Hezeta y Zenea, José. La Habana (Cuba), 13.II.1788 – Madrid, 17.V.1862. Militar, político y viajero.
Hijo del teniente general Bruno Hezeta, ilustre marino, José Hezeta ingresó en el colegio de guardia marinas, y el 11 de octubre de 1807 era alférez de fragata. Destinado en la Secretaría de Marina, en Madrid, le sorprendió el 2 de mayo de 1808, y en aquella jornada, unido a su amigo y compañero de armas, el entonces alférez de fragata Juan Van Halen y Sarti, al frente de grupos de paisanos del barrio de Lavapiés se enfrentó a los franceses junto al parque de Monteleón. Buscado, huyó a Cádiz y allí se encontraba cuando ocurrió la rendición de la escuadra francesa en la bahía gaditana el 11 de julio. Pasó al Ejército de tierra, y el 7 de julio de 1809 fue nombrado teniente del 1.º de Málaga, participando en la batalla de Almonacid el 11 de agosto. Un año más tarde, el 6 de agosto de 1810, era alférez de Guardias Españolas, y ayudante 2.º de Estado Mayor el 17 de enero de 1811. Tuvo una destacada intervención en la batalla de Albuela, el 16 de mayo de 1811, consiguiendo el ascenso a teniente coronel el 26 de mayo de 1811, y la declaración por las Cortes como Benemérito de la Patria. En 1812 fue hecho prisionero en Valencia y, tras no pocas penalidades, consiguió fugarse, en compañía de Facundo Infante, en marzo de aquel año. Acabó la guerra a las órdenes de los generales británicos Bentinck y Clinton.
Entre 1814 y 1820, Hezeta fue profesor de la Academia de Cadetes del 1.er Regimiento de la Guardia Real de Infantería. Fue acusado por El Zurriago de denunciar liberales, aunque parece que trató de salvar la vida de Lacy, sin éxito, y que en ocasiones ocultó en su casa a la hermana de aquel general. En este mismo sentido, Facundo Infante declaró que se albergó en su casa en épocas de persecución, y está probado que a finales de 1817 fue de los amigos que prepararon la fuga de Juan Van Halen, su viejo compañero, de las cárceles del Santo Oficio, fuga que se produjo el 30 de enero de 1818. En 1819, también según Facundo Infante, distribuyó propaganda constitucionalista y había optado por unirse a los liberales y probablemente a la masonería. En agosto de 1820 estaba como oficial de la Secretaría de Guerra, y en 1821 aparece como teniente coronel agregado al Regimiento de Infantería del Rey. En aquel año mantuvo una agria polémica con El Zurriago, que le atacó mezclando lo político y lo personal, con respecto a su relación con una dama de la aristocracia, por lo que, según se escribió en la época, Hezeta intentó matar a Félix Mejía. Gallardo publicó un folleto en defensa de la dama. Sus amigos Luis de Landáburu y Ramón de Ozores habrían de dar su versión en el folleto Antecedentes políticos del brigadier Don José Hezeta, aparecido en Sevilla.
En marzo de 1822 Martínez de la Rosa le nombró jefe político de Granada, dimitiendo del cargo siete meses más tarde. Cuando acabó el Trienio, Hezeta se refugió en Gibraltar, para pasar a Cádiz y residir en aquella ciudad en 1824 y 1825, sin ser molestado por las autoridades absolutistas, lo que no deja de resultar sospechoso y, para no pocos autores, evidencia de su doble juego, que acaso nunca abandonó. Sin embargo, no recibió licencia para pasar a La Habana, y en los últimos días de 1825 se le ordenó residir en Córdoba. Entonces ya había entrado en tratos comerciales de negocios mineros con compañías inglesas, y a primeros de 1826 decidió huir a Inglaterra, en donde residió año y medio. En Irlanda, adonde se trasladó, estudió las instituciones británicas. A finales de 1827 aparece en las Antillas y en Caracas, empleado como secretario particular de Alexander Cockburn, nombrado ministro plenipotenciario británico ante el Gobierno de Colombia. Algunos autores sostienen que en ese viaje se entrevistó con Bolívar por cuenta del general Espoz y Mina, negociación en la que no habría estado ajena la masonería. Su temperamento inquieto llevó a Hezeta a la India como ayudante del nuevo gobernador general británico, lord William Bentinck, y firmó ya como subsecretario del gobernador general a mediados de 1829. Al año siguiente abandonó su cargo oficial para dedicarse al cultivo y manufactura del añil y dirigir las loterías del gobierno de aquel territorio. Tras unos años de vida sedentaria, en 1837 regresó a Europa en un largo viaje que le llevó a Egipto, en donde permaneció cuatro meses, visitó Nubia y las cataratas del Nilo, en compañía del sabio orientalista William Hodge Mill. Visitó Alejandría, Siria, el desierto de Suez, Tierra Santa, Constantinopla y Malta, y a finales de 1838 llegó a Madrid.
No bien visto por Espartero, al que se intentó acercar, desistió de conseguir un empleo en la milicia o en el Gobierno, aunque el marqués de Miraflores le encomendó una misión cerca de Espartero para tratar una transacción con los carlistas bajo la condición del respeto a sus fueros. Según informó a Miraflores desde Bayona, Hezeta se entrevistó con el general, que se mostró decidido a no llegar a transacción alguna con los carlistas, sino a vencerlos, y, en cuanto a los fueros, Espartero estaba a lo que en su día decidieran las Cortes. La mala relación con el regente llevó a Hezeta a conspirar contra él y cooperar con la insurrección de Sevilla en 1843. Le fue reconocido el grado de brigadier, que confirmó el Gobierno moderado el 13 de enero de 1844. Nombrado a finales de 1843 jefe político de Sevilla, lo fue hasta febrero de 1846. Durante algún tiempo fue, además, rector interino de su Universidad. En su despedida de la jefatura política de Sevilla, Hezeta recordaba su dedicación a la ciudad y singularmente la obra de la que se sentía más satisfecho: el puente entre Sevilla y Triana, inspirado según él en el Carroussel de París. En aquellos momentos se mostraba formalmente alejado de la política, tratando su pasado como ajeno, diríase que asqueado. Todavía aparece como alcalde corregidor interino de Sevilla durante el “motín del pan”, el 7 de mayo de 1847, y de nuevo como jefe político. La última aparición documental del inquieto José Hezeta es del 15 de febrero de 1855, ocasión en la que pidió al Gobierno una subvención en calidad de director gerente de la empresa del ferrocarril de Isabel II de Alar del Río a Santander. Desde entonces pasó una vida apartada hasta su muerte en 1862.
Obras de ~: Tratado singular y práctico sobre caminos: redactado con vistas de las mejores obras de extranjeros que tratan de la materia [...], Sevilla, D. Manuel Gutiérrez, 1845; Discurso que en la solemne apertura de las Escuelas Normal y de Aplicación de la provincia de Sevilla verificada el día 8 de junio de 1845 pronunció Don ~, Sevilla, Juan Moyano, 1845; A las Cortes, Madrid, Imprenta de Rivadeneyra, 15 de febrero de 1855.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. personal.
Antecedentes políticos del brigadier Don José Hezeta, Sevilla, Est. Tipográfico Plaza del Silencio, 1843; J. Pérez de Guzmán y Gallo, El Dos de Mayo de 1808 en Madrid, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1908; J. Van- Halen Acedo, “Bicentenario de un general romántico”, Madrid-Barcelona, Historia y Vida, n.º 249 (diciembre de 1988), págs. 110-122; A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, El Museo Universal, 1991; A. García Fuertes, Dos de Mayo de 1808, El grito de una Nación, Madrid, Madrid Histórico Editorial, 2007.
Juan Van-Halen Acedo