Díez de Rivera y Casares, Pascual. Marqués de Valterra (II). Madrid, 8.V.1889 – 30.IV.1952. Diputado, vicealmirante de la Armada Española y benefactor de los pescadores españoles.
Segundo hijo de cuatro hermanos varones —todos ellos pertenecientes a las Fuerzas Armadas—, de Alfonso Díez de Rivera y Muro, marqués de Valeriola, y de Ramona Casares y Bustamante. Ingresó como aspirante de Marina el 1 de septiembre de 1905 y, tres años después, al obtener el grado de guardiamarina, embarcó en la corbeta Nautilus, donde se le concedió la Cruz al Mérito Militar de 1.ª Clase. En 1910, siendo alférez de fragata, ingresó como caballero maestrante en la Real de Granada y al año siguiente, se cruzó como caballero de la Orden Militar de Calatrava.
En 1912 asistió al Centro Electrotécnico de Ingenieros Militares, donde se le concedió la Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de 1.ª Clase del Mérito Militar. Posteriormente fue enviado a Inglaterra a estudiar Telegrafía sin hilos en la Marconi’s Wireless Telegraph C.º Ltd. de Chelmsford y en la University College de Londres. En la capital inglesa fue nombrado agregado diplomático honorario en la embajada de España y felicitado efusivamente, mediante escrito del embajador Merry del Val al ministro de la Gobernación, por su intensa y eficaz labor en la embajada. Pasó luego destinado al acorazado España, donde se le concede Mención Honorífica sencilla.
En diciembre de 1918, siendo alférez de navío, fue nombrado comandante de la cañonera Cartagenera de servicio en Melilla. Al dar comienzo la guerra de África en abril de 1919, y una vez los combates tuvieron lugar lejos de la costa, se presentó voluntario, y quedó agregado a las Fuerzas Regulares Indígenas de Caballería, entrando en combate con las fuerzas del ejército de tierra en numerosas ocasiones. El 17 de mayo de 1919 fue promovido al empleo de teniente de navío, al tiempo que salía elegido, tres meses después, diputado a Cortes por Ciudad Real. En febrero de 1920 le fue concedida la Medalla Militar de Marruecos con pasador de Melilla y la Cruz del Mérito Naval de 1.ª clase con distintivo rojo por los servicios prestados en Melilla. Habiendo alcanzado suficientes méritos decidió rehabilitar ese año el título nobiliario de marqués de Valterra que le había sido concedido por el archiduque pretendiente don Carlos a su antepasado Pedro Valterra y Blanes, noble del Reino de Valencia que había abrazado la causa austracista.
Tras el desastre de Annual de 1921, formó parte de las Comisiones permanentes de Fomento y de Marina en el Congreso de los Diputados y el 23 de febrero del año siguiente contrajo matrimonio con María Lourdes Escrivá de Romaní y Sentmenat, marquesa de Espinardo, siendo nombrado por el rey de Italia caballero de la Orden de San Mauricio y San Lázaro en junio de 1924, mientras que por su heroica acción en el salvamento de las lanchas gasolineras H-2 y H-4 fue recompensado con la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia con distintivo negro y blanco, así como la medalla de plata de Salvamento de Náufragos.
En mayo de 1925 se le concede otra Cruz del Mérito Naval de 1.ª Clase con distintivo rojo, al que se añade el pasador de Tetuán para la Medalla Militar de Marruecos. Tras realizar un curso de Estado Mayor en la Escuela de Guerra Naval, fue ascendido a capitán de corbeta en diciembre de 1926 y poco después jefe de órdenes de la División de Contratorpederos.
En 1928, el rey de Rumanía lo distinguió como comendador de la Orden de la Corona y un año después fue nombrado caballero de la Legión de Honor francesa. Ese año vuelve a la Escuela de Guerra Naval como profesor de la misma. Publicó entonces sus tres tomos de Orgánica Naval y se le concedió la Cruz al Mérito Naval de 2.ª Clase con distintivo blanco y el pasador “profesorado”.
Pero Valterra ante todo fue un gran benefactor de los trabajadores del mar. Impulsó la construcción de barrios marineros por toda España. Fundó orfanatos y colegios para hijos de pescadores por toda España, desde Suances y Santander a Arrecife en Lanzarote, pasando por Sanlúcar de Barrameda o Estepona. Consiguió establecer las zonas de veda y su vigilancia, el reparto de útiles de pesca, el desdoble de barcos de la flota pesquera, y la reorganización de las cofradías y pósitos de pescadores. Dio conferencias y organizó todo tipo de propaganda social a favor del sector de pesquerías y su industria, motivo por el cual fue patrón mayor honorario y presidente de honor de multitud de cofradías de pescadores.
En Vigo mandó construir a su costa la Casa del Pescador-Institución Valeriola, como asilo de ancianos pescadores, que sustentó hasta su muerte, y el Grupo Escolar de Orientación Marítima. Asimismo, promovió el “barrio marinero”, que se inauguró tras su muerte. Por todo ello, en 1930, todas las fuerzas vivas de la ciudad de Vigo solicitaron del Gobierno la concesión de la Grandeza de España a favor del marqués de Valterra, que una vez aprobada no llegó a ser firmada por el Rey al tener que abandonar Alfonso XIII, el 14 de abril de 1931, su patria y reino, España. No obstante, el Rey lo había nombrado gentilhombre de Cámara con ejercicio en enero de 1931, año en que también los marqueses de Valterra fueron reconocidos como hijos adoptivos de la ciudad de Vigo. Precisamente en reconocimiento a su labor social, en 1934, durante el bienio de derechas de la república, pasa agregado al Instituto Social de la Marina, en tanto que al año siguiente, el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Previsión lo nombra presidente del Montepío Marítimo Nacional.
Una vez estallada la Guerra Civil, su orientación política le hace militar en el bando nacional, siendo segundo jefe del Sector Marítimo del Cantábrico Oriental y segundo comandante de Marina de Guipúzcoa.
Más tarde fue comandante de la Flotilla de Patrulleros de Pasajes, hasta que el 7 de enero de 1937 es nombrado 2.º jefe del Estado Mayor de la Marina y jefe de la 1.ª Sección en el Cuartel General del Generalísimo.
En agosto se le nombra jefe del Servicio Histórico, para un mes más tarde ser destinado segundo comandante del crucero Navarra. Sin embargo, en 1938, Franco lo mandó llamar a Burgos, donde dio varias conferencias, y le notificó que lo nombraba jefe del Servicio Nacional de Pesca Marítima. Este nombramiento fue provocado por los cientos de telegramas recibidos de casi la totalidad de cofradías de pescadores de toda España que así se lo solicitaban a Franco.
Terminada la contienda, recibe en octubre de 1939, la Medalla Militar Colectiva y el propio Gobierno portugués lo nombra comendador de la Orden Militar de Avis. Un año después, es ascendido a capitán de navío, en septiembre de 1940, sin haber cumplido las condiciones reglamentarias, al estimar el Gobierno que debía desempeñar el cargo de director general de Pesca. Tras ascender fue nombrado jefe de la 1.ª Flotilla de Destructores y fue nombrado comisario del Instituto Social de la Marina, en noviembre de 1941, cargo que compaginó con sus destinos en la Armada hasta su muerte. En 1944, siendo ya contralmirante, le conceden las Medallas de Oro al Mérito en el Trabajo y de la Previsión Social, para ser promovido a vicealmirante en 1949. Murió el 30 de abril de 1952, siendo secretario general y jefe de la Jurisdicción Central del Ministerio de Marina.
Obras de ~: Memoria del viaje de instrucción de la “Nautilus” por el Atlántico de Abril a Octubre de 1909 y descripción del barco redactada, Madrid, Imprenta del Ministerio de Marina, 1909; Orgánica naval: Historia de las organizaciones navales de España y Francia, Madrid, Luz y Vida, 1934; Orgánica naval: Historia de las organizaciones navales de Inglaterra, Italia, Estados Unidos, Alemania, Japón y Suecia, Madrid, Editorial Alhambra, 1934; Orgánica naval, con un compendio [...] de Criptografía, Madrid, Luz y Vida, 1934; La Riqueza Pesquera en España y las Cofradías de Pescadores, Madrid, Editorial Nacional, 1940; Política Pesquera, Madrid, Gráficas Barragais, 1944; La mar, despensa mundial e inagotable e insustituible en tiempos de escaseces, Madrid, I. G. Magerit, 1947.
Fuentes y bibl.: Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán (Viso del Marqués, Ciudad Real), Exp. personal de D. Pascual Díez de Rivera; Servicio de Publicaciones de la Armada.
Diario YA, 1 de mayo de 1952; Revista General de Marina (mayo de 1952); Diario Faro de Vigo, 30 de abril de 1958; R. de la Guardia y Pascual del Pobil, Crónica de la Aeronáutica Naval Española, Madrid, Editorial Nacional, 1972, 2 vols.; M. Ramírez Gabarrús y J. M. Ramírez Galván, La Aeronáutica en la Armada, Barcelona, Bazán, 1987; J. Sánchez Blanco, Historia del Crédito Social Pesquero (1900-1985), Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1992; C. Fernández Casanova (coord.), Historia da pesca en Galicia, Santiago de Compostela, Universidad, 1998; F. y S. Moreno de Alborán y de Reyna, La Guerra Silenciosa y Silenciada, Madrid, Gráficas Lormo, 1998, 5 vols.; J. Costa Alonso, Memorias da miña vida societaria, La Coruña, Dirección Xeral de Formación Pesqueira e Investigación, 2000; A. Ceballos-Escalera y de Gila y F. García-Mercadal García-Loygorri, Las Órdenes y Condecoraciones del Reino de España, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2001; I. López de Ayala y Díez de Rivera, “Vicealmirante Marqués de Valterra”, en Revista General de Marina (Ministerio de Defensa, Madrid), vol. 245, n.os 8-9 (agostoseptiembre de 2003).
Alfonso Palomino y Martínez del Cerro