Borrell Datzira, Joan. Castellar del Vallès (Barcelona), 16.IX.1867 – Lubieszów (Polonia), 16.IX.1943. Escolapio (SChP), restaurador de la provincia de Polonia.
Entró en el noviciado de la Escuela Pía en Moià el 1 de octubre de 1882 y allí emitió su primera profesión el 27 de agosto de 1884. Estudió tres cursos en Irache, acabó la carrera sacerdotal en San Pedro de Cardeña en 1889 y profesó de votos solemnes el 31 de julio de ese año. Comenzó a enseñar en el colegio de Sant Antoni de Barcelona y allí se ordenó sacerdote. Entre 1891 y 1900 enseñó en la casa de estudios de San Pedro de Cardeña Teología dogmática y Moral, Alemán, Inglés y Geometría. Pasó luego a Sarriá como profesor de idiomas y maestro de novicios de los hermanos operarios. En los veranos viajaba a Francia para perfeccionar aquella lengua. En 1903 el padre General le mandó a Cracovia (Polonia) para ayudar a aquella provincia que se intentaba restaurar gracias a los trabajos del padre Adam Sļotwiński.
El padre Borrell ya no quiso regresar a su patria aunque sentía nostalgia de ella: pensaba que si marchaba no regresaría, porque quedaría apegado a su tierra.
Ejerció casi todos los cargos posibles: maestro de novicios, de juniores, rector, provincial (1909-1913), delegado del padre General (1913-1925), además de maestro de escuela. Gran parte de su actividad se desarrolló en Cracovia como rector (1909-1925), donde abrió clases de enseñanza media, construyó un nuevo edificio para escuelas e internado en el suburbio de Rakowice en una extensa finca; después de la Primera Guerra Mundial abrió una nueva casa llamada Liceo Stanislao Konarski. En 1927 pasó a Szczuczyn, donde con admirable fortaleza comenzó a levantar con sus novicios la antigua casa escolapia de la que sólo quedaban algunas paredes en pie, sin techumbres (obras que duraron dos años) y asumió la contigua iglesia hasta entonces atendida por un párroco.
La Escuela Pía volvió a encargarse en 1934 de la casa de Lubieszów, convertida en casa noviciado y allí se trasladó también el maestro padre Borrell. De nuevo, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, todos los religiosos huyeron, excepto el padre Borrell y otro escolapio que se mantuvieron en la ciudad. Su amor a la Escuela Pía arrastró a los demás, imbuyéndoles del espíritu de san José de Calasanz y de amor a la Orden: para ello tradujo del italiano, en un lenguaje poco literario, biografías de santos y venerables escolapios.
Vivió los horrores de la Primera Guerra, las calamidades posteriores a ella y parte de la Segunda Guerra Mundial: fue siempre su espíritu el que daba coraje para proseguir en la educación de la infancia y la juventud. Hombre sencillo, trabajador, callado, sufrido, con aptitudes para la supervivencia sin recursos.
Sus novicios a veces no comprendían su exigencia y las privaciones que les hacía soportar, mas luego admiraban la reciedumbre de aquel hombre, de manera que uno de ellos escribió: “Creemos que merece se valoren sus virtudes públicamente en la Iglesia”. Murió víctima de la caridad. Durante un bombardeo le llamaron para asistir a un moribundo, lo que hizo contra la opinión y consejo del resto de la comunidad, y en la calle tropezó con una mina. Así acabó de dar toda su vida a Polonia. En 1954, por acuerdo municipal, se le dedicó una calle en su pueblo natal.
Obras de ~: Pijarskie Owocw Swietosci (trad. por el padre Joan Borrell y publ. por el padre Adam Pitala en Cracovia, 1994).
Bibl.: “Homenaje en Castellar del Vallés al ilustre P. Borrell”, en Senda (Sabadell), 3 (1954), pág. 6; VV. AA., Escuelas Pías. Ser e historia, Madrid, Ediciones Calasancias, 1978; L. M. Bandrés (coord.), Diccionario enciclopédico escolapio (DENES), vol. I y II, Salamanca, Ediciones Calasancias, 1983, págs. 411-412, 551, 699-700 y 793 y págs. 103-104 respect.; R. Corts, J. Galtés, A. Manent (dirs.), Diccionari d’història eclesiàstica de Catalunya, vol. I, Barcelona, Claret, 2001, pág. 342; Anuario de la Orden de las Escuelas Pías 2001. Semblanzas, Madrid, 2001, págs. 26-28.
Joan Florensa Parés, SChP