Cornia (o de la Corne), Ascanio della. Perugia (Italia), 13.XI.1516 – Roma (Italia), 6.XII.1571. Ingeniero, arquitecto, maestre general de campo de la Liga Santa y gobernador del marquesado de Castiglione del Lago, Castel della Pieve y Chiugi, al servicio del Emperador Carlos V.
Era hijo del noble Francesco Berardo Corgna y de Madonna Giacoma Ciocchi del Monte, hermana, a su vez, del cardenal Giovanni Maria, el futuro papa Julio III. Muy joven fue enviado a Roma con su otro tío, el cardenal G. M. Ciocchi del Monte, quien se ocupó personalmente de la preparación humanística, matemática y jurídica de su sobrino, inclinado desde su adolescencia al estudio del arte y en particular de la arquitectura militar.
A la edad de 16 años, regresó a Perugia donde, en 1534, fue nombrado, con Lamberto della Cornia, capitán del distrito de Porta S. Susanna. Ascanio della Cornia fue reclutado por Guido Rangoni, que estaba tratando de reconstituir un ejército para que Francisco I de Francia atacara Génova. Participó en el sitio de Mirandola y durante la batalla con los españoles en Casale Monferrato fue herido por una lanza que le hizo perder el ojo derecho. Tomado prisionero, fue liberado gracias a la intervención de Pirro Colonna, famoso “condottiero”. Conocido por su preparación militar, por su pericia estratégica y por sus dotes de arquitecto, fue llamado al servicio de la República de Venecia. En 1528 participó con el ejército de Vincenzo Cappello en el asalto a la fortaleza de Cattaro ocupada por los turcos y, a la muerte del capitán Valerio Orsini, dirigió el ataque para liberar el castillo.
A las órdenes de Pedro Luis Farnesio recibió el encargo de guarnecer Parma, Piacenza y Rímini, donde también realizó un importante trabajo de revisión de sus fortificaciones, y para este fin fue enviado a Aviñón. Pasado a Francia, participó con las armas francesas en el sitio de Perpiñán.
En 1545 Della Cornia, integrado en el ejército de Carlos V, al mando de 500 infantes fue enviado a Casale Monferrato para su defensa del ataque francés y la mejora de sus fortificaciones.
De vuelta al servicio del papa Pablo III, fue enviado al mando de 300 arcabuceros a los Países Bajos en el verano de 1546, integrado en el ejército de Octavio Farnesio, organizado para la guerra contra los protestantes.
En octubre de 1550, pasó a servir al rey de Francia nuevamente, intentando convencer a Francisco I para que aprobara la propuesta papal sobre la devolución de Parma a la Santa Sede. Sin embargo, a principios del verano de 1551 manifestó el malestar que le había causado el servicio al rey de Francia. Nombrado en mayo de 1552 por Carlos V capitán general con tropas propias, se unió en 1553 al ejército español cerca de Trasimeno y entró en la zona de Siena para atacar algunos lugares fortificados, como Montefollonico (provincia de Siena, Italia) y Monticchiello, resultando herido durante el asedio de Montalcino, en diciembre de ese año. Víctima de una traición, era encarcelado en Siena, donde permaneció hasta diciembre de 1554, cuando se le permitió regresar a Roma, con la condición de no tomar parte, al menos temporalmente, en acciones bélicas y de regresar a Francia si el soberano de ese país lo solicitaba.
Con la elección de Pablo IV como papa en 1555, Della Cornia, que todavía servía a la Santa Sede bajo la autoridad suprema del duque de Urbino, cayó en desgracia, ya que el nuevo pontífice era ferozmente antiespañol. Llamado a Roma el 23 de julio de 1556, tras el descubrimiento de pruebas irrefutables de su participación en una reunión del partido pro español celebrada anteriormente en Roma, gracias a un aviso de su hermano Fulvio, logró escapar de las tropas enviadas para arrestarlo. Recibido en Nápoles por el duque de Alba, que sabía de los conocimientos que Della Cornia tenía de las fortalezas papales y de su pericia en arquitectura militar, le encomendó la tarea de equipar algunos castillos en los Abruzos, entrando definitivamente al servicio del emperador Carlos V.
Liberada por él la plaza de Nettuno (municipio de Roma), recibió del duque de Alba la orden de marchar sobre Roma para intentar un asalto a Porta Maggiore, pospuesto hasta el último momento por los temores del duque, que hizo dirigir las fuerzas hacia Ostia, nombrando a Della Cornia maestre general de campo en Italia, miembro del Consejo de Asuntos de Flandes y jefe de las fortificaciones de todos los dominios españoles europeos y le encomendó de inmediato la renovación de la fortaleza de Gravelinas y otras como Béthune, Boulogne y Arras, junto con Francesco Pacciotto. Además, realizó un proyecto para las fortificaciones de Dunkerque con un informe sobre la defensa costera en la frontera con Francia. En enero de 1560 fue comisionado por el papa Pío IV para revisar las defensas de Roma.
El descontento de los vasallos de Della Cornia por la presión fiscal ejercida sobre ellos dio lugar a fuertes tensiones, por lo que el papa ordenó llevar a cabo una investigación sobre el asunto. Detenido el 17 de enero de 1565 y encarcelado en Castel Sant’Angelo acusado de abuso de poder, fue puesto en libertad a petición del emperador después del desembolso de 24.000 escudos de oro.
Della Cornia, llamado a Mesina en agosto de 1565 por García de Toledo y nombrado maestre de campo, acudió a Malta con 8.000 infantes italianos y españoles para fortificarla a petición del gran maestre La Valette. Invitado a España por el propio Felipe II tras la victoria sobre los turcos (Gran sitio de Malta), para dar cuenta del trabajo realizado y de la estrategia que había determinado el éxito cristiano, de regreso a la isla, se propuso fortificarla. Posteriormente, Felipe II le confirió el cargo de maestre general de campo para todo el reino y le nombró miembro del Consejo de Nápoles
De vuelta en Italia, fue encarcelado una vez más en Castel Sant’Angelo en junio de 1566 acusado de haber encargado, junto con su hijo adoptivo Diomede della Penna, el asesinato del capitán Flaminio Graziani. Fue absuelto de los cargos, una vez más, gracias a la intervención de su hermano y del dux de Venecia, Girolamo Priuli.
Fue nombrado maestre general de campo de la infantería de la liga de los príncipes cristianos (la Liga Santa), coalición militar integrada por la Monarquía Hispánica, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya, que tenía por objeto la lucha contra el Imperio otomano en 1571. Della Cornia fue consultado el 25 de agosto por Juan de Austria sobre la estrategia a adoptar en el consejo de guerra celebrado en Mesina a mediados de septiembre de ese mismo año. Tras la victoria de Lepanto, se encargó de rehabilitar la fortaleza de Santa Maura y durante el viaje de regreso a Roma, entre el 19 y el 22 de noviembre, enfermó gravemente. Murió en Roma el 6 de diciembre de citado año de 1571. Transportado con gran pompa a Perugia, fue honrado en cada etapa del viaje y después del solemne funeral fue enterrado en la iglesia de S. Francesco al Prato.
Como arquitecto, es especialmente significativa la relación de amistad y colaboración con el arquitecto de Perugia Galeazzo Alessi. Durante el pontificado de Julio III, Della Cornia había construido un grandioso palacio en Castel della Pieve.
Obras de ~: Manifiesto y justificación hecho por D. Ascanio Della Cornia, Nápoles, 10 de agosto de 1556.
Bibl.: I. Fosi Polverini, “Della Cornia, Ascanio”, en Dizionario Biografico degli Italiani, vol. 36, Roma, Istituto dell'Enciclopedia italiana, 1988; P. Bragard, Dictionnaire biographique des ingénieurs des fortifications: Pays-Bas espagnol, principauté de Liège, Franche-Comté, 1504-1713, Namur, Les Amis de la Citadelle de Namur, 2011; R. Damiani, “Ascanio Della Cornia /Ascanio Della Corgna”, en Condottieri di Ventura, 27 de noviembre de 2012 [en línea], disponible en https://condottieridiventura.it/ascanio-della-corgna-ascanio-della-corgna/.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño