembre del mismo año redimió su suerte a metálico, causando por tal motivo baja en la citada caja por su destino al depósito de la zona de Reclutamiento de Valladolid.

Al ser licenciado, en febrero de 1912, en Medicina y Cirugía, se dispone figure en la reserva facultativa del Cuerpo de Sanidad Militar, destinándosele al primer batallón del Regimiento de Infantería San Quintín n.º 47, por lo que causa baja en el depósito de la Zona de Reclutamiento de Valladolid.

El 8 de marzo de 1912, pasa destinado a Eventualidades del Servicio en la 1.ª Región Militar. Su destino estaba marcado, pues, sin perjuicio de seguir desempeñando su servicio, se hace cargo del Servicio Sanitario del Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid).

A partir de la primera promoción de pilotos (1911), se legisló que las nuevas promociones podían formarse con oficiales de otras Armas y Cuerpos. Desde esta fecha, todos los oficiales del Ejército tuvieron abiertas las puertas del aeródromo, con la única limitación de que reunieran las imprescindibles condiciones de aptitud física para ser aviadores.

El ya médico militar de 1.ª, provisional, Carlos Cortijo, aprovechó la ocasión y solicitó adquirir la instrucción de piloto de aeroplano. El 30 de mayo de 1912 se incorpora al Curso de Pilotaje, formando parte de la segunda promoción de pilotos que se iba a formar en España.

Durante el año 1912 realizó 147 vuelos de los cuales, de pasajero hizo 7 horas 10 minutos y de manejo del aeroplano, 6 horas y 04 minutos.

El 8 de febrero de 1913 obtuvo el título de piloto aviador militar de 2.ª categoría y continuó en el aeródromo, prestando los servicios de su clase y efectuando vuelos de perfeccionamiento. En mayo de este mismo año, se le destina a las tropas afectas al Servicio de Aerostación Militar continuando en la citada situación hasta que, el 1 de septiembre, se traslada a la Escuela de Aviación en el Aeródromo de Alcalá de Henares para auxiliar a la enseñanza de los nuevos alumnos allí incorporados. A primeros de octubre regresa a Cuatro Vientos.

En este aeródromo se encuentra cuando se firma, el 27 de noviembre de 1912, el convenio hispano-francés por el que España acepta la responsabilidad de ejercer el protectorado sobre una zona de influencia en el Norte y Sur de Marruecos, regiones que continuarían bajo la autoridad del sultán, pero administradas por un jalifa con la intervención de un alto comisario español.

El general Marina, designado alto comisario, emprendió una serie de operaciones al objeto de someter a las cabilas rebeldes a la autoridad del sultán. Para cooperar en dichas operaciones quiso contar con el Servicio de Aeronáutica.

Para participar en las operaciones de África, fueron organizadas dos unidades. La primera unidad fue de aerostación y mandada por el capitán Jiménez Millas, llegó a África en octubre. La segunda unidad organizada, pura de aviación, fue un hito importante en la aviación mundial. España fue la primera nación del mundo en emplear la aviación en la guerra.

La escuadrilla de aeroplanos constituida estuvo mandada por el capitán Kindelán, y entre los nueve pilotos que la formaron figuraba el oficial de Sanidad Carlos Cortijo. La escuadrilla se despidió del público de Madrid, desfilando hasta la estación de Atocha desde donde, en ferrocarril, continuó hasta Algeciras donde embarcó para Tetuán. El día 24 de octubre, la escuadrilla quedó instalada en el campamento de Axdir (Tetuán, Marruecos).

Una vez instalada la escuadrilla y montados los aviones, el 3 de noviembre, el jefe de la Aeronáutica ordena que se efectúe el primer servicio de reconocimiento aéreo por parte de la escuadrilla. Asimismo, esta unidad realizó, el 17 de diciembre, el primer bombardeo aéreo de la historia aeronáutica mundial, utilizando para efectuarlo bombas especiales para aviación. Realizó Cortijo servicios de exploración, de vigilancia, croquizado y observación fotográfica del río Haira. En este destino y prestando los servicios propios de su clase, permaneció hasta el 8 de abril de 1914 que regresó a la Península, incorporándose al Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid).

El 15 de abril de 1914 se le concedió la Cruz del Mérito Militar de 1.ª clase, con distintivo rojo, pensionada, por los méritos contraídos en los hechos de armas, operaciones efectuadas y servicios prestados en las inmediaciones de Tetuán. Diez días más tarde, efectuó su primera ascensión libre como tripulante-aerostero.

Sin perjuicio de sus obligaciones como piloto, el 1 de julio, se le encargó la asistencia facultativa del aeródromo.

El día 2 de julio de este mismo año (1914) se le concedió el título de piloto aviador de 1.ª categoría, con antigüedad de 19 de junio.

Cuando pilotaba un aeroplano Maurice Farman, el 27 de octubre de 1914, se internó en una capa de niebla a 30 metros de altura, y cuando consiguió salir de ella lo hizo con el aeroplano totalmente inclinado hacia la izquierda y en fuerte picado, no pudiendo enderezar el aparato antes de estrellarse contra la tierra. Se evacuó al Hospital Militar de Carabanchel (Madrid) en estado muy grave, donde falleció una hora más tarde.

El médico y aviador militar Carlos Cortijo fue la tercera víctima de la aviación militar española. Había realizado, como piloto y observador, 594 vuelos con una duración de 59 horas y 46 minutos.

 

Bibl.: J. Goma Orduña, Historia de la Aeronáutica Española, Madrid, Prensa Española, 1946.

 

Adolfo Roldán Villén

 

 

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