Úriz, Rodrigo de. Navarra, s. xiv – Pamplona (Navarra), 27.III.1377. Ricohombre de Navarra, consejero real.
Miembro de una familia hidalga navarra que cabe vincular a los caballeros Martínez de Úriz de principios del siglo xiv. Su capacidad militar y agudeza política lo convirtieron en uno de los principales nobles del Reino, hombre de confianza de Carlos II y fiel seguidor de su vertiginosa política internacional.
Formó parte de los primeros contingentes militares enviados por el Rey de Navarra a sus señoríos franceses de Normandía. Se ha discutido su intervención en el asesinato del condestable de Francia el 8 de enero de 1354 y en la liberación de Carlos II de su cautiverio de Arleux el 9 de noviembre de 1357. De cualquier forma su proximidad al Monarca era indiscutible, pues en febrero de 1358, en Meulan, éste concedió al escudero Rodrigo de Úriz los lugares de Raondo y San Costamiano. Otras donaciones engrosaron su patrimonio, como el palacio de Ordoiz con todas sus rentas en junio de 1358, la casa del Rey en Vierlas el 13 de enero de 1361 o las rentas de Unciti, Cemboráin, Artaiz, Izaga y Aquiriain, previa renuncia del palacio de Ordoiz a favor del Rey el 11 de enero de 1363. En septiembre entregó a Carlos II la tierra de Tourville, en el vizcondado de Pont-Audemer, a cambio de las villas navarras de Elcarte, Lizarraga e Idoate y de unas piezas en Góngora y Artajo. El 26 de mayo de 1368 tomó la villa de Caparroso en prenda hasta que se le pagaran sus gajes por la defensa de Logroño, recibió un dono sobre las rentas de Fontellas, Ablitas y Bonamaisón a cambio del de Vierlas, y compró el priorato de Úcar con la iglesia de Santa María de Artajona y el lugar de Laquidáin al Monasterio de San Juan de la Peña por 2500 florines de Aragón.
Debió de armarse caballero hacia 1358, y enseguida, el 27 de septiembre de 1359, Carlos II le nombró ricohombre de Navarra. Fue chambelán del Rey desde 1361, al menos, hasta el final de sus días, pero no cedió a la comodidad de la vida áulica y mantuvo firme su vocación militar. Fue merino y capitán de la merindad de Sangüesa entre 1362 y 1364, de Tierra Estella entre 1364 y 1367 y de La Ribera desde 1370.
El envío de nuevos contingentes a los dominios franceses del Rey en 1364 impulsaron la carrera militar de Rodrigo de Úriz. A principios de año acudió a Normandía al mando de ciento veinte hombres de armas dentro de una tropa capitaneada por el alférez. Tras la derrota de Cocherel del 16 de mayo fue enviado a Orthez para contactar con la Gran Compañía de Foix, y poco después se le encargó la preparación de un nuevo contingente de cuarenta y tres hombres de armas y trescientos veinticuatro hombres a pie. Nombrado capitán de las tierras de Normandía, el 1 de agosto partió del puerto de Bayona al frente de sus combatientes con el objeto de reforzar las guarniciones de Normandía.
El desplazamiento de los conflictos internacionales a la Península Ibérica reservó a Rodrigo de Úriz un papel más discreto. En mayo de 1366 participó en una de las embajadas enviadas a Burgos al recién proclamado Enrique de Trastámara. Ese mismo año repartió sus tareas en la defensa de Roncesvalles, hostigada por las Compañías a su regreso de Castilla, y como capitán de Logroño. Entre junio y agosto de 1368 dirigió el asedio de Vitoria y defendió la plaza entre el 16 de septiembre y el 16 de diciembre de 1371, cuando la entregó a Juan Ramírez de Arellano. En junio de 1374 formó parte de una comitiva que acompañó a Carlos II a entrevistarse con el Rey de Castilla, quizá cuando éste marchaba sobre Bayona. Una de sus últimas operaciones relevantes tuvo lugar en enero de 1375, cuando se enfrentó a las compañías del infante de Mallorca.
A la muerte del señor de Luxa en 1371, Rodrigo de Úriz, en virtud de su matrimonio con la hija y heredera Juana, se convirtió en el miembro principal del linaje ultraportano. El lustroso título acompañó a su nombre desde entonces, aunque sus derechos se extinguieron a principios de 1375, quizá por la muerte de Juana de Luxa. El 20 de marzo de 1377 Rodrigo de Úriz recibió parte de las 2000 libras que Carlos II le había concedido como ayuda para su casamiento. Según la Crónica de García López de Roncesvalles, el ricohombre había negociado su matrimonio con una sobrina de Enrique II de Castilla, y nada pudo hacer el disgustado Carlos II para impedirlo.
La caída en desgracia de Rodrigo de Úriz se precipitó en cuestión de días. Su matrimonio encubría un pacto secreto con el Rey de Castilla que arruinó su extensa y fructífera trayectoria a la sombra del Evreux. Desde su cargo de merino y capitán de La Ribera, y por tanto, como alcaide del castillo de Tudela, negoció la entrega de esta última plaza y de la villa de Caparroso, de su señorío. La defección de Rodrigo de Úriz se descubrió de inmediato y pudo ser abortada. Acusado de cometer crimen de lesa majestad, fue condenado a muerte y sus bienes confiscados. El 27 de marzo murió decapitado en el Palacio Real de Pamplona, a puerta cerrada para respetar el honor de sus parientes, y su cuerpo fue enterrado en San Agustín. El mismo día se capturó a su hermano Martín Martínez de Úriz, pronto redimido y recompensado con las propiedades de Rodrigo, aunque en 1384 Carlos II las entregó a su bastardo Leonel. Una hija de Rodrigo de Úriz, María Ruiz de Úriz, viuda del escudero Lope de Yárnoz, camarera de las infantas Juana e Isabel, reclamaría sin éxito en 1415 los bienes de su padre.
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Félix Segura Urra
