Ponce de León, Luis Cristóbal. Duque de Arcos (II). Rota (Cádiz), 1528 – Madrid, 9.X.1573. Diplomático y militar.
Aristócrata andaluz con aspiraciones cortesanas que llegó a representar a la Monarquía en algunos momentos de la política exterior (Flandes y Francia) e interior (llegó a dirigir las fuerzas cristianas en la Serranía de Ronda en el conflicto de la sublevación de los moriscos).
Había nacido en Rota, villa señorial del extenso estado nobiliario de Arcos. Su madre murió en el parto y su padre, Rodrigo Ponce de León, I duque de Arcos, fallecería también poco después, en 1530, dejando al frente de su mayorazgo y estados al jovencísimo Luis Cristóbal, aunque del gobierno de sus estados se hizo cargo un tutor hasta su mayoría de edad. Como otros grandes de la época, con el tiempo contrajo matrimonio con una dama de alta alcurnia, como era María de Toledo, hija del conde de Feria (casa que tendría grandes apoyos en la Corte) y de la marquesa de Priego.
Queriendo emular las acciones de sus antepasados, especialmente las de su abuelo, el famoso marqués de Cádiz, que participó activamente en la Guerra de Granada, quiso hacer carrera cerca de la persona real a partir de 1558 y sirvió al Monarca en varias empresas.
Comandó una escuadra cargada de dinero y de soldados para Flandes, acompañó en su estancia allí a Felipe II, estuvo presente en la Paz de Cateau- Cambrésis (fue uno de los notables españoles que fueron designados por los franceses como garantes del pacto), fue designado como embajador español en la Corte francesa de Carlos IX cuando éste accedió al Trono tras la muerte de Enrique II, y luego, ya en España, estuvo presente en las fastuosas bodas del Rey con Isabel de Valois. Pero, a pesar de notables recompensas, como el regalo que le hizo el soberano francés de una impresionante sortija de diamantes valorada en miles de ducados, el servicio real fue ruinoso para la hacienda señorial, cosa que pesaría desde entonces en la administración económica de la casa.
Después de una larga estancia en sus estados, Felipe II le nombró más tarde, en la primavera de 1570, general para la pacificación total de la serranía de Ronda en la guerra con los moriscos, bajo las órdenes del capitán general don Juan de Austria. A pesar de sus contactos en la Corte, especialmente el duque de Feria y el cardenal Diego de Espinosa, no pudo impedir que su actitud negociadora con los moriscos fuera escasamente entendida y compartida en Madrid. Sus roces con don Juan, que quería una acción mucho más expeditiva ante las violencias moriscas, fueron constantes, y sus continuos desvelos en la guerra no fueron lo suficientemente apreciados por el poder real. Terminada su misión, esperaba ver recompensados sus esfuerzos con un alto y lucrativo puesto de alto gobierno; sin embargo, fue designado virrey de Valencia, cargo con unas competencias discutidas en aquel reino, y que no estuvo al nivel de sus expectativas. De todas formas, no llegó a ocupar el discutido empleo. Luis Cristóbal murió en Madrid, después de una penosa enfermedad y sin ver resueltas sus pretensiones de servicio a la Monarquía, en 1573, y le sucedió en el gobierno de sus dominios su hijo Rodrigo, que sería III duque de Arcos.
Bibl.: P. Salazar de Mendoza, Crónico de la exçelentíssima Casa de los Ponces de León, Madrid, 1620; D. García Hernán, Aristocracia y señorío en la España de Felipe II. La Casa de Arcos, Granada, Universidad, 1999.
David García Hernán
