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Francisco de Molina de la Peñuela

Biografía

Molina de la Peñuela, Francisco de. Señor de Adra. Úbeda (Jaén), c. 1526 – c. 1610. Capitán general de la provincia de Guipúzcoa, militar.

Nació en Úbeda, hacia 1526. La casa familiar estuvo ubicada en el solar del actual palacio de los Medinilla, cercano a la “Casa de las Torres” y a la parroquia de San Lorenzo. Su padre fue Francisco de la Peñuela y Alonso, llamado por algún cronista “el bueno”, quien era caballero de San Jorge y capitán, hijodalgo natural de Úbeda, descendiente de los incluidos en la Sentencia Arbitraria. A edad avanzada testó, ante Juan Gutiérrez Marín, pidiendo ser enterrado en el convento de La Coronada (monjas dominicas), hoy desaparecido.

Su madre fue María de Molina, emparentada con los secretarios reales Francisco de los Cobos y Juan Vázquez de Molina, quienes hicieron todo lo posible para favorecer el ascenso político y social de sus familiares. Los hermanos de Francisco Molina de la Peñuela fueron Juan, Violante y Catalina, todos casados con familias nobiliarias de Úbeda (Molinas, Porceles, Peñuelas, Cazorlas), del linaje Molina, y de los Ortegas.

Hacia 1542 comenzó su carrera militar al servicio de Carlos V y Felipe II, luchando en Flandes, Italia, Alemania y Francia, alcanzando en pocos años el grado de capitán de Caballería y sirviendo de escolta a Felipe II. En 1558 fue corregidor de Málaga, y en 1559 era nombrado caballero veinticuatro de Úbeda y Granada, designado procurador para las Cortes Generales del reino de Castilla, a celebrar en Toledo en 1560. Ese año casó en la ciudad de Granada con su prima María Molina Gumiel y Baraona, miembro de ilustre familia. De este matrimonio nacieron: Juan, el primogénito, que se quedó en Úbeda al frente del mayorazgo y mandó construir en Santo Domingo la capilla funeraria del Cristo de la Salud, de los Molina de la Peñuela; Pedro, que fue inquisidor de Canarias, capellán del Rey y deán de la catedral de Granada; Diego, fue almirante de la Real Armada, entre otros rangos, sirviendo a Álvaro de Bazán. También ocupó cargos en Perú y fue segundo alcaide de Adra; Francisco, que estuvo al frente de la Real Chancillería de Granada. Otros hijos suyos fueron Alonso, Isabel y María, quien fundó un patronato en Úbeda hacia 1595.

Intentó ser nombrado caballero de Santiago, y comenzó los trámites para ello entre 1560 y 1561, pero el largo proceso resultó infructuoso por las denuncias que hizo ante el Consejo de Órdenes su tío Gil de Valencia, caballero de Santiago, al declarar que su madre, María de Molina, era nieta de Antón Ruiz de Baeza, “del cual se dijo no era limpio”. Este remoto antepasado dedicó parte de sus bienes a construir y decorar lujosamente una capilla funeraria, la de Jesús Nazareno, en la iglesia parroquial de San Pablo, fundando patronato, detalle muy esclarecedor para entender la pervivencia de ancestrales prácticas y las rivalidades nobiliarias en Úbeda. Finalmente conseguiría este ansiado hábito su nieto Francisco, primogénito de su hijo Juan.

Hacia 1562 era corregidor de Lorca, Murcia y Cartagena.

Ascendió entonces al rango de capitán general de Guipúzcoa. También por esa fecha era nombrado alcalde del castillo de Fuenterrabía, y en 1567 recibía a perpetuidad la alcaldía de la villa y castillo de Adra.

La confianza de Felipe II en él se manifestó al encargarle en adelante importantes misiones diplomáticas dentro y fuera de España. Participó muy activamente en las campañas contra la sublevación de los moriscos en La Alpujarra, nombrado por Juan de Austria general de Guadix, logró importantes victorias en sus ataques a Orgiva, Motril, Fiñana, Galera y La Peza, entre otras plazas. Su dominio en la artillería en estas gestas fue recompensado con nuevos ascensos; así en 1570 ya era teniente de capitán general de este cuerpo. A una edad avanzada intervino militarmente en las luchas contra los ingleses, auxiliando desde Irlanda a algunos navíos de La Invencible, lo que le valió otro ascenso en la Armada. Otros cometidos suyos se desarrollaron en las Indias, donde también actuó como visitador, siendo nombrado hacia 1593 capitán general de la Artillería de la flota de Indias. Sus últimos servicios los prestó a Felipe III, quien, por Real Provisión, le otorgó una renta de por vida de 400 ducados.

Por entonces llevaba sesenta y dos años de servicios militares. Sus hijos le sucedieron en algunos de sus cargos, manteniendo la tradición militar de la familia Molina de la Peñuela.

Murió posiblemente en Úbeda, hacia 1610. No se conserva ninguna lápida que dé fe del lugar exacto en el que reposan sus restos.

 

Bibl.: G. Argote de Molina, Nobleza de Andalucía, Sevilla, 1588 (ed. Jaén, Est. Tipográfico de Francisco López Vizcaíno, 1866; ed. facs. de esta ed., Jaén, Riquelme y Vargas, 1991); L. Salazar y Castro, Historia genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real, 1696-1697 (reed. A. Coruña, Órbigo, 2008); C. Fernández Duro, Disquisiciones náuticas. Libro Sexto: el Arca de Noé, ts. I y VI, Madrid, Imprenta Est. y Galv. de Aribau, 1881, págs. 332 y 459, respect.; L. Mármol de Carvajal, Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1946; E. Toral Peñaranda, El Capitán Francisco de Molina, Úbeda, Imprenta Bellón, 1951; “Memorial de los servicios de Francisco de Molina, Capitán General de la Provincia de Guipúzcoa. Precedido de un estudio biográfico-histórico”, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses (n.º monográf.), 37 (1963), págs. 9-160; D. Hurtado de Mendoza, Guerra de Granada, ed. de B. Blanco-González, Madrid, Castalia, 1970; E. Toral Peñaranda, Úbeda (1442-1510), Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, 1975; R. Quesada, Úbeda: Hombres y Nombres, Granada, Asociación Gavellar, 1982; J. Pasquau Guerrero, Biografía de Úbeda, Úbeda, Artes Gráficas, 1984; G. Torres Navarrete, Historia de Úbeda en sus Documentos, Úbeda, Gráficas Minerva, 1990, 7 vols.; M. de Jimena Jurado, Catálogo de los Obispos de las Iglesias Catedrales de la Diócesis de Jaén y Annales Eclesiásticos del obispado, ed. facs., est. prelim. e índices de J. Rodríguez Molina y M.ª J. Osorio, Granada, Universidad, 1991; A. Valladares Reguero, Temas y autores de Úbeda. Ensayo bibliográfico, Úbeda, Asociación Alfredo Cazabán, 1992; G. Parker, Felipe II, Barcelona, Altaya, 1996; M. Ruiz Prieto, Historia de Úbeda, est. prel. e ilustr. de A. Tarifa Fernández, Granada, Universidad, 1999; J. Barranco Delgado, Escudos heráldicos de Úbeda, Úbeda, Gráficas Minerva, 2001.

 

Adela Tarifa Fernández

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