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Martín Alsina Sevarroja

Biografía

Alsina Sevarroja, Martín. Manresa (Barcelona), 4.IX.1859 – Zafra (Badajoz), 2.III.1922. Religioso claretiano (CMF) y superior general.

Martín Alsina Sevarroja nació en Manresa en el seno de una familia con pocos recursos materiales, pero rica de humanidad y de profunda fe. Al día siguiente de su nacimiento, el 5 de septiembre, ya fue bautizado en la iglesia de la Seo de la misma ciudad de Manresa, y dos meses más tarde, el 5 de noviembre, se le administraba el sacramento de la confirmación.

Ya desde su niñez comenzó a trabajar para colaborar en los gastos de la familia. El fallecimiento prematuro de su padre puso en grandes apuros económicos a su madre, que debía hacerse cargo de la casa y de la educación de Martín y de su hermana pequeña María.

Animado por un pariente sacerdote, a los doce años comenzó los estudios de latinidad en Manresa, y dos años más tarde, en 1873, ingresó en el seminario de Vic.

A cambio de la manutención y habitación, compaginó sus estudios de filosofía en el seminario de Vic con el trabajo de enseñar las primeras letras y el catecismo a los hijos de la casa llamada Portell de Sant Julià. Su afán por el estudio, su afición al orden y a la regularidad y su disciplina lo compaginaba con su carácter jovial y con su afición a la caza en los momentos libres.

Al finalizar el primer año de teología —contaba a la sazón veinte años—, atraído por la fama de santidad de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, fundados precisamente en la ciudad de Vic por el arzobispo Antonio M.ª Claret, decidió solicitar su admisión en esta congregación, que en aquel momento estaba concentrada en la población de Thuir, en el sur de Francia, a raíz de su expulsión de España durante la revolución de 1868. En ella profesó el 20 de agosto de 1880. Completados los estudios, recibió la ordenación sacerdotal en Barcelona el 24 de marzo de 1883.

Casi recién ordenado, y a pesar de no contar con más de veinticuatro años, es nombrado superior de la casa de Thuir, y dos años más tarde se le encomienda colaborar en la formación de los novicios claretianos en Santo Domingo de la Calzada (Logroño), primero como ayudante del maestro, Pablo Vallier, y al cabo de tres años como prefecto de los estudiantes de teología, el mismo cargo que ejerció en el período intermedio en el seminario claretiano de Vic. Promovió la formación integral y equilibrada de los seminaristas y dio muestras de tanto sentido común y prudencia, de dedicación, de paciencia y energía que se mereció el respeto y el afecto de profesores y alumnos.

En 1894, el gobierno general le nombró consultor y secretario general de la Congregación para cubrir las vacantes que en él se habían producido. En esos momentos, la congregación estaba integrada por mil cuarenta miembros en cuarenta y una comunidades presentes en España, Guinea Ecuatorial, Chile y México. El padre Alsina aportó al gobierno, además de su reconocida ponderación y equilibro, juventud, deseo de progreso y renovación.

A la muerte del superior general (1899), José Xifré, que había gobernado la Congregación por espacio de cuarenta años, el padre Martín fue elegido vicedirector general. En este nuevo cargo, sirvió de puente entre dos estilos muy diferentes de gobierno por las distintas personalidades del fallecido Xifré y de su sucesor, Clemente Serrat. A causa de la débil salud de éste, el padre Alsina hubo de intervenir inmediata y directamente en la resolución de ciertas medidas de gobierno; visitó las comunidades de España acompañando al superior general, y, solo, las de Guinea y América Latina. De un viaje realizado a Roma en 1908 trajo consigo a España a un joven alemán deseoso de formar parte de la congregación, el primero de muchas vocaciones provenientes de Alemania.

Tuvo que interrumpir la visita que realizaba en México para regresar a España por fallecimiento del padre Serrat, ocurrido el 6 de enero de 1906.

En el capítulo celebrado en Aranda de Duero, el 14 de junio de 1906 fue elegido quinto superior general de la congregación. Y fue reelegido por mayoría absoluta en la primera votación en el siguiente capítulo celebrado en Vic en junio de 1912. En 1913 estableció la Curia General en Madrid.

En sus casi dieciséis años de superior general, el padre Alsina tuvo una preocupación muy particular por la formación de los seminaristas claretianos y el aumento de las vocaciones, para lo que promovió la fundación de seminarios en los países en los cuales se fue estableciendo la congregación; impulsó la formación especializada en las universidades eclesiásticas.

Apoyó decididamente la fundación de revistas como La Guinea Española (Madrid, 1903), Ilustración del Clero (Madrid, 1907), Repertorio de Cánticos sagrados (Madrid, 1912), Tesoro Sacro Musical (Madrid, 1917) y Commentarium pro religiosis et Missionariis (Roma, 1920). Promovió la expansión de la Congregación en nuevos países (Inglaterra, Austria, Perú, Bolivia, Uruguay, Cuba y Ecuador); consolidó la presencia claretiana en Guinea, Chile, Argentina, Brasil, Francia, Italia, Estados Unidos de América y México, así como en Colombia, donde estableció la Prefectura apostólica del Chocó, pero vivió con gran pesar la pérdida de todas las comunidades de Portugal a causa de la revolución de 1910.

A lo largo de su ministerio, siempre prestó una atención muy personalizada a sus hermanos de congregación.

Impulsó la fidelidad al carisma recibido del fundador, san Antonio M.ª Claret, no sólo por medio de cartas circulares, sino a través de su testimonio personal: cultivó con esmero la oración, vivió pobremente y con una gran austeridad, se dedicó con total generosidad al ministerio apostólico y a los servicios pastorales que se le encomendaron, particularmente en la formación y el gobierno.

De su último viaje a América, que duró casi un año, regresó muy fatigado a España. Aun así presidió los capítulos provinciales de Castilla y Cataluña. Falleció en Zafra, cuando iba a presidir el de la provincia bética, el 2 de marzo de 1922.

 

Obras de ~: “Convocatoria al Capítulo General”, “Pidiendo oraciones”, “Presentación y ruego”, “La oración y la observancia”, “Con motivo de la erección de la 3.ª Provincia” y “Anuncio de viaje a Chile”, en Annales Congregationis (AC), vol. X (1906), págs. 369-371, 433-434, 497-500, 529-532, 577-580 y 633-635, respect.; “La visita y Capítulos”, “La devoción al Corazón de María”, “El Centenario del V. P. Claret”, “La encíclica Pascendi de nuestro Smo. Padre el Papa Pio X”, “Ejercicios a superiores”, “El Centenario del Nuestro Ven. P. Fundador”, “La erección de la Cuasi-Provincia de Brasil” y “El viaje a Colombia y México”, en AC, vol. XI (1907-1908), págs. 181-184, 245-256, 293-295, 325-331, 397, 461-465, 527-528 y 701-704, respect.; “Felicitación navideña”, “El Corazón de Jesús” y “Viaje a Suramérica”, en AC, vol. XII (1909-1910), págs. 241-244, 369-370, 529-531 y 625-627, respect.; “Al retorno del viaje a Suramérica”, “Convocatoria al Capítulo General”, “En el 50 aniversario de la conservación de las Especies sacramentales”, “Viaje a Roma”, “Después del Capítulo General”, “La devoción al Corazón de María” y “La instalación de dos Asociaciones eucarísticas”, en AC, vol. XIII (1911-1912), págs. 161, 193-194, 689-692, 209-212, 333-336, 513-515 y 577-579, respect.; vol. XIV, 1913-1914, No intromisión en política, págs. 97-100; Documento importante de la Santa Sede, págs. 145-147; Las conferencias científicas, págs. 221-223; La devoción al Corazón eucarístico de Jesús, págs. 333-335; La oración, págs. 477-483; Saludo y gratitud, págs. 637-638; “La primera Encíclica de Benedicto XV”, “La fiesta del I. Corazón de María”, “La Causa de beatificación de N. V. P. Fundador”, “Primera visita al Papa Benedicto XV”, “Más y mejor oración”, “Anuncio de la próxima visita a Fernando Poo”, en AC, vol. XV (1915-1916), págs. 3-5, 149-151, 277-279, 437-439, 533-536, 637-641; respect.; “Al regreso de Guinea”, “El problema económico para la Congregación a causa de la Guerra”, “Próximo viaje a Roma”, “La mejora económica de la Congregación”, “La epidemia que aflige a Europa”, en AC, vol. XVI (1917-1918), págs. 65, 113-120, 257-258, 409-415 y 601-603, respect.; “Después del viaje a Roma”, “La formación espiritual”, “Varias conmemoraciones”, “Proceso de la beatificación del V. P. Fundador”, en AC, vol. XVII (1919-1920), págs. 65-68, 161-166, 369-373 y 561-562, respect.; “Anuncio del próximo Capítulo General y del viaje a América”, “Anuncio y convocatoria del Capítulo General”, “Al regreso de América”, en AC, vol. XVIII (1921-1922), págs. 657-662, 433 y 433-435, respect.

 

Bibl.: E. Villarroya, Vida del Rmo. P. Martín Alsina, Roma, 1922 (inéd.); A. Cabré, El Padre Martín Alsina, un General que hizo historia, Roma, Secretariado Claretiano, 1985.

 

José-Félix Valderrábano Ordeig, CMF

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