Después de darse a conocer, principalmente por sus poesías en la prensa de Galicia, se estableció en Madrid (1871-1875), donde extendió su colaboración a periódicos españoles y americanos. Su casa era uno de los centros de la intelectualidad gallega y allí se reunía la sociedad Galicia Literaria, fundada por su pariente Vesteiro Torres, a la cual pertenecían Victorino y José Novo García, Francisco Añón, Luis Taboada, los hermanos Muruais o Curros Enríquez, entre otros. En 1875 volvió a La Coruña. Casó con Lorenzo Quintero, periodista y funcionario público, por lo que vivieron en diversos lugares. Tuvo varios hijos, entre ellos, la notable escritora y pianista Emilia Quintero y Calé. Su libro Horas de inspiración, prologado por Gumersindo Laverde, reúne composiciones dedicadas a las principales ciudades y lugares de Galicia, a su familia y otras de carácter religioso. Cultivó también las narraciones cortas, la novela y el drama en Lazos rotos, cuya acción se desarrolla durante la Segunda Guerra Carlista. [...]