Ayuso Iglesias, Manuel Hilario. El Burgo de Osma (Soria), 14.I.1880 – Madrid, 20.IX.1944. Humanista, catedrático de Filosofía, periodista, abogado y escritor.
Si en el prólogo a Helénicas Antonio Machado lo definió como “poeta, escritor, profesor, filósofo y hasta músico”, en La Voz de Soria —el periódico que en 1922 fundara Mariano Granados y en el que colaboraría— se le añadió, entre sus múltiples ocupaciones, la de periodista, publicista, político, orador, abogado y exégeta. Y es que Ayuso, en su extrema curiosidad, experimentó todas las gamas de la actividad intelectual, y aun espiritual, poniendo en su servicio las notas dominantes de su carácter: dinamismo, idealismo, liberalismo y un alto y enérgico entusiasmo.
Cursó sus primeras letras en su localidad natal, el bachillerato en Soria y en Peñafiel (Valladolid), y en Madrid, en su Universidad Central, se tituló maestro superior de Primera Enseñanza y se doctoró en Filosofía y en Derecho.
Pronto obtuvo, por oposición simultánea, una plaza como profesor de Filosofía en la universidad madrileña y otra de catedrático de Psicología y Lógica, Ética y Derecho del Instituto General y Técnico de Ciudad Real; pudiendo optar, eligió esta última e inició así un largo periplo docente que le llevó, desde esta cátedra, a la de los institutos de Castellón, Jerez de la Frontera, Valencia y Soria. Más tarde volvería a la universidad, con cátedra en Lógica Fundamental y en Estética, ejerciendo en las de Oviedo y Madrid.
Practicó la abogacía; y como su padre, aunque en orientación política bien distinta —conservador aquél, republicano federal y agrarista éste—, alcanzó acta de diputado a Cortes por Montilla (Córdoba) en las elecciones de 1914, 1916 y 1919; por El Burgo de Osma en las de 1923; y por Soria en las de 1931.
Fue delegado de España en la Exposición Internacional de Atenas de 1903, y, en 1925, volvió a serlo para asistir al Congreso Internacional de Ginebra.
Fue, asimismo, socio fundador y director del Boletín del Instituto de Sociología y de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria. Por si fuera poco, inventó el Antropómetro y el Pelvímetro, aparatos ambos que se conservan en el Museo Nacional de Antropología o Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico (Museo del Traje-CIPE).
Mas si algo debió atraer en verdad, y desde muy joven, a Manuel Hilario Ayuso, eso fue el periodismo.
Lo practicó primero como un juego y luego, desde los dieciocho años, como una auténtica vocación: Los Apuntes, Soria Nueva, Soria y su Tierra, Tierra Soriana, La Idea, El Avisador Numantino, El Porvenir Castellano y La Voz de Soria contaron con su dirección o su colaboración, colaboración que también practicó en El Liberal, El País, España Nueva, La Patria, España Libre y El Nuevo Régimen.
Recibió en vida múltiples homenajes, como el que le ofreció la ciudad de Soria, en el verano de 1922, nombrándole Hijo Predilecto y entregándole la medalla de catedrático.
Su exilio, o autoexilio, del que bien poco se sabe, su sorprendente conversión al catolicismo, contada al detalle y por entregas en el semanario católico Hogar y Pueblo de El Burgo de Osma tras su muerte, y la no menos extraña creación de la Fundación Hilario Ayuso en la Universidad de Madrid, con su fortuna y a partir de 1954, cuyo objetivo era impartir en ella todos los años un curso sobre temas religiosos, cierra una vida intensa y digna de consideración por la intelectualidad hispana.
Obras de ~: Soria y su Tierra, Madrid, Imprenta de Ambrosio Pérez y Compañía, 1904; Erotismo (Estudio sociológico): Discurso escrito para aspirar al Grado de Doctor [...], Madrid, Hijos de F. Marqués, 1908; Helénicas, prólogo de A. Machado, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1914; Intervención parlamentaria, Madrid, Imprenta Clásica Española, 1914; Las reformas de guerra (1915), Madrid, Imprenta Clásica Española, 1916; El principio objetivo de certidumbre, Madrid, Imprenta de La Enseñanza, 1920; Programa de Lógica, Madrid, Imprenta Santamaría, 1921; El manuscrito de Martel, Madrid, Imprenta de La Enseñanza, 1922; “El hedonismo oxomense”, Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXXIX, Madrid, 1926, págs. 358-362; La Ley del divorcio, Madrid, Góngora, 1932; Nuestros diputados en las Cortes Constituyentes, intervenciones parlamentarias de [Joaquín Pí y Arsuaga] y Manuel Hilario Ayuso, Madrid, Imprenta Ruiz, 1934.
Bibl.: M. Iglesias, “Los nuestros. Manuel Hilario Ayuso”, en El Porvenir Castellano, n.º 157, Soria, 29 de diciembre de 1913; B. Artigas Arpón, “Soria y sus hijos ilustres. Manuel H. Ayuso”, en Noticiero de Soria, n.º 2.707, Soria, 28 de enero de 1914; C. Romero Salvador, Soria 1860-1936, Soria, Publicaciones de la Diputación Provincial, 1980 (col. Temas Sorianos, n.º 4); J. V. Frías Balsa, “Manuel Hilario Ayuso”, en Soria-Hogar y Pueblo, n.º 5.245, Soria, 13 de agosto de 1980; E. Pérez Romero, La provincia de Soria durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), Soria, Centro de Estudios Sorianos, 1983; S. Bocigas Martín, Caciquismo y elecciones en Soria (1910-1923), Soria, Publicaciones de la Diputación Provincial, 1995 (col. Temas Sorianos, n.º 26); E. Andrés Ruiz, “Manuel Hilario Ayuso”, en Renacimiento (Sevilla), 3 (1989), págs. 25-27; J. M. Latorre Macarrón, “Manuel Hilario Ayuso, otro burgense converso y olvidado”, en Celtiberia (Soria), 87-88 (1994), págs. 315-353; J. A. Pérez-Rioja, Apuntes para un diccionario biográfico de Soria, Salamanca, Caja Duero, 1998, págs. 46-47; J. A. Gómez-Barrera, El Ateneo de Soria. Medio siglo de cultura y reivindicación social (1883-1936), Soria, Soria Edita, 2006, págs. 324-325.
Juan Antonio Gómez-Barrera