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Fermín Yzurdiaga Lorca

Biografía

Yzurdiaga Lorca, Fermín. Pamplona (Navarra), 25.X.1903 – 10.XII.1981. Sacerdote, canónigo magistral, propagandista, escritor y político.

Nació en Pamplona en 1903. Se formó en el seminario de San Miguel, en su ciudad natal, y pasó más tarde por las aulas de Salamanca, aunque no parece que llegara a licenciarse en Teología. Ordenado sacerdote en 1926, sirvió durante unos meses de 1927 en la parroquia pirenaica de Arive, como cura ecónomo, para hacerse cargo en diciembre del mismo año de la dirección del Hogar Escuela Infantil de la Junta pamplonesa de Protección de Menores (1927-1931) y para ejercer luego como profesor de religión del Instituto de Pamplona (1931-1936). De su experiencia en el Hogar nació una cierta especialización que puso de manifiesto en La delincuencia infantil (1929) y que le llevó a fundar, siempre en 1929, la casa de familia para jóvenes obreros del Tribunal Tutelar de Menores, casa que dirigió hasta 1934. Escritor de buena pluma ―y de estilo extremadamente retórico y altisonante―, había comenzado a destacar con su Poema de Navarra (1927) y comenzó en 1932 a colaborar en Diario de Navarra, en la sección “Cymbalum Mundi”, inspirada en la revista Cruz y Raya.

Fue consiliario de la filial pamplonesa de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas desde 1931. Pero la radicalización de la situación política y su propia idiosincrasia lo llevaron a Falange Española. Al estallar la Guerra Civil en 1936 aprovechó un golpe de mano que dio un grupo de falangistas en los locales del diario nacionalista vasco La voz de Navarra para hacerse con su maquinaria y lanzar con ella el primer diario que tuvo Falange, el 1 de agosto de 1936 y bajo su dirección, Arriba España, de Pamplona. En momentos en que la capital navarra se había convertido en punto de referencia moral y nacional de los sublevados, por el enorme apoyo popular con que contó el levantamiento del 18 de julio, a Pamplona afluyó un grupo de escritores falangistas, sólo uno de los cuales (Eugenio d’Ors) podía considerarse consagrado. Los demás (Pedro Laín Entralgo, Antonio Tovar, Dionisio Ridruejo, Juan José López Ibor, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco...) encontraron en Yzurdiaga y en Arriba España el cauce necesario para hacerse oír a escala nacional, algunos por primera vez. El diario tuvo por esos días momentos literariamente brillantes en 1937-1938, para decaer en adelante, convertido en un periódico más de la prensa del Movimiento. En el grupo formado en torno a Yzurdiaga había varios escritores navarros, entre quienes sólo llegaron a destacar a escala española Rafael García Serrano (que ya se había hecho oír en publicaciones falangistas anteriores) y, en el ámbito regional, el periodista y escritor Ángel María Pascual, futuro alcalde de Pamplona. Todos ellos, con Yzurdiaga como director, dieron vida también, siempre en Pamplona, a Jerarquía: Revista negra de la Falange, de la que sólo publicaron cuatro números (1936-1938), pero que quedó como el primer hito en la prensa culta del Movimiento. También se inspiraba en Cruz y Raya. Con Yzurdiaga al frente, formaban los que a sí mismos se llamaban la “escuadra de Jerarquía” Carlos Foyaca de la Concha, Rafael García Serrano, Alfonso García Valdecasas, Ernesto Giménez Caballero, Pedro Laín Entralgo, Eugenio Montes, Martínez Crispín, Ángel María Pascual Viscor, José María Pérez Salazar y Víctor de la Serna. Lanzaron además unas Ediciones Jerarquía, que luego se reorientaron hacia lo que iba a ser la Editora Nacional, con sede en Madrid como editora del Estado (ya al margen del llamado Cura Azul). También lograron controlar la revista Fe: Doctrina nacionalsindicalista, que había nacido en Zaragoza en enero de 1937.

En mayo de 1937, a raíz de la unificación, la Jefatura Nacional de Prensa y Propaganda de Falange se convirtió en Delegación Nacional de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS, con Yzurdiaga como delegado nacional. Pero su obispo ―el de Pamplona, Marcelino Olaechea― no lo aprobó, contra los deseos de Franco. A ello se unió la política de estatización de la prensa, también a costa de la prensa confesional católica, que inspiró Yzurdiaga desde la Delegación Nacional, pese a ser sacerdote. De entonces datan su conferencia en el Círculo Mercantil de Zaragoza, el 10 de julio de 1937, Mensaje de las banderas victoriosas, radiada a buena parte de España, impresa al menos tres veces y traducida seguidamente al portugués, y el Discurso al silencio y voz de la Falange, pronunciado en Vigo el 28 de noviembre inmediato y del que se hicieron al menos cinco ediciones.

Olaechea insistió en las protestas por las actividades políticas del Cura Azul y Franco optó por resolver de una vez ése y otro problema, que era la dualidad de organismos, al existir también la Dirección de Prensa y Propaganda del Estado. En enero de 1938, al sustituir la Junta Técnica del Estado por un primer Gobierno, con Serrano Suñer como ministro del Interior, le dio jurisdicción sobre los servicios de Prensa y Propaganda del Estado y sobre todo lo relativo a Falange, incluida, por tanto, la Delegación Nacional de FET y de las JONS. Todo el grupo de escritores de fuera de Navarra (Laín, Tovar, Ridruejo a la cabeza) que rodeaba a Yzurdiaga pasó a convertirse en equipo de Prensa y Propaganda de Serrano Suñer, y el Cura Azul, solo y con la sensación de haber sido marginado (aspiraba seguramente a ser titular de un Ministerio de Prensa y Propaganda), optó por dimitir como delegado nacional.

Todavía en octubre de 1937, Franco lo nombró consejero nacional del Movimiento. Pero Olaechea le prohibió acudir al mismo, y eso pese a la insistencia de Franco, de manera que Yzurdiaga acabó por cesar también como consejero en 1947. El mismo año, Olaechea lo nombró canónigo magistral de la catedral de Pamplona.

En 1942 se había enfrentado “semipúblicamente” a sus antiguos colaboradores (sobre todo, Laín y Ridruejo) al criticar desde Arriba España la labor de recuperación de los “intelectuales” que intentaban llevar a cabo desde la revista falangista Escorial. Fue expedientado por ello en la Delegación Nacional de Prensa y desapareció de la vida pública.

Premio Mariano de Cavia 1937 por su artículo “Concilio de Santa María y dogma de España” (número 21 de Arriba España), sus últimas publicaciones aparecieron en 1945-1946: El cardenal Cisneros (que es el texto de una conferencia sobre el que llamó en ella “el cardenal de la Falange”, pronunciada en 1945 en Alcalá de Henares y dirigida a los universitarios españoles) y Novena a Santa María la Real de Pamplona (1946), ilustrada con viñetas de Ángel María Pascual.

Mantuvo en cambio, hasta el fin de sus días, el prestigio como orador sagrado, que atraía a un cumplido auditorio en los sermones que pronunciaba en la catedral pamplonesa. En lo político se sintió traicionado. En el lecho de muerte, expresó la voluntad de que se quemara enteramente su archivo personal.

 

Obras de ~: Poema de Navarra, Pamplona, Aramburu, 1927; La delincuencia infantil: Conferencia pronunciada en [...] Pamplona el 16 de febrero de 1929, una nota y tres comentarios, Pamplona, Aramburu, 1929; Discurso al silencio y voz de la Falange, s. l., Jerarquía, 1937; Novena a Santa María la Real de Pamplona, Pamplona, Junta de la Coronación, 1946; El cardenal Cisneros, Bilbao, Ediciones para el bolsillo de la camisa azul, s. f.; Mensaje de las banderas victoriosas, Zaragoza, Jerarquía, s. f.

 

Bibl.: J. C. Mainer, Falange y literatura: Antología, Barcelona, Labor, 1971; J. M. Corella, Historia de la literatura navarra: Ensayo para una historia literaria del viejo Reino, Pamplona, Pregón, 1973; J. Andrés-Gallego, ¿Fascismo o Estado católico? Política, religión y censura en la España de Franco, 1937-1941, Madrid, Encuentro, 1997 (espec., caps. “Gloria y gobierno de Fermín Yzurdiaga” y “La ofensiva contra Yzurdiaga”).

 

José Andrés-Gallego

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