Elera, Casto de. Mayorga de Campos (Valladolid), 1.VII .1852 − 29.VIII .1903. Dominico (OP), naturalista.
Nacido en 1852, tomó el hábito en el convento de Santo Domingo de Ocaña el 18 de septiembre de 1869. Hizo la profesión el año siguiente. Allí estudió la Filosofía y dos años de Teología. Llegó a Filipinas y terminó los estudios teológicos en la Universidad de Santo Tomás de Manila. Se ordenó de sacerdote en San Carlos de Pangasinán el 12 de marzo de 1876. En 1879 marchó al norte de la isla de Luzón como capellán de la tropa enviada allí para proteger de los ataques de los igorrotes a los trabajadores que en las montañas trataban de abrir un camino hasta Cagayán. Volvió inmediatamente a Manila gravemente enfermo. En 1880 obtuvo el doctorado en Filosofía y fue nombrado profesor. También participó activamente en la pastoral del convento: predicaba, oía confesiones y visitaba enfermos.
Su verdadera especialidad era la Historia Natural. Desde 1881 fue profesor de dicha materia en la Universidad de Santo Tomás de Manila y posteriormente fue nombrado director del Museo de Historia Natural existente en dicha universidad. Comenzó a organizarlo según los criterios científicos modernos. Adquirió todo lo que le pareció de interés para enriquecerlo. Envió cazadores y expertos por todas las provincias en busca de nuevas especies de animales. Mantuvo contactos e intercambios con directores de museos similares extranjeros. Así reunió muchas y diversas colecciones. Cuando salía de vacaciones fuera de Manila, más que a descansar, iba a buscar algo nuevo para su museo. La mayor parte de su tiempo lo dedicaba a ese duro trabajo. No se conformó con eso. A pesar de sus ocupaciones y de su frágil salud, quiso poner por escrito todo lo que sabía sobre el tema en una obra en la que describió y clasificó todos los animales que conoció en Filipinas. La presentó con motivo de la Exposición Regional filipina en tres gruesos volúmenes de más de setecientas páginas cada uno. Añade al nombre del animal que describe sus sinónimos en otras lenguas. La obra fue premiada en la Exposición con diploma de mérito. Los expertos en la materia reconocieron y alabaron los méritos del padre Elera.
Su salud nunca había sido buena. Ya de joven tuvo que interrumpir el año de noviciado por enfermedad. Con el paso de los años fue empeorando. Los médicos y los religiosos le aconsejaron volver a España para intentar recuperarse. Si lo conseguía, se había propuesto visitar los mejores museos de Historia Natural de Europa y estudiaría las condiciones de publicar su obra con más precisión en grabados e ilustraciones en alguna editorial especializada en esta clase de libros. No se cumplió su deseo. Murió repentinamente cuando descansaba en su pueblo natal.
Obras de ~: Concepto y naturaleza de la vida, Manila, Imprenta del Colegio de Santo Tomás, 1884; Discurso de apertura de curso de la Universidad de Sto. Tomás de Manila, Manila, Tipografía del Colegio de Santo Tomás, 1884; Catálogo sistemático de toda la fauna de Filipinas, Manila, Imprenta del Colegio de Santo Tomás, 1895, 3 vols. (ed. de F. Llanos López, La Fauna de Filipinas del P. Casto de Elera, Manila, 1916, 3 vols.); Contribución a la fauna de Filipinas, Manila, Imprenta del Colegio de Santo Tomás, 1915.
Bibl.: M. Velasco, Ensayo de Bibliografía de la provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, vol. V, Manila, Universidad de Santo Tomás, 1960, págs. 120-129; P. Fernández, “Elera, Casto de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 781-782; H. O cio y E. Neira, Misioneros Dominicos en Extremo Oriente. vol. II, Manila, Life Today Editions, 2000, págs. 180-181.
Teodoro González García, OP
