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Juan Cebrián y Cervera

Biografía

Cebrián y Cervera, Juan. Madrid, 24.VIII.1848 – 20.II.1935. Militar, teniente de Ingenieros, arquitecto, científico y escritor.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en agosto de 1863, saliendo de la misma como teniente, después de completar los estudios reglamentarios, con fecha 8 de septiembre de 1868.

Destinado al Primer Regimiento de Ingenieros con guarnición en Madrid, sufriría una gran desilusión al ver que en vez de ser empleados los ingenieros en los servicios técnicos para lo que recibían la preparación adecuada, se les utilizaba de forma preferente en esos años convulsos, dado que nunca se había dado un caso en el que tropas de ingenieros participaran en una sublevación contra el gobierno legítimo, en la represión de tales movimientos (Revolución de 1868, llamada “La Gloriosa”). En consecuencia, el teniente de Ingenieros Cebrián pedía la separación del servicio, marchándose a París a finales de 1869.

De París se trasladaba a los Estados Unidos, recién terminada la Guerra de Secesión, fijando su residencia en Nueva York, ciudad en la que tampoco le fue demasiado bien, por lo que tuvo que dar clases de español para sobrevivir. De allí se trasladaba en 1870 a California, donde empezó a trabajar como ingeniero auxiliar en la Dirección de Faros de la Costa del Pacífico, encargado de la construcción de faros, puertos y otras obras. Al terminar su compromiso anterior, fue contratado para trabajar en la realización del proyecto del Ferrocarril Transcontinental del Norte del Pacífico, en el estado de Oregón, trazando la ruta desde las Montañas Rocosas hasta Portland y Seattle. La compañía para la que trabajaba quebró en 1873, pasando a continuación a trabajar como arquitecto municipal de la ciudad de Santa Bárbara (California). En la citada ciudad adquiría una gran reputación, proyectando y ejecutando numerosas obras, entre las que destaca la iglesia dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe (destruida en el terremoto de 1906), construida en estilo neo-español. Sus obras como arquitecto serían uno de los pilares del renacimiento de lo hispano en la arquitectura, en el Oeste Americano en general y en California en particular, y que tendría tanto éxito posterior. En 1875 daba un paso definitivo en su carrera, trasladándose a San Francisco, donde montaba una oficina técnica con la que alcanzó un gran prestigio, favorecido por el rápido crecimiento de la ciudad, lo que le permitió crearse una elevada posición, dirigiendo desde 1888 importantes empresas industriales.

Cebrián patentó en España, entre 1879 y 1883, mejoras en motores y el alumbrado eléctrico, un sistema de impresión microscópica y los aparatos para leerlas, así como calderas solares que aprovechaban la energía solar para generar fuerza motriz mediante vapor. A pesar de su éxito, Cebrián nunca olvidaría su origen español, convirtiéndose en un defensor de todo lo español, así, en sus escritos siempre se manifestó contrario a la denominación “América Latina”, por considerarla injusta, proponiendo el más exacto de América Española o Hispanoamérica. Traumatizado por la guerra entre España y los EE. UU. financió proyectos que favorecieran la imagen de España en los EE. UU, tratando sin éxito de implicar en ello a Juan Valera. Sólo en 1914, con la aparición de la obra La leyenda negra de Julián Juderías, vería satisfecho su deseo. Además, en 1917, Cervera invitaba a Juderías a publicar de nuevo su ensayo, del que financiaba su publicación, y al que Juderías añadía un nuevo capítulo titulado “La Obra de España”. Combatió la llamada “Leyenda Negra”, traduciendo y editando a sus expensas libros que ensalzaban a los exploradores españoles en Norteamérica, como el libro The Spanish Pioneers (1884), del escritor y explorador Carlos Fletcher Lumnis, donó numerosos volúmenes a la Escuela de Arquitectura de Madrid y a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así como un gran número de libros de temas españoles a las bibliotecas Norteamericanas, especialmente a la de San Francisco, en la que creó una sección dedicada a España, con la cesión de tres mil quinientos ejemplares relacionados con el arte español, también a las universidades de los Estados Unidos de Stanford y de Berkeley (tres mil ejemplares) y de nuevo a las bibliotecas públicas, al  llamada “Art Institute” de Chicago (mil volúmenes), a la Metropolitana de Nueva York, a la de Boston, y también a la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde su donativo de cuatro mil obras contribuyó a divulgar en España las tipologías constructivas internacionales del primer tercio del siglo XX.

Siguiendo con su actividad como hispanófilo, regaló un monumento de Cervantes a la ciudad de San Francisco y un busto del inmortal escritor a la Universidad de Berkeley, personificando así la cultura española en el primer centro superior docente del Pacífico. También aportó Cebrián ayuda financiera a la edición de las obras completas de Cervantes. En unión con el hispanófilo Archer Milton Huntington fundó la Asociación Americana de Maestros de español, que hacia 1930 contaba con más de cinco mil profesores y doscientos mil alumnos. Precisamente, en 1932, tres años antes de morir y a pesar de que habían mermado sus caudales, compró la casa mallorquina donde naciera el padre Junípero y la regaló a la ciudad de San Francisco en California.

Fue miembro honorario de la Hispanic Society de Nueva York, ayudando a su director y fundador, el citado Mr. Huntington en la organización y fomento de la biblioteca-museo de la misma. Erigían, igualmente en cooperación, tres grandes estatuas del Cid en Nueva York, San Francisco y Buenos Aires.

Casado con una mejicana, murió en Madrid, en 1935. En 1921 le fue concedida por el estado español la gran Cruz de Alfonso XII, por sus méritos como ingeniero, arquitecto e hispanófilo. Era Académico honorario de la Real Academia de la Historia y de la de Bellas artes de San Fernando, correspondiente de la Española y de la Sevillana de Buenas Letras, doctor “Honoris Causa” en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, miembro honorario, entre otras numerosas instituciones de la Sociedad Colombina de Huelva, de la Hispano-Americana de Cádiz y de la de los Colegios oficiales de Arquitectos de Madrid y Barcelona, vocal de la Sociedad Geográfica, y finalmente, Gran Cruz de Isabel la Católica y Caballero Gran Cruz de Alfonso XII. También aportó Cebrián su ayuda financiera a la edición de las obras completas de Cervantes, que acometieron Rudolph Schevill y Adolfo Bonilla San Martín.

A sus ochenta y tres años, el gobierno de la República, el 7 de abril de 1932, le concedió el título de arquitecto español “Honoris causa”. Al fallecer fue enterrado en Yepes, Toledo.

 

Obras de ~: La Exposición Hispanoamericana de Sevilla y el porvenir de la raza, separata de la revista Raza Española, Madrid, 1926; Proposición que a la Real sociedad geográfica de Madrid presentó en sesión del 15 de diciembre el vocal de su junto directiva Excmo. Sr. D. Juan C. Cebrián en solicitud de que se cambie el nombre de Península Ibérica por el de Península Hispánica, Madrid, Real Sociedad Geográfica, 1931; “Presentation of the Serra birthplace”, en California Historical Society Quaterly, 11, 3 (1932), págs. 280-288.

           

Fuentes y Bibl.: Archivo General Militar, Exps. personales.

Redacción, “Necrológica”, en Memorial de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 1921; [Redacción], “Entrega de la casa natal de fray Junípero Serra a d. Juan C. Cebrián, representante de la ciudad y condado de San Francisco de California”, en Revista de las Españas, 69-70 (1932), págs. 252-264; M. López Otero, Biografía leída por don M. Lopez Otero en la Academia de bellas artes de San Fernando con motivo del homenaje a D. Juan C. Cebrián, Madrid, 1933; V. Castañeda y Alcover, Biografía del Excmo Sr. D. Juan C. Cebrián, Madrid, Tip. de Archivos, 1935; J. Anaya Díaz, “El donativo Cebrián, origen de la divulgación de las tipologías constructivas en el primer tercio del siglo XX en España”, en Segundas Jornadas sobre Investigación en Arquitectura y Urbanismo, Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña, 2006; L. Español Bouché, Leyendas negras: vida y obra de Julián Juderías (1877-1918): la leyenda negra antiamericana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2007; J. Juderías, La leyenda negra de España: Reedición del clásico publicado en 1914, ed. y pról. de L. Español, Madrid, La Esfera de los libros, 2014.

 

Juan Carrillo de Albornoz Galbeño

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