Fernández de Villodre, Garcí. Señor de Pinilla y de las Salinas de Monteagudo. ?, p. m. s. xiv – s. m. s. xiv. Copero, alférez y mayordomo mayor de Pedro I.
Del linaje de los Villodre o Villa Odri de Alcaraz, lugar cercano al señorío de Villena, su familia estaba vinculada a la casa de don Juan Manuel. Contrajo matrimonio con una bisnieta de don Juan, Inés de Villena, nieta del ilegítimo Sancho Manuel, entrando así en parentesco con doña Juana, esposa de Enrique de Trastámara. Pero ello no impidió que, a diferencia de sus parientes políticos, se mantuviese fiel a Pedro I durante todo su reinado, ni que tras la muerte del Monarca fuese uno de los principales valedores del partido legitimista.
Sus servicios a don Pedro a lo largo del reinado fueron recompensados con la concesión de diversas mercedes, y así en 1354 era uno de los cincuenta caballeros que acompañaron al Rey en las vistas de Tejadillo, y dos años más tarde recibió los castillos de Segura y Fornos y los bienes confiscados a Gómez Carrillo.
En 1359, enmedio del conflicto entre Castilla y Aragón, estaba al frente del cerco de Jumilla, y en 1362 junto al Monarca en Calatayud, el mismo año en que se le entregaban las salinas de Monteagudo, en Cuenca, que habían pertenecido a Alvar García de Albornoz. En 1365 defendía el castillo de Moya, y tres años más tarde la ciudad de Toledo, cercada por Enrique de Trastámara. El Monarca le concedió diversos oficios en las casas de sus hijos varones, siendo primero copero mayor de don Fernando y después alférez, mayordomo mayor y recaudador de las rentas en el señorío de Villena de don Sancho, ambos ilegítimos.
Acompañó a Pedro I en su viaje a Gascuña, donde se buscaba una alianza con el príncipe de Gales, y fue uno de los testigos que firmaron el acuerdo de Libourne el 23 de septiembre de 1366. Un año más tarde, ya en Castilla, recibió del Rey la orden de recaudar dinero para el pago a las tropas inglesas. Su importancia política se hizo patente tras la batalla de Nájera, cuando se le incluyó en los planes de triunvirato ideados por el príncipe de Gales y Martín López de Córdoba, que pretendían apartar a don Pedro del gobierno y establecer una regencia hasta que la sucesión quedase garantizada. Se ignora si Garcí Fernández estaba de acuerdo o simplemente fue escogido, junto a Martín López y Fernando de Castro, para colocarse a la cabeza del gobierno castellano. Sea como fuere, la idea no prosperó. En 1369 vivió la toma de Montiel y el asesinato del Monarca, y salió del castillo como prisionero de Enrique II.
Un año más tarde había recuperado la libertad y sus bienes. Se encontraba en Murcia, donde recibió sueldo del rey Fernando de Portugal, que se había aliado con el aragonés para combatir al Trastámara y arrebatarle el trono. En 1371 encabezó una rebelión sin éxito, y siguió liderando los grupos de resistencia a la recién instaurada dinastía hasta unirse en 1373 a las tropas de Juan de Gante, que entraron en Castilla para defender los derechos al trono de Constanza, hija de Pedro I. A partir de ahí se mantuvo al lado del duque de Lancaster, quien lo envió en 1374 como embajador a Aragón. Desde entonces vivió en Inglaterra junto a otros legitimistas, recibiendo del duque una pensión vitalicia. No le sobrevivió ninguno de sus tres hijos varones, y sí dos hijas, Catalina y Elvira, ambas casadas con linajes ligados a la dinastía Trastámara.
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Covadonga Valdaliso Casanova