Zapino (o Zappino) de Esteve, Cayetano. Barcelona, 10.XI.1770 – ?, s. t. s. XIX. Militar, mariscal de campo, procedente de Ingenieros.
Era hijo de Blas Antonio Zappino y Villalba, ingeniero siciliano que se incorporaba al Cuerpo de Ingenieros en el año de su constitución (1711). El 5 de julio de 1785 Cayetano Zapino entró a formar parte como cadete en el Regimiento de Infantería de Cantabria y posteriormente en el de Saboya. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros el 20 de abril de 1790 como ayudante y subteniente, después de realizar sus estudios en la Academia de Matemáticas y Fortificación establecida en la plaza de Orán, filial de la Academia de Matemáticas de Barcelona. Pertenecía a una ilustre familia de militares, de la que, con él, hubo cuatro ingenieros del Ejército.
Destinado a la Dirección del Cuerpo en Extremadura, en 1794 tomó parte en la Guerra del Rosellón o Guerra de la Convención (1793-1795), en la que estuvo trabajando en la fortificación de la plaza de Gerona. Había ascendido a teniente el 11 de septiembre de 1794. En 1796 estaba de nuevo en Extremadura como ingeniero extraordinario, realizando en el año siguiente un plano de Valencia de Alcántara “en el que se manifiesta su recinto de fortificación y un plano del cuartel de Infantería en el castillo de Badajoz”. De esa época se le atribuyen diversos mapas de las fronteras entre Portugal con Extremadura y con Castilla la Vieja.
En 1800 se encontraba en Algeciras, donde efectuó un Plano de la costa de la zona de Barbate comprendida entre Torrenueva y Torre de Plata y, al año siguiente, fortificaba las inmediaciones de la plaza, así como la isla de las Palomas durante el combate de las escuadras inglesa y francesa. Promovido a capitán 1º el 24 de junio de 1802, en noviembre de ese año se le destinaba a Alcalá de Henares a mandar una compañía del Regimiento de Zapadores Minadores en formación.
A principios de 1805 fue nombrado profesor de dibujo de la recién abierta Academia de Ingenieros del Ejército en Alcalá de Henares, ascendiendo a sargento mayor de brigada el 4 de abril de ese año. En el citado centro de enseñanza explicaba “los principios fundamentales, la aplicación de los colores y el modo de determinar gráficamente las sombras de los planos, dirigiendo las prácticas de levantamiento de planos y perfiles a gran escala de todos los edificios y elementos constructivos necesarios en una plaza fuerte, planos de edificios civiles, proyectos de obras en tierra, en terrenos pantanosos y en aguas, prestando especial atención a la cimentación, así como a delinear planos y perfiles de puentes militares de todas clases”.
Permaneció en la Academia de Alcalá hasta junio de 1808, fecha en la que, como consecuencia de los hechos del 2 de mayo en Madrid y el inicio de la Guerra de la Independencia, abandonaba la ciudad para incorporarse al Ejército de Aragón, con el que actuó, entre otras, en la acción y retirada de Épila, donde recibió el grado de teniente coronel del ejército (los oficiales de Ingenieros y Artillería podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo). El 30 de agosto tuvo a su cargo la operación de cortar el puente de Tudela con motivo de la aproximación del enemigo, cuya operación permitió la retirada de su ejército. El 24 de octubre siguiente concurría a la acción de Aybar como comandante de Ingenieros, así como en la batalla de Tudela el 23 de noviembre inmediato y retirada, refugiándose, junto a los restos de su ejército, en la ciudad de Zaragoza días antes del levantamiento del primer sitio. Finalmente, el 19 de diciembre, siempre de 1808, un grupo de ingenieros formado por Zapino, Bayo, Quiroga y Román salían de reconocimiento con el objeto de identificar localizaciones que pudieran ser utilizadas para hostigar las tropas enemigas. Recorrieron las localidades de Villanueva de Gállego, Perdiguera, Leciñena, San Mateo de Gállego, Villamayor y La Puebla de Alfindén esquivando diferentes destacamentos franceses. A su regreso hallaban Zaragoza embestida por el enemigo, a pesar de lo cual lograban entrar en ella la noche del 23, venciendo los obstáculos que se les oponían.
Durante los dos asedios de la inmortal ciudad estuvo siempre trabajando en su defensa, desempeñando el cargo de comandante de Ingenieros del arrabal durante el primero. En el segundo de los sitios ejerció como comandante de Ingenieros de la plaza, vacante por la gloriosa muerte del coronel de Ingenieros Antonio Sangenís y Torres, ocupando su lugar en la Junta de Fortificación de la ciudad. Llamado por la Junta Suprema la madrugada del 20 de febrero de 1809 para describir el estado de la ciudad, explicitaba la imposibilidad de seguir resistiendo. Hecho prisionero de guerra al producirse la capitulación de la plaza, fue conducido a Francia donde permaneció internado en el depósito de Nancy y otros, hasta junio de 1814 en que fue liberado.
Una vez hubo regresado a España y, habiendo justificado su conducta militar y política, recibió el grado de brigadier, con antigüedad de 9 de marzo de 1809 y el ascenso a coronel de Ingenieros, con fecha de 4 de agosto de 1811. En septiembre del mismo año (1814) se le nombró miembro de la brigada de Ingenieros encargada del levantamiento del plano de los Pirineos occidentales, de la elección de los puntos para el establecimiento de fortificaciones permanentes en aquella frontera y del proyecto general de defensa de la misma.
En mayo de 1815, con ocasión de las “Cien Días” (vuelta de Napoleón al poder), era destinado al ejército de los Pirineos occidentales como comandante general de Ingenieros del mismo, hasta la disolución del citado ejército, pasando a continuación a ser el jefe de la Dirección Subinspección de Ingenieros de aquellas provincias. En premio a sus notorios méritos durante los dos sitios de Zaragoza, años después de terminada la guerra y de instituirse la Orden Militar de San Fernando, se le concedió la preciada cruz por su heroico comportamiento en la ciudad aragonesa.
En enero de 1818 fue nombrado comandante general de los ingenieros del ejército expedicionario al Río de la Plata, pero el pronunciamiento de Riego en enero de 1820 abortó la empresa, pasando Zapino a las órdenes del ingeniero general.
En enero de 1822 se le destinaba a la Dirección de Castilla la Nueva, donde permaneció de comandante de Ingenieros de Madrid, desempeñando algún tiempo la Dirección Subinspección, quedándose en dicha plaza. De ese ese año es un plano de Leganés, que representa la planta baja de un cuartel. Lleva fecha de 31 de mayo de 1822 y está firmado por don Matías de Soldevilla, con visto bueno de don Cayetano Zapino.
En mayo de 1823, por orden de la Regencia, fue destinado a la Junta Superior del Cuerpo y Depósito Topográfico General, cuyos destinos le fueron confirmados en orden de diciembre inmediato.
En virtud de Real Orden de 8 de enero de 1824, fue nombrado para pasar a Ciudad Real a reconocer un edificio para el establecimiento del Colegio General Militar. En agosto de dicho año era destinado a la Dirección de Navarra y, purificado en marzo de 1825 de la conducta política y militar observada durante el llamado Gobierno Constitucional, continuaba en aquella Dirección. Finalmente, el 30 de abril de 1826 fue nombrado director de ingenieros de Extremadura, en cuya dirección permaneció hasta su fallecimiento en 1833.
Obras de ~: Plano de Valencia de Alcantara que manifiesta su recinto de fortificacion, el de su Castillo para que sirva de Retirada, y demas óbras Militares, conforme existen oy dia, denotando la Variación que ha havido con la primera Traza que hizo él Yngeniero en Gefe Dn. Martin Gabriel señalada en puntos, 4 de octubre de 1797; Plano de las Casas que sirven de Cuartel de Ynfanteria en el Castillo de esta Plaza en que se manifiesta el aumento de las Cuadras pa. qe. sea capaz de dos Batallones. Badajoz. 1798 nov. 8.
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Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño