Flamarique Biurrun, Victoriano. Beire (Navarra), 12.I.1872 – Tarazona (Zaragoza), 1946. Sacerdote y propagandista.
Nacido en 1872, era hijo de Juan Flamarique y Felicia Biurrun, los cuales tuvieron dos hijos varones más. La familia era de arraigadas convicciones religiosas y fondo político tradicionalista. Dotado de cualidades musicales y sensibilidad artística, ingresó en el seminario conciliar de Pamplona y fue ordenado presbítero en 1895. Comenzó sus tareas pastorales en Mañeru (Navarra) durante diez meses y en Lezáun (Navarra) a lo largo de tres años hasta que fue nombrado vicario interino, en 1898, de Santa María de Olite y más tarde logró, mediante concurso ganado en 1903, ser titular de la misma hasta 1927.
Preocupado por los problemas sociales desde su perspectiva católica, su formación social le venía de la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII y, más concretamente, de la asistencia en 1905, junto al también sacerdote Antonino Yoldi, a las conferencias del jesuita Antonio Vicent sobre cuestiones sociales celebradas en Valencia. Él y Yoldi fueron las dos figuras representativas del catolicismo social navarro y contaron con el beneplácito del obispo de Pamplona, monseñor fray José López Mendoza.
A comienzos del siglo xx, los problemas agrícolas de Olite eran numerosos: usura, crisis de la filoxera, analfabetismo, etc. Flamarique buscó en el cooperativismo una solución a esta serie de contratiempos para reducir así la influencia del socialismo. En 1902, tras leer los escritos del activista católico zamorano Luis Chaves, decidió fundar en Olite una caja rural de modelo Raiffeisen, entidad de ahorro y préstamo basada en la responsabilidad ilimitada y solidaria de todos los socios. Pronto conoció el éxito de tal iniciativa y decidió promover otras de estilo cooperativista, pero levantó recelos entre algunos olitenses acomodados, aunque otros le apoyaron. Así, fundó en Olite una cooperativa de compras o suministros en 1906, y en 1908 la fábrica La Harinera Navarra, que disponía de un local donde Flamarique enseñaba a leer y escribir a adultos; de 1909 es la Electra-Caja Rural para proveer de electricidad con tarifas de bajo coste. A las preocupaciones de Flamarique por elevar el nivel cultural se debe la fundación en 1909 del Círculo Católico con biblioteca, sala de lectura y salón de actos. Al igual que le sucediera a su compañero Yoldi, fue calificado de “socialista” en una polémica desarrollada en el Diario de Navarra a finales de 1908. En 1910 participó en la fundación de la Federación Católico-Social Navarra, cuyo reglamento redactó, además de ser vocal de su primera junta directiva hasta 1922.
En 1911, Flamarique realizó su obra social más señera y perdurable: la fundación de la Bodega Cooperativa Olitense, de vino. También impulsó otras obras cooperativas, como la Federación de Bodegas en 1912. Participó activamente en la Sexta Semana Social de Pamplona al formar parte de una comisión y pronunciar la conferencia: La intervención del clero en el desarrollo de la acción social católica; con motivo de este evento se organizó una visita a Olite para conocer las obras cooperativistas impulsadas por Flamarique.
En julio de 1912 impartió la conferencia: Cooperativas para la venta de vinos. Su organización y funcionamiento. Relación de las existentes, en el Congreso Nacional de Viticultura celebrado en Pamplona.
En 1914 intervino como mediador en el conflicto de las tierras de corralizas que enfrentaba a los campesinos de Olite con algunos propietarios compradores de tierras anteriormente de uso comunal. También actuó en labores políticas al animar al sindicato de labradores de Olite a presentar una candidatura en las elecciones municipales de 1915, hecho por el cual se le criticó en la prensa provincial. En 1915 sacó a la luz la publicación El Olitense, a modo de boletín parroquial y órgano de las obras sociales de Olite, que dejó de publicarse en 1925. En 1917 asistió por Navarra a la asamblea que constituyó la Confederación Nacional Católica Agraria. Toda esta actividad social-católica la propagó por otros lugares de Navarra, especialmente dirigiéndose a sacerdotes, así como viajando a ciudades como Logroño, Vitoria o Barcelona con motivo de actos católico-sociales. Por todo ello fue homenajeado en marzo de 1920, coincidiendo con el vigésimoquinto aniversario de su ordenación sacerdotal.
En 1921, la Bodega Cooperativa Olitense tuvo que hacer frente a serios problemas económicos por el impago de unas ventas de vino a un comerciante con intereses en Cuba. Tal contratiempo supuso la desaparición de la Caja Rural en 1926, así como la baja de socios y la falta de liquidez de la cooperativa vinícola.
Este revés hizo que el propio Flamarique tuviese que abandonar Olite al año siguiente para trasladarse como canónigo a Tarazona, donde murió en 1946.
Obras de ~: “Cooperativas para la venta de vinos. Su organización y funcionamiento. Relación de las existentes”, en Congreso Nacional de Viticultura: celebrado en Pamplona en julio del año 1912, por iniciativa y á expensas de la Excelentísima Diputación Foral y Provincial de Navarra, para conmemorar el VII Centenario de la gloriosa batalla de Las Navas de Tolosa: memoria general de las sesiones del congreso y ponencias presentadas, Pamplona, Imprenta Provincial, 1914, págs. 109-124; “La intervención del clero en el desarrollo de la acción social católica”, en Semana social de España. Sexto curso. Pamplona, 29 de junio a 6 de julio de1912, Pamplona, Imprenta de La Acción Social, 1916, págs. 465-500.
Bibl.: J. M.ª Pejenaute Goñi, “La Federación Católico- Social Navarra y los partidos políticos del momento (1910- 1916)”, en Príncipe de Viana, Anejo 5 (1986), págs. 37-51; “Participación del clero en la Federación Navarra de cajas rurales (1910-1916)”, en Príncipe de Viana, Anejo 10 (1988), págs. 369-376; A. Díez Díaz, Los vicarios de Olite, Sarriá, Gráficas Lizarra, 1989, págs. 114-122; E. Majuelo Gil y A. Pascual Bonis, Del catolicismo agrario al cooperativismo empresarial: setenta y cinco años de la Federación de Cooperativas navarras, 1910-1985, Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1991, págs. 39-46, 51, 55-57, 64, 70, 74, 86-87, 92-93, 104 (n.º 37), 107, 111, 135, 140-141 y 144; J. M.ª Pejenaute Goñi, “El fracaso de los bancos agrícolas y el triunfo de las cajas rurales en Navarra”, en Príncipe de Viana, Anejo 16 (1992), págs. 347-359; J. Equiza, El cooperativismo en Navarra en el siglo xx, Madrid, Nueva Utopía, 1996, págs. 317-319; A. Jiménez Biurrun y J. Corcín Ortigosa, Movimiento cooperativo y obras sociales, Olite 1904-1927: recuerdo a D. Victoriano Flamarique 1872-1946, Olite, Asociación El Chapitel y Patronato Municipal de Cultura, 1996, págs. 2-11.
Eduardo González Lorente