López Bardón, Tirso. Cornombre (León), 25.V.1838 – Valladolid, 9.VII.1918. Agustino (OSA), profesor, cronista e historiador.
Los padres de Tirso fueron Dionisio López y Manuela Bardón. Apenas cumplidos los diecisiete años de edad, decidió ingresar en la vida religiosa en el colegio- seminario de los padres agustinos filipinos de Valladolid, donde profesó después de un año de noviciado el día 14 de octubre de 1856, y en Valladolid cursó los estudios eclesiásticos de Filosofía y Teología.
Una vez que la provincia de Filipinas le nombró lector el 18 de septiembre de 1861, luego confirmado oficialmente por el Capítulo Provincial celebrado el 14 de enero de 1865, ejerció la docencia en Valladolid de 1861 a 1864. Este año, el 11 de mayo, zarpó del puerto de Cádiz con destino a las islas Filipinas, presidiendo una misión de dieciocho religiosos, para llegar a Manila el 17 de septiembre. Residió en el convento de San Agustín de Manila, donde explicó Teología Dogmática, Moral y Derecho Canónico. En 1865 fue nombrado vocal de la Junta de Censura, creada por Real Orden de 1853, para emitir juicios sobre libros y periódicos para editarse y difundirse en el archipiélago filipino. El arzobispo de Manila, Gregorio Melitón Martínez, le nombró en 1865 miembro de la Junta de Teólogos para examinar la autenticidad de una reliquia del mártir del Japón, el franciscano san Martín Aguirre (1567-1597).
El 24 de abril de 1866 recibió el mandato de regresar a España con destino al monasterio de Nuestra Señora de La Vid (Burgos). Aquí se ocupó en la enseñanza de las materias de Teología Dogmática, Moral, Derecho Canónico, Biblia e Historia Eclesiástica. De 1869 a 1873 fue regente de estudios del colegio de La Vid. Después de veinte años de profesor, en 1877 le concedieron el título de lector jubilado. A López Bardón se debe el inicio de la colección de monedas del monasterio de La Vid. En él permaneció hasta 1881, año en el que pasó al colegio de Valladolid con el cargo de maestro de novicios, puesto que ejerció hasta 1887, y en este mismo año fue nombrado por Pío IX definidor y asistente general de la Orden de San Agustín en España y sus dominios.
El arzobispo de Valladolid, Benito Sanz y Forés (1828-1895), designó a Tirso López teólogo consultor del Concilio Provincial de Valladolid (1887) y examinador sinodal (1889). También fue redactor y colaborador asiduo de Revista Agustiniana desde su fundación en 1881 y miembro de la Comisión del Bullarium de la Orden Agustiniana, nombramiento fechado el 20 de noviembre de 1913. La misma Orden le había otorgado, tras haber superado el correspondiente examen, el título de maestro en Teología el 14 de enero de 1898. Fue cronista oficial de la Orden Agustiniana de 1896 a 1916.
Desde 1882 fue socio correspondiente de la Real Academia de la Historia y miembro de la Real Academia de la Purísima Concepción de Valladolid por la elección celebrada el 6 de julio de 1913, tomando posesión el 2 de septiembre de 1915. Perteneció también a la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Valladolid y miembro del claustro de doctores de la Universidad Pontificia de Valladolid.
Aunque llegó a ser propuesto para varios obispados y presentado para la sede de Cuenca en 1890, siempre renunció a la mitra y el báculo episcopales. El 12 de octubre de 1894 fue nombrado procurador general de la Orden Agustiniana, pero también renunció. Su fama de buen latinista, escritor e historiógrafo conquistó la amistad de numerosos intelectuales de la época, entre otros, de Marcelino Menéndez Pelayo y Aureliano Fernández Guerra. Sin descanso cultivó el género epistolar, llegando a cartearse con personalidades de los cinco continentes.
De 1881 a 1887 preparó la crónica agustiniana que publicó en Revista Agustiniana durante estos años. A su pluma se debe el libro titulado Ecclesiae Historiae Breviarium (París, 1789), continuación de la obra escrita por Berti, obra que sirvió en su tiempo de libro de texto en varios centros de estudios eclesiásticos de Europa, América y Filipinas. Preparó, a su vez, dos gruesos tomos en los que se proponía dar continuidad a la historia agustiniana de Nicolás Crusenio (muerto en 1627). Abarca ciento ochenta años de historia, de 1620 a 1800, e informa de cientos de personajes agustinianos, aunque no siempre con el rigor y exigencia propios de un historiador e investigador, según ha demostrado en su estudio Miguel de la Pinta. En cuanto editor, Tirso López enriqueció con notas y comentarios la Conquista de Filipinas de Paulino Díaz, y colaboró muy activamente en la edición de los siete primeros tomos de las obras latinas de fray Luis de León (Salamanca, 1891-1895), con notas y advertencias, como expresamente se reconoce en el prólogo inicial (Opera, I, Salamanticae, 1891: XX y XXX).
Obras de ~: Reseña histórica del Colegio de La Vid [1877] (inéd.); J. L. Berti, Ecclesiasticae historiae breviarium, continuatum usque ad annum MDCCCLXXIX a Thirso López, Parisiis, Imprenta Ludovicum Vives, 1879, 2 vols. (Vallisoleti, Typis Leonardi Miñon Bibliopolae Editoris, 1889, 2 vols.); “Iglesia de San Agustín de Manila”, en La Ilustración Católica (IC), 4 (1880-1881), págs. 38-39 y 46-48 [reimpr. en Revista Agustiniana (RA), 3 (1882), págs. 470-483]; “San Teodoro, monje en Egipto”, en Novísimo año cristiano y santoral español, I, Madrid, Imprenta Srs. Lezcano y Cía., 1881, págs. 94-95; “Santa Marciana, virgen y mártir”, “Santa Verónica de Viviasco de la Orden de San Agustín”, “San Pablo, primer ermitaño” y “San Tirso”, en RA, 1881, págs. 119-121, págs. 164-166, págs. 190-195 y págs. 359-371, respct.; “Colegio de Santa María de La Vid”, en IC, 4 (1881), págs. 43-45 y 51-52; “Crónica agustiniana”, en RA, 1 (1881), págs. 12-20, 78, 238-240, 404-406 y 485-486; 2 (1881), págs. 5-11; 3 (1882), págs. 97, 190-195, 385-386, 581- 584 y 674-676; 4 (1882), págs. 190-192, 285-290, 380-385, 387-390, 480-481, 483, 563, 578, 580 y 582-583; 5 (1883), págs. 88-92, 181-184, 400-403 y 596-598; 6 (1883), págs. 185- 186, 191-194, 290-292, 294-296, 396-407, 497-504, 608-610 y 613; 7 (1884), págs. 81, 180-183, 280-285, 288, 399-401, 406, 508 y 596; 8 (1884), págs. 77-78, 80-81, 180, 182, 184, 268, 271, 274-275, 366, 372-374, 377, 468, 470, 472, 571 y 576-579; 9 (1885), págs. 94-96, 98, 201, 203-204, 206, 209, 295-296, 299, 301, 393, 397, 505, 507, 509, 511 y 598-599; 10 (1885), págs. 73-74, 173-176, 277, 280-282, 379, 381-382, 477-478, 483-485, 573, 575 y 577; 11 (1886), págs. 82, 87-88, 171, 175-176, 264, 266-268, 270, 378 y 477-480; 12 (1886), págs. 90-91, 177-182, 188, 262, 265, 271-276, 367-369, 374- 376 y 563; 13 (1887), págs. 77-79, 173, 179, 277-278, 364 y 368-372; “Notas biográficas del Ilmo. Sr. D. Casimiro Herrero, OSA, obispo de Nueva Cáceres”, en RA, 1 (1881), págs. 349- 400 [colaboración de Tomás Cámara, 403-404]; “Conquistas de las Islas Filipinas: La tempestad por las armas de nuestros católicos reyes de España y la espiritual por los religiosos de Nuestro Padre San Agustín, por el P. Casimiro Díez”, en RA, 1 (1881), págs. 110-111, 115-126, 202-218, 287-295 y 365- 382 [colaboración de Tomás Cámara, 369-386], 440-457; 2 (1881), págs. 50-63, 133-151, 234-248, 331-345, 426-440 y 537-550; 3 (1882), págs. 50-62, 152-165, 236-255, 415-430, 539-552 y 639-657; 4 (1882), págs. 55-71, 137-163, 241-260, 314-335, 438-458 y 539-552; 5 (1883), págs. 120-136, 352- 365 y 537-552; 6 (1883), págs. 125-140, 331-350 y 549-563; 7 (1884), págs. 118-132 y 325-342; 8 (1884), págs. 515-524; 9 (1885), págs. 134-143, 325-335 y 542-554; 10 (1885), págs. 127-139, 317-326 y 551-558; 11 (1886), págs. 117-128, 310-323 y 516-526; 12 (1886), págs. 112-125, 309-321 y 513- 524; 13 (1887), págs. 115-126 y 313-324; La Ciudad de Dios (CD), 14 (1887), págs. 93-97, 230-243, 382-392, 522-527, 682-690 y 831-839; 15 (1888), págs. 105-111, 230-245, 389- 396 y 521-528; 16 (1888), págs. 88-96, 225-232 y 440-451; 17 (1888), págs. 16-25, 149-157, 305-312 y 454-463; 18 (1889), págs. 12-17, 161-166, 298-306 y 453-462; 19 (1889), págs. 17- 25, 162-173, 309-317 y 446-458; 20 (1889), págs. 24-35 y 154-161; “Bibliografía. I papiri copti del Museo Borgiano della S. C. de Propaganda Fide tradotti e commentati dal P. Agostino Ciasca. Roma, Tipografía Poliglotta della S. C. de Propaganda Fide, 1881”, en RA, 2 (1881), págs. 368-370; “Noticias biográficas del P. Maestro José Muñoz Capilla”, en RA, 2 (1881), págs. 457-462; “La ciudad ibérica de Urbicua, llamada luego ‘Regio super Urbicum’ junto a Vega de Atienza o de Órbigo”, en RA, 5 (1883), págs. 243-249; “Colegio agustino de Valladolid”, en RA, 7 (1884), págs. 453-465; “El primer misionero del desierto de Sahara y de la costa de Marruecos: Beato Tadeo de Canarias, OSA”, en IC, 9 (1886) [reimpreso en RA, 12 (1886), págs. 232-235]; “La recepción de los agustinos españoles por Su Santidad León XIII”, en CD, 15 (1888), págs. 221-223; “El Revdmo. P. José Lanteri”, en CD, 16 (1888), págs. 505- 516; Necrología del Revmo. P. M. Fr. José Lanteri, Ex-Asistente y Secretario General del Orden de San Agustín, Consultor de la Sagrada Congregación del Índice y Prefecto de la Biblioteca Angélica, Valladolid, Imprenta Luis N. de Gaviria, 1888; “El príncipe cristiano del Beato Alonso de Orozco [fragmento]”, en CD, 20 (1889), págs. 110-117, 225-232 y 289-295; “Lápida romana, inédita, de Valencia de Don Juan”, en Boletín de la Real Academia de la Historia (BRAH), 19 (1891), págs. 249-250; “La conversión de San Agustín y el himno ‘Te Deum’”, en CD, 34 (1894), págs. 5-16, 108-119; “D. Aureliano Fernández Guerra”, en Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid (julio-agosto de 1882); carta reimpresa en CD, 35 (1894), págs. 241-254; Monastici Augustiniani R. P. Fr. Nicolai Crusenii continuatio atque ad illud additamenta sive Bibliotheca Manualis Augustiniana in qua breviter recensentur Augustinenses utriusque sexus virtute, litteris, dignitate ac meritis insignes ab anno 1620 usque ad 1700, Operis volumen secundum, Vallisoleti, Typ. J. E. de la Cuesta, 1903; “Inscripción romana de Peñaranda de Duero”, en BRAH, 47 (1905), págs. 402-403; “De Congregatione Oservantiae Ordinis Er. S. P. Augustini in Hispania”, en Analecta Augustiniana (An- Aug), 3 (1909-1910), págs. 31-34; “Liber Actorum et Capitulorum Congretationis de Observantia Ordinis Er. S. P. Augustini in Hispania”, en AnAug, 3 (1909-1910), págs. 59-67, 82-86, 105-113, 131-137, 155-160, 180-185, 200-207, 230-234, 269- 272, 298-302 y 324-327; Monastici Augustiniani R.P. Fr. Nicolai Crusenii continuatio atque ad illud additiones sive Bibliotheca Manualis Augustiniana in qua breviter recensentur Augustinenses utriusque sexus virtute, litteris, dignitate ac meritis insignes ab anno 1700 usque ad 1800, Operis volumen tertium, Vallisoleti, Typ. J. E. de la Cuesta, 1916.
Bibl.: E. Pérez Jorde, Catálogo Bio-Bibliográfico de los religiosos Agustinos de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, Manila, Tipografía Santo Tomás, 1901, págs. 525-527; B. Hernando, Historia del Real Colegio-Seminario de los PP. Agustinos Filipinos de Valladolid, Valladolid, Cuesta, 1912, págs. 308-311; M. Fraile Miguélez, “Semblanza del P. Tirso López”, en CD, 115 (1918), págs. 16-31; B. Martínez Noval, “Una institución que desaparece. El M. R. P. Tirso López Bardón”, en España y América, 59 (1918), págs. 342-355 [reimp.“El M. R. P. Maestro Fr. Tirso López y Bardón”, en Archivo Agustiniano (AA), 10 (1918), págs. 349-362]; M. de la Pinta Llorente, “Notas para una bibliografía del P. Tirso López”, en AA, 48 (1954), págs. 301-313; T. Aparicio, Agustinos españoles en la vanguardia de la ciencia y la cultura, I, Valladolid, Editorial Agustiniana, 1988, págs. 217-225 [reimp. en “Tirso López y Enrique Villalba, Académicos ilustres de la Real de Bellas Artes de Valladolid”, en Boletín. Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, 27 (1992), págs. 163-179]; Agustinos españoles, paradigma del 98 y otros estudios, Valladolid, Editorial Agustiniana, 1999, págs. 74-76.
Rafael Lazcano González
