Bofill Bofill, Jaime. Barcelona, 30.XI.1910 – 20.X.1965. Filósofo, catedrático de Metafísica de la Universidad de Barcelona y escritor religioso.
Hijo primogénito del poeta Guerau de Liost (seudónimo de Jaime Bofill Mates). Fue alumno del conocido colegio jesuita del Sagrado Corazón de la calle Caspe de Barcelona. Se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona. Ejerció durante algún tiempo la abogacía. Durante la guerra civil española conoció al pensador jesuita Ramón Orlandis Despuig (Palma de Mallorca, 1873-Sant Cugat, Barcelona, 1958), autor una serie de trabajos en la revista Manresa, y que ejerció un fecundo magisterio oral en Barcelona. El padre Orlandis le orientó hacia la filosofía y al tomismo. Inició entonces los estudios de Filosofía en la Universidad de Barcelona. Casado y padre de familia —tuvo ocho hijos— se vio obligado a dirigir una pequeña industria, que no le dificultó su labor intelectual. Obtuvo la nueva licenciatura en junio de 1942 y en septiembre de aquel año ganó, con el número uno, las oposiciones a cátedra de instituto, que desempeñó en el Milá y Fontanals de la ciudad condal. Intervino en 1944 en la fundación y dirección de la revista Cristiandad. En 1949 se doctoró por la Universidad Complutense de Madrid con la tesis El concepto de perfección en santo Tomás, dirigida por Juan Francisco Yela.
En 1950 ganó la recién creada cátedra de Metafísica (ontología y Teodicea) de la Facultad de filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona. En 1956 fundó la revista de esta facultad, Convivium. Le sucedió en la cátedra, que ocupó durante quince años, el también discípulo del padre Orlandis y suyo, Francisco Canals Vidal (Barcelona, 1922), que la rigió desde 1967 hasta 1987, consolidando la llamada “Escuela tomista de Barcelona”, iniciada con Orlandis y Bofill, En 1989 la ocupó a su vez Eudaldo Forment (1946). La mayor parte de la obra filosófica de Bofill versó sobre la filosofía de santo Tomás. En su conocido libro La escala de los seres (1950), estudió la concepción tomista de la posesión intencional en sus dos posibles modos: por vía de conocimiento y por vía de amor. Discutió, además, la interpretación de Rousselot, en la que se ignoraba la doctrina de santo Tomás del pensar conceptual y se desatendía el papel de la voluntad y de la actividad afectiva. En casi un centenar de artículos y comunicaciones a congresos —cerca de ochenta publicados en la revista Cristiandad—, y dieciocho de ellos recogidos en el libro póstumo Obra filosófica (1967), Bofill continuó exponiendo el pensamiento de santo Tomás. Insistió principalmente en temas como: naturaleza de la metafísica, entendida esencialmente como “consideración de la realidad en aquel nivel en que la referencia a Dios está inmediatamente exigida” (pág. 149); la analogía, como su método; modo, especie y orden, como dimensiones del ente; la escala de los entes; el “sentimiento” o la “memoria de sí” agustiniana, concebida como “la percepción del sujeto activo por sí mismo como principio de su actividad intencional” (pág. 134); la libertad; y la amistad y la contemplación. En muchos de sus escritos examina las relaciones entre la inteligencia y la voluntad, y principalmente su mutua concurrencia en la contemplación, efecto del amor de amistad. Con ello, Bofill recordó que si es esencial en santo Tomás la razón, lo es igualmente en el mismo grado el amor. Pudo así destacar la importancia del agustinismo y del neoplatonismo en el pensamiento del Aquinate.
Bofill murió de enfermedad a los cincuenta y cuatro años de edad; sus numerosos amigos, discípulos y alumnos destacaron siempre su inteligencia, su bondad y su dedicación a la cátedra y a todos ellos, cualidades propias de una personalidad atrayente y carismática.
Obras de ~: La escala de los seres o el dinamismo de la perfección, Barcelona, Publicaciones Cristiandad, 1950; Obra filosófica, Barcelona, Ariel, 1967.
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Eudaldo Forment
