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Beato Estanislao García Obeso

Biografía

García Obeso, Estanislao. Requejo (Cantabria), 18.IX.1875 – Montes de Saja (Cantabria), 21.X.1936. Religioso dominico (OP), sacerdote, mártir, beato.

Murió a los sesenta y un años, cuando llevaba treinta y siete de profesión religiosa. Fue el pequeño de seis hermanos. A los catorce, se trasladó a Madrid e ingresó en el seminario diocesano. Dos años después cayó enfermo y más tarde fue al seminario de Burgos, donde, de 1895 a 1898, cursó la Teología con gran aprovechamiento. Sintiéndose llamado por Dios, ingresó en la Orden de Predicadores que conocía de las visitas al santuario de Montesclaros, cercano a su pueblo. Recibió el hábito en Corias en 1898 y allí estuvo tres años, pasando en 1902 a Salamanca, donde estudió dos cursos de Teología. Fue ordenado presbítero en Salamanca en 1903. Su primer destino fue el colegio de Vergara, donde estuvo un año como profesor y director de colegiales. En 1904 fue destinado al convento de El Olivar, en Madrid hasta que en 1926 pasó al convento de Atocha (Madrid) desarrollando un apostolado admirable. Fundó en 1914, en el barrio de Lavapiés, unas escuelas gratuitas para hijos de obreros, mereciendo grandes elogios. Se dedicó también a la predicación y al confesionario. En 1925 le encomendaron la restauración de la basílica y convento de Atocha. En 1927 fue elegido prior del convento de San Esteban de Salamanca; en 1930 del de San Juan Bautista de Corias (Asturias), y en octubre de 1934 del de Santo Domingo de Oviedo. Ahí le sorprendió la revolución de octubre de 1934, en la que estuvo a punto de perecer a manos de quienes perseguían a los religiosos. Tras el encarcelamiento en Oviedo y un descanso con su familia, fue al convento de Montesclaros a principios de 1935.

El 16 de agosto de 1936 los frailes de Montesclaros hubieron de dispersarse por precaución ante los perseguidores.

El padre Obeso se refugió en la casa del párroco de Los Carabeos. Al cabo de un tiempo, para no comprometerlo, se marchó y se entregó él mismo a los milicianos de Reinosa, los cuales le encarcelaron y le fusilaron en los montes de Saja el 21 de octubre, lugar donde fue hallado más tarde su cadáver.

Antes que el padre García Obeso, había sido asesinado el hermano cooperador Eugenio Andrés Amo —Villavedón (Burgos), 6.IX.1862 – Sotillo (Cantabria), IX.1936—, de setenta y tres años. A raíz de un accidente en que, de manera fortuita, se le disparó una pistola que causó la muerte a un pariente, se marchó de ermitaño a la Virgen de la Piedad de Herrera de Pisuerga (Palencia), dedicándose a atender el culto y a pedir limosnas para su sostenimiento.

Hacia 1896 se fue con una hermana a Santa María de Aguayo (Santander), y en 1899 contrajo matrimonio.

Tuvo una hija, que murió a los tres meses de nacer, y su esposa falleció también pronto. Volvió a ser ermitaño en el santuario de la Visitación de Nuestra Señora, en Arcellares (Burgos), y en 1909 ingresó en la Orden Dominicana, como terciario, en Montesclaros.

En 1912 pasó a Salamanca a hacer el noviciado, y profesó en 1913, regresando a Montesclaros. Era persona de gran espíritu, humilde y piadoso. Trabajó de sacristán. En agosto de 1936, como fray Victoriano Ibáñez, se refugió en Los Carabeos pero, para no perjudicar a la familia que lo había ocultado, optó por marcharse. Lo detuvieron en Navamuel y, después de insultos y torturas, lo asesinaron, junto a la ermita del Niño, en Sotillo, en septiembre de 1936.

A la misma comunidad de Montesclaros pertenecían el hermano cooperador Victoriano Ibáñez y los padres Germán Caballero y José Menéndez, quienes, después de haber sido llevados a la cárcel de Reinosa, fueron asesinados en los montes de Saja (Cantabria) el 22 de octubre de 1936.

Santos Ibáñez Alonso, Beato Victoriano —Santibáñez de Resoba (Palencia), 2.XI.1864—, de setenta y un años. Recibida la primera instrucción, sirvió en casas de labradores de los pueblos vecinos (Rabanal de los Caballeros, Rueda y Villaescusa del Bardal), dando muestras de gran virtud. Era devoto y caritativo con los enfermos. En contacto con el santuario de Nuestra Señora de Montesclaros, pidió el ingreso en 1888 como criado de la comunidad, pero pasó a ser terciario dominico. Hizo el noviciado como hermano cooperador y profesó en Las Caldas de Besaya en 1893.

Permaneció en Montesclaros hasta 1908, en que fue destinado al convento de El Olivar (Madrid) y al año siguiente a Oviedo, pero regresó pronto a El Olivar, donde permaneció, ejerciendo el oficio de sacristán con gran ejemplaridad, hasta 1935. Debilitado en su salud, fue enviado a Montesclaros, donde le sorprendió la persecución religiosa. Al dispersarse la comunidad en agosto de 1936, fue enviado a Los Carabeos, allí enfermó y regresó a Montesclaros. El 29 de septiembre fue descubierto por los milicianos que llevaban detenidos a los padres Germán Caballero y José Menéndez, y siguió la misma suerte que ellos.

Germán Caballero Atienza —Castromocho (Palencia), 11.X.1880—, de cincuenta y seis años. Alegre, juguetón, sencillo y piadoso, a los doce años pasó a vivir con su tío, párroco de Gozón, para estudiar Latín, y acudió al colegio de los jesuitas de Carrión de los Condes. Después ingresó en la escuela apostólica de los dominicos de Corias (Asturias); profesó en 1898 y estudió Filosofía. Hizo la Teología en Salamanca desde 1902 y fue ordenado sacerdote en 1906. En 1907 lo destinaron a Corias como profesor y subdirector de la escuela apostólica. En 1911 se incorporó al colegio de La Coruña. De 1913 a 1935 estuvo en América, donde realizó una labor extraordinaria en Aguascalientes (México), en Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y nuevamente en El Salvador. Llegó al convento de Montesclaros a principios de 1936. Dispersada la comunidad el 16 de agosto, encontró refugio en Aldea de Ebro, pero el 29 de septiembre fue detenido y llevado al convento de Montesclaros y después a la cárcel de Reinosa. Entre el 21 y 22 de octubre lo sacaron para asesinarlo en los montes de Saja (Santander).

José Menéndez García —Genestosa, San Fructuoso, Tineo (Asturias), 19.II.1888—, de cuarenta y ocho años. Estudió bajo la dirección del párroco de Abona y tomó el hábito en el convento de Corias. Profesó el 6 de noviembre de 1904 y en 1908 fue a Salamanca a estudiar Teología. A finales de 1912, siendo ya sacerdote, terminó el último curso de la carrera en Barcelona, por haber pasado a la provincia de Aragón, recién restaurada. En 1916 retornó a la provincia de España. Estuvo en el colegio de Oviedo. Era amante de su profesión y cumplidor de sus deberes. Pasó sus últimos años en Montesclaros, donde trabajó con celo y eficacia. Era organista y cantor. Dispersada la comunidad en agosto de 1936, se refugió, con el padre Germán Caballero, en Aldea de Ebro, y con él compartió la misma suerte, hasta morir entre el 21 y 22 de octubre en los montes de Saja.

Estos nueve religiosos dominicos, cinco padres y cuatro hermanos cooperadores, fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: L. Alonso Getino, Los Mártires Dominicos de la cruzada española, Salamanca, 1950, págs. 353 y ss.; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen.

498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 310-312; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, “Vosotros sois la luz del mundo”, en Folletos Con Él. Testimonio y Testigos, n.º 282 (octubre de 2007); José A. Martínez Puche (coord.), Mártires Dominicos españoles. 1936, Madrid, Edibesa, 2007, págs. 151- 158; R. Cuadrado Tapia, Mártires Dominicos palentinos beatificados el 28 de octubre de 2007, Burgos, Monte Carmelo, 2007.

 

María de la Encarnación González Rodríguez

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