Faraldo Asorey, Antolín. Betanzos (La Coruña), 2.IX.1822 – Granada, 20.VI.1853. Escritor y periodista español, precursor del galleguismo.
Antolín Faraldo Asorey, hijo de Feliciano Vicente Faraldo y de Francisca Asorey Canda, nació en Betanzos el 2 de septiembre de 1822. Estudió Medicina en Santiago de Compostela —donde obtuvo el título en 1842—, pero su verdadera labor la ejerció como escritor y periodista, ya desde sus comienzos en la Universidad. Por aquel entonces, tomó parte junto con otros compañeros y profesores universitarios en la fundación de una Academia Literaria que se ha considerado como el germen de los movimientos en pro del resurgimiento de su tierra natal.
De ideología liberal-progresista —y con arraigados sentimientos de amor, y al mismo tiempo dolor, por una Galicia que sufría calladamente la marginación histórico-política y el retraso cultural y económico—, fue Antolín Faraldo el más notable representante y el alma del “provincialismo gallego” en los albores de este movimiento político-cultural de raíz romántica.
Los “provincialistas”, frente a lo que su nombre pueda sugerir, no defendían la división de la región gallega en provincias —división administrativa que consideraban de cuño centralista— sino que concebían a Galicia como un todo con personalidad y características propias (su cultura, sus paisajes y sus gentes de espíritu emprendedor y amantes del trabajo y de la libertad) que constituían un patrimonio magnífico pero por desgracia inoperante. Era preciso concienciar a los gallegos de ese estado de cosas y moverlos a que salieran del conformismo y de la resignación. Ésa fue la tarea que los provincialistas abordaron presididos por el entusiasmo de Faraldo, cuyo liderazgo nunca fue cuestionado.
De su palabra encendida y vigorosa dan fe diversas publicaciones compostelanas y coruñesas de la época.
De 1841 a 1843 colaboró asiduamente en El Recreo Compostelano y La situación de Galicia —con el seudónimo de Abenhumeya—, también en El Idólatra de Galicia, y a partir de 1845 en el primer periódico anarquista, El Porvenir, que fundaron Faraldo y Ramón de La Sagra en Santiago y que fue posteriormente suprimido por un Decreto del general Narváez.
En 1846 fue secretario de la Junta Superior de Gobierno de Galicia y puso su pluma al servicio de este organismo que pretendía en vano que le fueran transferidas por el poder central algunas competencias de gobierno. Así las cosas, Faraldo fue el autor de la célebre Proclama leída al filo del levantamiento militar capitaneado por Miguel Solís y Cuetos. Fracasado el intento y fusilados los militares responsables, tuvo que emigrar a Portugal, desde donde pasó a Madrid y luego a Córdoba y Granada, ciudad en la que falleció a la edad de treinta y un años, el 20 de junio de 1853.
Después de los sucesos de 1846, Faraldo había continuado defendiendo sus ideas liberales y románticas a través de las páginas de los periódicos, pero ya sin abordar la problemática gallega. Si a las amargas experiencias vividas, que desembocaron en el fracaso de sus ideales más puros, se añade la posible falta de interés de sus lectores madrileños o andaluces por unos temas que les resultaban ajenos, es comprensible su postura.
La figura de Faraldo fue muy pronto mitificada y continúa siendo el referente más significativo en la trayectoria del resurgimiento de Galicia. Manuel Murguía, en su libro Los Precursores, lo sitúa en el lugar de honor, dentro de una ilustre nómina de escritores, como pionero en la lucha por la recuperación de la conciencia histórica de Galicia y por el establecimiento de un grado de autonomía de gobierno que permitiera su desarrollo socioeconómico, aspiración esta última que cerca de siglo y medio después se haría realidad en la Xunta de Galicia.
Obras de ~: “Palabras de religión”, en El Idólatra de Galicia, 4 (1841), págs. 29-30; “Historia de Galicia”, en El Recreo Compostelano (RC), 1 (1842), págs. 4-7; “Filósofos gallegos. Feijoo” y “Observaciones históricas”, en RC, 3 (1842), págs. 30-37 y 38-41, respect.; “La enferma de Gonzar” e “Historia”, en RC, 5 (1842), págs. 66-68 y 69-72, respect.; “Feijoo”, en RC, 6 (1842), págs. 85-88; “Hernán Cortés” y “Cervantes”, en RC, 7 (1842), págs. 97-100 y 108-110, respect.; “Lisboa”, en RC, 8 (1842), págs. 113-115; “Feijoo”, en RC, 9 (1842), págs. 133-138; “Pensamiento”, en RC, 10 (1842), pág. 153; “La libertad como pensamiento político i literario”, en RC, 12 (1842), págs. 183- 187; “El cristianismo en su forma social”, en RC, 13 (1842), págs. 201-204; “Escuela histórica” y “Un pensamiento triste”, en RC, 14 (1842), págs. 213-217 y 220-222, respect.; “Estudios de Galicia” y “El legado de los filósofos”, en RC, 18 (1842), págs. 275-279 y 286, respect.; “Estudios de Galicia”, en RC, 19 (1842), págs. 292-296; “Historia del cristianismo en Galicia” y “Yo”, en RC, 20 (1842), págs. 307-311 y 317-318, respect.; “Historia de Galicia”, en RC, 22 (1842), págs. 338-343; “Nuestras convicciones”, en RC, 23 (1842), págs. 355-358, y “Últimas consideraciones sobre Galicia”, en RC, 24 (1842), págs. 371-375; Abenhumeya (seud.), “Mosaico”, sección publicada periódicamente en La situación de Galicia (del 9 de noviembre de 1842 al 27 de febrero de 1843); Proclama del movimiento de 1846, en Revista gallega, 215 (1846), pág. 3; Artículos de “El Recreo Compostelano”, en GRIAL, Revista Galega de Cultura, n.os 40 y 41, Vigo, Galaxia, 1973.
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María Dolores Beccaria