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Alfonso García-Valdecasas y García-Valdecasas

Biografía

García Valdecasas y García Valdecasas, Alfonso. Montefrío (Granada), 14.V.1904 – Madrid, 11.IV.1993. Jurista, filósofo y político.

Nació en la casa (hoy Ayuntamiento de Montefrío) solar de sus mayores, terratenientes ilustrados. Tras licenciarse en Derecho en 1923 por la Universidad de Granada —donde su padre, Guillermo, era catedrático de Derecho Civil—, se doctoró en la de Bolonia (Italia) como colegial del Real Colegio de España con una brillante tesis de epigrafía romana dirigida por Costa, que mereció el Premio Vittorio Emanuele en 1925. De allí pasó a ampliar estudios jurídicos y políticos en Alemania.

En 1927, con veintidós años de edad, obtuvo por oposición la cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Salamanca, pasando luego a la de Granada (1931). Volvió a Alemania dos años después, atraído por el magisterio filosófico de Husserl y Heidegger, de los que fue discípulo en Friburgo. Bajo su dirección iba a preparar más tarde el doctorado en filosofía y sociología.

Desde 1940 impartió sus lecciones en la Facultad de Derecho de la madrileña Universidad Complutense, primero en la cátedra de doctorado de Estudios Superiores de Derecho Privado y después en la de Derecho Civil, hasta jubilarse. El cultivo teórico y práctico del derecho —ejerció la abogacía, dedicando su atención a casos que alcanzarían especial relieve social— supo hacerlo compatible con profundas reflexiones filosóficas, sociológicas y culturales.

También la política, en ambas vertientes —teórica o ideológica y práctica o de acción—, figura muy pronto entre sus mayores inquietudes. En 1929 renunció a su cátedra como protesta por la ilegítima irrupción de la fuerza pública en la Universidad y la captura de estudiantes de la FUE. Adscrito a la Agrupación al Servicio de la República por influjo de Ortega, tras la caída de la Monarquía fue diputado por Granada en las Cortes Constituyentes de 1931 y secretario de la Comisión Redactora de la Constitución.

Un año después, defraudado por el cariz que tomaba la República, con seguidores propios y de Ortega hizo el Frente Español, para oponer a los dogmas de la derecha intransigente y de la izquierda radical nuevas orientaciones políticas. En 1933 fundó, con Falla, García Gómez, Cossío y Bergamín —entre otros—, la revista Cruz y Raya, preconizadora de un catolicismo renovador. Al poco intervino, junto a José Antonio Primo de Rivera y Julio Ruiz de Alda, en el acto fundacional de Falange Española, aunque quince días más tarde abandonó la empresa falangista y el país.

Conversaciones con Alfonso XIII en Roma le llevaron a cifrar en la Monarquía el futuro preferible de España. El estallido de la Guerra Civil le hizo volver de Friburgo para incorporarse a las tropas nacionales.

Consejero nacional desde 1937 como monárquico, al formarse el primer Gobierno franquista en Burgos (1938) fue nombrado subsecretario de Educación Nacional, cargo que desempeñó hasta 1940.

Fue promotor y primer director del Instituto de Estudios Políticos (1939), así como de su Revista (1941-1943). Esta publicación, todavía existente, se caracterizó desde el principio por la insólita apertura en temas y tratamientos. El núcleo de sus colaboradores habituales, como Díez del Corral, Carande, Maravall, Castiella, Conde o Garrigues, desde su diversa procedencia ideológica, impulsó la creación de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas en 1942.

Pero el Instituto era, ante todo, órgano consultivo para la reforma del Estado español; y éste, según García Valdecasas, faltaría a su sentido histórico si no defendiera “la libertad, la integridad y la dignidad del hombre”, valores cristianos en los que “el alma española [...] ha creído como ninguna” (Revista de Estudios Políticos, 1942: 27). Visto que la legislación del régimen se orientaba en sentido contrario a las propuestas del Instituto, juzgó forzoso dimitir. En 1943 firmó el escrito que veintisiete procuradores dirigieron a Franco para reclamarle la promesa de devolver la jefatura del Estado a la Corona. Siguió su cese en todo cargo público. Un año después, como promotor del documento donde más de cincuenta catedráticos ponían en el conde de Barcelona don Juan de Borbón la esperanza de una concordia entre los españoles, fue detenido y confinado en Alcañiz. Pese a eso, seguiría por siempre trabajando en hacer viable la restauración monárquica. Durante décadas fue secretario del Consejo privado de don Juan, concebido como muestra de parlamento pluralista.

El perfil científico y la vasta cultura de García Valdecasas quedan patentes en su triple condición de académico: jurista, politólogo y filólogo. En la Academia de Jurisprudencia y Legislación, como presidente depuesto y sustituido por una injerencia gubernamental, no quiso leer su discurso de ingreso hasta muchos años más tarde (1963). Ingresó en 1955 en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con un discurso sobre Las creencias sociales y el Derecho, y en la Real Academia Española con Pregunta y verdad, discurso de gran vuelo filosófico pronunciado en 1965.

Su entrega a la labor académica le llevó a desempeñar cargos relevantes en las tres corporaciones. En la de Ciencias Morales ocupó la presidencia (1974), a cuyo término fue nombrado presidente de honor, correspondiéndole así pertenecer al Consejo de Estado.

Los distintos matices de su personalidad humanista se manifiestan a lo largo de su obra en el tratamiento pluridisciplinar de los temas que aborda, donde complementa y amplía las diferentes perspectivas de las disciplinas particulares con sus múltiples saberes: derecho, historia, filosofía, política, sociología, literatura...

En su pensamiento son perceptibles influencias de Descartes, Leibniz, Dilthey, Weber, la fenomenología de Husserl, el existencialismo de Heidegger y el raciovitalismo de Ortega, del que se consideraba discípulo y con quien mantuvo una amplia relación personal, en cuyo seminario había impartido lecciones como profesor invitado junto con Xavier Zubiri.

Merece señalarse la resuelta vocación europeísta que sostiene, por ejemplo, en La unidad de Europa y el Derecho común, discurso pronunciado ante la Real Academia de Jurisprudencia en un momento histórico en el que el Estado franquista no era proclive a tal integración.

Su tesis, con clara visión anticipatoria, señala la unidad europea como ineludible “objetivo político que necesita de unas bases sociales comunes de entendimiento, las de nuestra civilización occidental y cristiana”, entre las cuales el derecho común ocupa un lugar preeminente. El futuro de España ha de enmarcarse en esta Europa comunitaria, cuya armonización será un reto a la pericia de los juristas. La Sociedad Española de Cooperación Europea promovida por él le hizo su presidente.

Se servía con toda soltura de cinco idiomas modernos y del latín, que él mismo introdujo en el bachillerato (1938). Pudo así colaborar, como representante de la Real Academia Española ante la Conferencia de Obispos Latinoamericanos (Bogotá, 1968), en la traducción unitaria de la misa para todos los pueblos hispanohablantes.

Su buen decir perdura en la fórmula de la consagración y en soluciones a varios conflictos léxicos, como el cambio de ‘oriente’ y ‘occidente’ —con resonancias polémicas en Filipinas— por una versión más próxima al texto latino: “desde donde sale el sol hasta el ocaso”.

Traducido a varias lenguas, fue doctor honoris causa por la Universidad de Padua, miembro de número de la Asociación Española de Derecho Internacional, de la Asociación de Filología Española, etc. En 1989 una desgraciada caída puso fin a sus actividades.

Casó con María Andrada Vanderwilde, con quien tuvo cuatro hijos: Blanca, María, José Guillermo y Fernando.

 

Obras de ~: “La fórmula H.M.H.N.S. en las fuentes epigráficas romanas (contribución a la historia de los sepulcros familiares y hereditarios en el Derecho Romano)”, en Anuario de Historia del Derecho Español, 5 (1928), págs. 5-82; Naturaleza jurídica del matrimonio, Madrid, Publicaciones del Colegio de Abogados, 1930; “Hombre y yo”, en Jerarquía, octubre de 1937, págs. 23-40; Orientaciones actuales del Derecho privado, Madrid, Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, 1941; Los estados totalitarios y el Estado español, Madrid, Revista de Estudios Políticos, 1942; El problema del Derecho y la vocación jurídica de nuestro tiempo, Madrid, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, 1946; Menéndez Pelayo y la cultura española, Madrid, Finisterre, 1946; “El hidalgo y el honor”, en El honor español, Madrid, Revista de Occidente, 1948, págs. 181-236 (ed. exenta, Madrid, Revista de Occidente, 1948); Juicio y precepto, Madrid, Instituto Nacional de Estudios Jurídicos, 1953; Dictamen sobre la quiebra de la “Barcelona Traction”, Barcelona, Imprenta Elzeviriana, 1953; La idea de sustancia en el Código civil, Madrid, Reus, 1954; Las creencias sociales y el derecho (discurso de recepción del [...] Sr. D. Alfonso García Valdecasas y García Valdecasas y contestación del [...] Sr. D. Juan Zaragüeta y Bergoechea), Madrid, Real Academia e Ciencias Morales y Políticas, 1955; El problema de las fuentes del Derecho, Bilbao, Universidad de Deusto, 1955; La personalidad civil de la Iglesia y la naturaleza jurídica del Concordato, Madrid, Publicaciones de la Universidad, 1956; “La guerra en la naturaleza y en la historia del hombre”, en La guerra y las batallas, Madrid, Instituto de Estudios Políticos y Fundación Pastor, 1962; La unidad de Europa y el Derecho común. Discurso leído [...] en su recepción pública por el [...] Sr. D. Alfonso García Valdecasas y García Valdecasas, y contestación del [...] Sr. D. José de Yanguas Messía, Madrid, Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, 1963; Pregunta y verdad. Discurso de recepción... y contestación del [...] Sr. D. Carlos Martínez de Campos y Serrano, Duque de la Torre, Madrid, Real Academia Española, 1965; La suerte del libro, Instituto de España, Madrid, 1967; La crisis de derecho, Padove, CEDAM, 1972.

 

Bibl.: J. Zaragüeta y Bengoechea, “Contestación al Discurso de recepción de A. García-Valdecasas”, en Las creencia sociales y el derecho [...], op. cit., págs. 42 y ss.; J. de Yanguas Messía, “Contestación al Discurso de recepción de A. García-Valdecasas”, en La unidad de Europa y el Derecho Común [...], op. cit., págs. 40-53; C. Martínez de Campos y Serrano, “Contestación al Discurso de recepción de A. García Valdecasas”, en Pregunta y verdad [...], op. cit., págs. 73-85; J. C. Mainer, “Historia literaria de una vocación política (1939-1950)”, en Falange y Literatura, Barcelona, Labor, 1971, págs. 50 y ss.; M. Ramírez et al., Las fuentes ideológicas de un régimen (España 1939-1945), Zaragoza, Libros Pórtico, 1978; E. Díaz, Pensamiento español en la era de Franco (1939-1975), Madrid, Tecnos, 1983, págs. 28-65; A. Hernández Gil, “Necrología dedicada al Exmo. Sr. D. Alfonso García-Valdecasas”, en Anales de Real Academia de jurisprudencia y legislación (Madrid), 23 (1993), págs. 303-308; E. García de Enterría, La lengua de los derechos: la formación del derecho público europeo tras la Revolución Francesa: Texto del discurso de ingreso en la Real Academia Española, 24 de octubre, 1994, Madrid, Alianza Editorial, 1994; M. R. López Barajas, “A. García-Valdecasas y García-Valdecasas”, en M. J. Peláez (ed.), Diccionario crítico de juristas españoles, portugueses y latino americanos, vol. I, Málaga, Universidad, Cátedra de Historia del Derecho, Consejería de Investigación y Desarrollo de la Junta de Andalucía, 2005, págs. 522 y ss.

 

María Luisa Marín Castán

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