Algora Marco, Abelardo. Pedrola (Zaragoza), 28.XI.1917 – Madrid, 8.II.2001. Jurista, militar y presidente de la Asociación Católica de Propagandistas.
Terminada la guerra civil, en la que participó como alférez provisional, se licenció en derecho por la Universidad de Murcia en 1940 y tres años después ingresó en al Cuerpo Jurídico Militar. Además de Secretario Judicial de Primera Instancia, fue profesor ayudante en la cátedra de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense que dirigía el prestigioso jurista don Leonardo Prieto Castro.
De profundas convicciones cristianas, pidió la admisión en la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) en 1941 y, poco después, se integró en un grupo de jóvenes con inquietudes sociales impulsado por el obispo de Málaga, Ángel Herrera Oria, uno de los más activos fundadores de la ACNP. Formaban parte de este grupo, Federico Silva Muñoz, Fernando Álvarez de Miranda, Leopoldo Calvo Sotelo y José Vidal Beneyto, entre otros. Convencido de la importancia del diálogo, en aquellos primeros años del franquismo, Abelardo Algora se interesó por diversas iniciativas, como los encuentros promovidos por José Rodríguez Soler, propagandista de la ACNP, que reunió un grupo de jóvenes que empezaron interesándose por la monarquía de don Juan y acabaron debatiendo sobre la democracia cristiana. Probablemente invitado por Álvarez de Miranda, coincidió aquí con personas cuya amistad duraría toda la vida como Alfonso Osorio e Iñigo Cavero.
El 19 de septiembre de 1965, fue elegido presidente de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, cargo en el que se mantuvo durante veinte años. Desde su discurso de ingreso, manifestó su intención renovadora y la adecuación a los tiempos conciliares que estaba marcando Pablo VI. Algora tenía clara la importancia de la aportación de los jóvenes a la Asociación y comenzó una renovación en las prácticas asociativas, incluyendo en los círculos de estudio temas de fuerte contenido social como el sindicalismo, la libertad de huelga o los derechos humanos. Su talento abierto y solidario se manifestó cuando, ostentando el empleo de teniente coronel se presentó en el aeropuerto de Barajas, el 10 de junio de 1962, para recibir a los dos propagandistas que regresaban del llamado “Contubernio de Munich” que reunió a buena parte de la oposición del interior y el exterior al franquismo. Junto a Algora, se encontraba Leopoldo Calvo Sotelo y un buen número de policías. Algora impulsó las obras docentes de la Asociación creando, en 1974, una estructura central, la Fundación Universitaria San Pablo, de la que dependían los centros universitarios de Valencia, Barcelona y Madrid, dedicando especial atención a este, el Centro de Estudios Universitarios (CEU) fundado en 1933 por Ángel Herrera.
La ACNP, a impulso del presidente Algora, no fue ajena al movimiento reformista que destaca claramente en el tardofranquismo. Para evitar las posibles interpretaciones cercanas al nacionalcatolicismo, al principio de los setenta el presidente Algora propuso la eliminación de la “N” de nacional a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, que pasaba a denominarse, Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Algora mantuvo una especial relación con el entonces Príncipe de España y más tarde rey don Juan Carlos de Borbón, participando en tertulias desde 1966 sobre el futuro tras la desaparición de Franco y visitando, con frecuencia, La Zarzuela acompañado de jóvenes propagandistas.
La aportación más importante al proceso de transición política en España de Abelardo Algora, fue, sin duda, el impulso para la creación del llamado grupo Tácito. Desde hacía tiempo, venía trabajando en la idea de que miembros de la Asociación, a título particular, participaran en la vida pública con pluralismo ideológico. Esto quedó matizado en una de las ponencias de la LVI Asamblea General de la ACNP que se celebró en Manresa en 1969. A partir de aquí, Algora comenzó a recabar las reflexiones de un grupo selecto de intelectuales y jóvenes con futuro como Marcelino Oreja, José Manuel Otero Novas y Teófilo González Vila, entre otros, publicándolas en varios volúmenes bajo el título Temas actuales de España.
Tácito parte de una reunión que tiene Algora con Alfonso Osorio, a principios de los setenta. Se decidió convocar a un grupo de propagandistas en la sede del Colegio Mayor San Pablo que, reunidos periódicamente dieran a la luz una serie de artículos que serían publicados en el diario Ya, comprometido ya con el aperturismo político. Los articulistas se turnaban y una vez redactados eran discutidos por todos, apareciendo semanalmente, el primero el 26 de junio de 1973 y el último el 4 de febrero de 1977. El impacto sobre la opinión pública fue muy importante incidiendo en la inquietud por la participación política y, sobre todo, la posibilidad de una tercera vía entre la ruptura y el inmovilismo. Por eso, algunos “tácitos”, fueron llamados a puestos importantes en los primeros gobiernos de Adolfo Suárez, como Alfonso Osorio, Landelino Lavilla, José Manuel Otero Novas, Marcelino Oreja, Eduardo Carriles, José Luis Álvarez, Iñigo Cavero, Andrés Reguera y otros más.
Es probable que su actitud abierta, tolerante y humilde perjudicara a Abelardo Algora, tanto en su carrera militar, pues no consiguió el ascenso a general, como en su posible proyección política, a la que renunció voluntariamente para dedicarse a la promoción de otros propagandistas que tuvieron protagonismo en la transición. Abelardo Algora Marco falleció en su casa de Madrid el 8 de febrero de 2001.
Obras de -: Código de justicia militar de 17 de mayo de 1945, Madrid, Aguilar, 1963; Breve historia de la Fundación Universitaria San Pablo y de la Universidad San Pablo CEU, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1993.
Bibl.: A. Osorio, Trayectoria política de un ministro de la Corona, Barcelona, Planeta, 1980; D. Barba, La oposición durante el franquismo. 1. La Democracia Cristiana, Madrid, Ediciones Encuentro, 2001; A. Martín Puerta, Historia de la Asociación Católica de Propagandistas, t. IV, Madrid, CEU Ediciones, 2010; A. Oreja, Memoria y Esperanza, Madrid, La esfera de los libros, 2011; F. Álvarez de Miranda, La España que soñé. Recuerdos de un hombre de consenso, Madrid, La esfera de los libros, 2013; A. Papell, Elogio de la transición, Madrid, Akal, 2016.
Pablo González-Pola de la Granja