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Gil García de Yániz

Biografía

García de Yániz, Gil. El Mayor. Navarra, p. s. xiv – ?, c. 1366. Ricohombre de Navarra, alcaide, lugarteniente de gobernador.

Destacado noble navarro, protagonizó el definitivo ascenso de su estirpe y colocó el apellido familiar entre los principales del reino. Los primeros indicios de este cambio los protagonizó Pedro García de Yániz, posiblemente su padre, alcaide de varios castillos de Tierra Estella y las Montañas a finales del siglo xiii y principios del xiv, y caballero en el juramento de Felipe el Largo.

Gil García de Yániz, caballero en 1323, participó el 13 de marzo en la asamblea de Puente la Reina y el 5 de marzo de 1329 en el juramento de los monarcas Juana y Felipe de Evreux. Curtido en el oficio militar en su entorno más inmediato, la Navarra húmeda del noroeste, los regentes lo designaron merino de las Montañas, cargo que ejerció desde el 15 de marzo de 1328 hasta su destitución el 4 de marzo de 1329. Gil García de Yániz no tardó en hacer valer sus dotes de mando y su prestigio entre los linajes locales, razones que pudieron pesar en su reelección para la jefatura de la merindad de las Montañas apenas dos años después, el 20 de febrero de 1331.

Gracias al apoyo de sus redes familiares desplegó un control incontestable en la merindad. Juan García de Yániz, posiblemente su hermano, fue alcaide de Orarregui, su primo García Gil de Yániz le acompañó en sus cabalgadas contra los malhechores, su hijo Pedro García de Yániz asumió la alcaidía de la torre de Leiza y su hermano Juan Pérez de Yániz le sucedió al frente de la merindad en 1339. El propio Gil García de Yániz fue alcaide de Gorriti, Irurita y Leiza. Entre 1339 y 1340 se desplazó a tierras ultraportanas, donde fue baile de Ultrapuertos, castellano de San Juan de Pie de Puerto y de Rocabruna. En 1341 accedió a la ricahombría, designación que constató su preeminencia sociopolítica y que le llevó a participar en la coronación de Carlos II.

Gil García de Yániz no pudo evitar que sus intereses personales y sus vínculos con algunos malhechores guipuzcoanos empañaran su responsabilidad pública.

En 1345 se le retiraron parte de sus caballerías por no ayudar debidamente al alcaide de Leiza, su hijo Pedro García de Yániz, que fue destituido por no guardar la fortaleza según había prometido. En 1349 se denunció a su otro hijo, Gil García de Yániz el Joven, por sus correrías junto con malhechores protegidos del señor de Lazcano y por sus enfrentamientos con el merino de Tierra Estella. Para entonces era pública y notoria la relación que Gil García de Yániz el Mayor mantenía en su palacio de Otazu con una tal Cyrarra, madre de un malhechor sobrino del señor de Lazcano. Tampoco fue ajeno a la banderización y a los enfrentamientos nobiliarios, y como cabeza de su linaje firmó treguas con los Sánchez de Asiaín en 1339, 1344 y 1345.

Su relevancia social y su notable experiencia en el ejercicio de cargos públicos de elevada responsabilidad le granjearon la confianza de la señoría. Por esa razón, en 1345, el gobernador Juan de Conflans le designó lugarteniente suyo para atender ciertos asuntos judiciales en las tierras de Ultrapuertos. Poco después la reina Juana le nombró capitán de las tropas enviadas para recuperar el condado de Angulema, conquistado por los ingleses en diciembre de 1345.

No volvió a desempeñar la lugartenencia del gobernador hasta el 20 de julio de 1351 por decisión de un joven Carlos II, convencido quizá del papel que podía jugar en su estrategia de atracción de los linajes guipuzcoanos. Por obligaciones del cargo acudió con Pedro Álvarez de Rada a Sevilla en 1352 a entrevistarse con Pedro I, en 1356 formó parte de una misión en nombre del pueblo de Navarra y auspiciada por el infante Luis que rogó al Papa y al rey de Francia la liberación de Carlos II, en 1357 se encontró con Pedro I en Tarazona y en 1358 con Juan Fernández de Hinestrosa, consejero de Pedro I, en Monteagudo. Renunció a la lugartenencia el 10 de abril de 1360 pero mantuvo firme su posición y continuó asistiendo a las reuniones del Consejo Real. Incluso en octubre de 1364 se desplazó a Castielfabib, acompañado del secretario García Martínez de Peralta, para concertar un tratado de paz con Pedro I, que juró el día 18 en representación de Carlos II.

El 22 de agosto de 1360 recibió la villa de Corella con todas sus rentas, que unió a su extenso patrimonio encabezado por el señorío de Otazu y el palacio de Beire. En ningún momento hizo dejación de su formación militar y entre 1360 y 1361 ejerció las alcaidías de Corella y Araciel, y después las de San Vicente de la Sonsierra, Monjardín y Los Arcos. Signo éste de identidad familiar, sus hermanos Juan Pérez de Yániz y Juan García de Yániz y su primo García Gil de Yániz se sucedieron en diversas castellanías, al igual que sus hijos Gil García de Yániz el Joven, Juan García de Yániz y Pedro García de Yániz. Parece que la muerte le sobrevino a mediados de 1366. Le sucedieron al frente del linaje, primero, su hijo homónimo, ricohombre desde 1359 y con una brillante carrera militar en Francia al servicio de Carlos II una vez abandonadas sus veleidades juveniles, y en 1375 su otro hijo, Juan García de Yániz. Se conoce además la existencia de una hija de nombre Juana Martínez, que en 1374 se enfrentó judicialmente a su tío Juan García de Yániz y a su primo Pedro García de Yániz, hijo de Gil García de Yániz el Joven, por cuestión de su casamiento.

 

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Félix Segura Urra

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