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Juan Bautista Antonelli

Biografía

Antonelli, Juan Bautista. Gatteo (Italia), 1527 – Toledo, 17.III.1588. Ingeniero Militar al servicio del emperador Carlos V y de Felipe II.

Fue una de las figuras más importantes de la Ingeniería militar del siglo XVI e iniciador de la fortificación sistemática de los reinos peninsulares durante la monarquía de Felipe II.

Comenzó su carrera como ingeniero militar en Italia hacia 1550, donde sirvió al emperador Carlos V al lado de Vespasiano Gonzaga, también ingeniero, con el que se formó. En 1554 participó en la toma de la ciudad de Siena al lado de Vespasiano Gonzaga Colonna, hallándose también en la batalla de San Quintín en 1558.

En 1559 llegó a España Juan Bautista Antonelli, según consta en un memorial que él mismo envió a Felipe II. Un año después se encontraba en compañía del también ingeniero militar Giovani Bautista Calvi, reconociendo el puerto de Guadarrama. En 1560 se le ordenó pasar al reino de Valencia, donde debía realizar un croquis militar de dicho reino con el fin de estudiar el emplazamiento de las tropas necesarias para su defensa. Al respecto, se conservan unas notas firmadas de su mano del año 1562 sobre las fortificaciones de la citada costa y sierra de Valencia, con dos planos suyos del castillo de Bernia. En efecto, en ese último año recorría sus costas, en unión de Vespasiano Gonzaga (designado en 1575 virrey de Valencia), elaborando entre ambos un estudio de las fortificaciones de las mismas, así como de las mejoras necesarias a las existentes.

En 1563 se trasladaba, acompañado de su hermano Bautista, a la plaza de Mazalquivir (Argelia), donde permaneció dirigiendo sus fortificaciones (siguiendo el sistema “abaluartado”) hasta 1568, año en el que, vuelto a la metrópoli, era destinado a Pamplona, plaza en la que estudió la construcción de su castillo y ciudadela. En este sentido, en 1569 presentaba un informe sobre las fronteras de Navarra y Guipúzcoa en el que, al referirse a Pamplona señalaba su importancia como plaza fronteriza, aunque a su juicio, pese a todo lo realizado hasta el momento sus posibilidades defensivas eran muy negativas. La decisión de reformar las fortificaciones de la plaza, así como de la construcción de una ciudadela, se tomó poco después del informe de Antonelli, basándose inicialmente en una traza realizada por este ingeniero.

Como consecuencia de la rebelión de los moriscos granadinos, iniciada en 1568, fue enviado a Granada a las órdenes del duque de Sessa y de Juan de Austria. En la zona en conflicto se le encargaba de realizar estudios para la ocupación de tan quebrado terreno, lo que aumentó su fama como ingeniero. En uno de los estudios, presentado hacia 1569, elaboraba un plan para acabar con la rebelión de las moriscos. Proponía edificar torres en “Puerto Ginovés” y otras calas, para evitar que los rebeldes recibieran ayuda del norte de África.

Terminada la campaña, volvió a la metrópoli el año 1570, donde dispuso, con motivo de la entrada de la reina Ana de Austria en la corte, un estanque en el Prado de más de quinientos pies de largo y ochenta de ancho, en el que hizo navegar ocho galeras, colocó fortificaciones aparentes, remedando el puerto de Argel, y delineó tres arcos triunfales, que se adornaron con estatuas y medallas de los célebres escultores Lucas Mitata y Pompeo Leoni.

Pasó posteriormente a proyectar obras para la defensa de Cartagena, en especial las correspondientes a las murallas de cierre de la ciudad. En esta plaza sus proyectos chocaron con los de “el Fratín” (Jácome Palearo), ingeniero también al servicio de Felipe II, por lo que de nuevo se le envió con Vespasiano Gonzaga a Valencia, para proseguir con las fortificaciones de sus costas, y donde permaneció hasta 1575. Anteriormente, en 1570, recibía el encargo de establecer un sistema de torres que defendieran las costas de los antiguos reinos de Valencia y de Murcia, realizando para este último, un modelo de torre “seisavada”, o de planta hexagonal (torres de Terreros Blancos, Cabo de Palos y Mazarrón). También en esas fechas, realizarían proyectos de fortificaciones para Orán y Mazalquivir.

En 1579 se encontraba en Gibraltar, donde trabajó en sus fortificaciones y en su puerto, y donde recibió la orden de entrar en Portugal por Ayamonte, con el fin de reconocer las fortificaciones lusas. Una vez terminada su comisión, llevó a la Corte el informe consiguiente, para pasar a continuación a estudiar, en este caso, las fortificaciones españolas en “la Raya de Portugal”, desde Bayona, en Galicia, hasta Ayamonte.

En 1580 estaba a las órdenes de Francés de Álava, capitán general de Artillería, el cual le mandó que reconociera los caminos desde Sevilla a Badajoz, con el fin de que definiera un itinerario que permitiese el paso de la artillería y de los ejércitos, que posteriormente debían entrar en Portugal para asegurar los derechos sucesorios de Felipe II. Como pudo constatar Antonelli, el terreno era abrupto y los caminos malos y de difícil superación. De ahí surgió la idea de la navegación fluvial y la conveniencia que representaba para el traslado de los equipos pesados. Cuando posteriormente se produjo dicha entrada de los ejércitos hispanos, Antonelli lograba que se le nombrase maestre de campo general para la ocasión.

En Portugal, Juan Bautista Antonelli explicaba a Felipe II las posibilidades de su proyecto. La idea encontró la aprobación real, y en abril de 1581 Antonelli recibió una real cédula que le ordenaba “reconocer y ver el río Tajo desde la villa de Abrantes en estos nuestros reinos de Portugal, hasta la dicha villa de Alcántara, para ver cómo se podría hacer navegable”. En consecuencia, Antonelli, después de un estudio riguroso del río Tajo, presentaba a Felipe II en las Cortes de Tomar, un proyecto para hacer navegable dicho río entre Alcántara y Lisboa. Librados en junio de ese mismo año los fondos necesarios para iniciar las obras, se trasladaba Antonelli a Abrantes, desde donde realizó los estudios necesarios para llevar a cabo el ambicioso proyecto. El informe de Antonelli es un estudio hidrográfico del territorio, técnico y comercial de gran importancia y que demuestra un gran dominio de la materia. El rey supo ver las ventajas comerciales, la rapidez de comunicación, los beneficios para la real hacienda y también el prestigio que dicha obra significaba a nivel internacional, por lo que el monarca se convirtió en el más entusiasta patrocinador. Con una real cédula del 23 de junio de 1581, ordenaba al alcalde mayor de Alcántara y a los Consejos y demás Justicias de Castilla, prestar todas las facilidades y asistencia para proveer lo necesario a las obras relacionadas con la navegación del Tajo y atender a Juan Bautista Antonelli que “ha de tener el cargo principal de todo lo tocante a ello”. En 1583 terminaba las obras de acondicionamiento del Tajo entre Alcántara y Abrantes, lo que permitió el transporte de tropas embarcadas.
En 1584 el rey organizó un viaje de Madrid a Aranjuez con el fin de asegurarse de lo adelantado del proyecto.

Con anterioridad, estando en Tomar, donde fue proclamado Felipe II rey de Portugal, el monarca ordenó a Antonelli delinease y trazase dos castillos que se habían de construir en el estrecho de Magallanes, y que en 1581 fue a levantar su hermano Baptista en la desgraciada armada de Diego Flórez de Valdés.

Posteriormente, los trabajos para hacer posible la navegación del Tajo prosiguieron con éxito y en enero de 1588 se llevó a cabo sin ningún problema, el primer viaje de siete barcazas que en quince días cubrieron la distancia entre Toledo y Lisboa. Cristóbal de Roda Antonelli, sobrino de Juan Bautista, inició la nueva ruta. Durante el viaje de regreso de las barcazas, desde Lisboa a Toledo, la muerte sorprendió “con gran sentimiento del Rey”, a Juan Bautista Antonelli el 17 de marzo de 1588. Con su muerte faltaba el impulsor principal de los proyectos de navegación fluvial. Su sobrino Cristóbal de Roda Antonelli recibió el encargo de seguir en la organización de los viajes y adelantar los proyectos pendientes, sin embargo, duró poco tiempo. La muerte de Felipe II, acaecida 10 años después de la de Antonelli, significó también la muerte del proyecto.

 

Obras de ~: Tratado de Fortificación, all’Illmo signo don Gio Manrriq de Lara Clavero de Calatrava va capn. Gnle. Dell’artria mayordomo et del consig supremo dis. Mta cattla (inéd.); Discurso sobre el sistema defensivo de España, presentado a S. M., c. 1569; Cartas a Felipe II sobre la navegación del Tajo, 1581; Relación sobre la navegación del Tajo desde Abrantes a Alcántara, 1581; De los provechos de la fortificación de Tapiería, s. f.; Discurso al Rey sobre la guerra con los moriscos de Granada, s. f.

 

Fuentes y bibl.: Colección Aparici, Instituto de Historia y Cultura Militar, Madrid.

E. Llaguno Amirola, Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauración, vol. IV, Madrid, Imprenta Real, 1829; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, 1876; J. B. Villar, “Ciudades Fortificadas Españolas en el Norte de África. Orán-Mazalquivir como compendio y modelo de enclave español en el Magreb”, en II Jornadas sobre Fortificaciones Modernas y Contemporáneas (Actas), Cartagena, Áglaya, 1999; J. de Castro y F. Cobos Guerra, “El debate en las Fortificaciones del Imperio y la Monarquía española, 1535-1574”, en Las Fortificaciones de Carlos V, Madrid, Ministerio de Defensa, 2000; A. Cámara, “La Corona de Castilla”, en Las Fortificaciones de Carlos V, Madrid, Ministerio de Defensa, 2000; V. Echarri Iribarren, Las Murallas y la Ciudadela de Pamplona, Pamplona, Gobierno de Navarra - Departamento de Educación y Cultura, 2000; A. Gil Albarracín; Documentos sobre la Defensa de la Costa del Reino de Granada (1479-1857), Imprenta INGOPRINT. S.A., Barcelona, 2004; A. Gil Albarracín, “Juan Bautista Antonelli”, en Diccionario Biográfico de Almería, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2006; M. Morato Moreno, Los Antonelli, una saga de Arquitectos e Ingenieros al servicio de la Corona Española, Sevilla, Universidad de Sevilla - Departamento de Ingeniería Gráfica, 2008.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño