Álvarez de Toledo, Francisco. Conde de Oropesa (II). ?, ú. t. s. xv – Oropesa (Toledo), 24.X.1542. Noble.
El primogénito de los doce hijos del primer conde de Oropesa sucedió a su padre en 1504, pero al ser menor de edad, como lo había sido su progenitor al acceder a la jefatura de la Casa, tuvo que encargarse de la tutoría su madre, María Pacheco. De nuevo una mujer, como ya era tradición en el linaje, pasaba a gobernar y ejercer la administración del condado de Oropesa. De 1505 a 1509, María Pacheco administró el patrimonio de su hijo hasta que éste alcanza su mayoría de edad en ese último año, casa, el 16 de octubre de 1508, con María de Figueroa, hija del conde de Feria, y pasa a regir personalmente la gobernación de sus ricos señoríos.
Francisco Álvarez de Toledo llegaría a ser un personaje de la máxima confianza de Carlos V, que le encargaría delicadas misiones, entre ellas acompañar a su hermana Leonor, viuda de Manuel I de Portugal, cuando esta dama tuvo que desplazarse a París para contraer matrimonio con Francisco I de Francia.
La reina de Francia le escribiría en varias ocasiones, manifestándole su afecto y describiéndole acontecimientos curiosos de la Corte de París. Se han conservado un total de cuarenta y seis cartas de la correspondencia privada del conde con Carlos V y su esposa Isabel de Portugal. En ellas el Monarca y su esposa le narran con bastante detalle acontecimientos destacados de la política internacional de la época, como las guerras contra Francia y el turco —la conquista de Túnez— y también sucesos relacionados con la reforma luterana. Francisco Álvarez de Toledo llegaría a ser propuesto en 1529 para ocupar el recién creado virreinato de Nueva España, cargo que no llegaría a desempeñar, al parecer por motivos de salud.
El segundo conde de Oropesa falleció el 24 de octubre de 1542. Unos meses más tarde, el 27 de enero de 1543, sus hijos procedían a realizar un inventario de su patrimonio personal, con objeto de pagar sus exequias, satisfacer sus mandas piadosas y repartirse todo aquello que sobrase. En ese inventario se registran también los libros que formaban parte de su biblioteca, pues Álvarez de Toledo había sido, como su padre, un hombre culto, preocupado sobre todo por la religiosidad y espiritualidad de su época. Poseía un total de sesenta y siete libros. Se referían en su mayor parte a temas bíblicos, de piedad popular y a los tratados de confesión y de ritos litúrgicos de finales del siglo xv, el humanismo del “trecento” italiano, algunos autores greco-latinos y los tratados de ética política y moral de estados.
Le sobrevivieron tres hijos varones: Fernando, que sería el heredero de la Casa, Juan de Figueroa, que llegó a ser embajador en Roma, y Francisco, que desempeñó el cargo de virrey del Perú.
Bibl.: I. Beceiro Pita y A. Franco Silva, “Cultura Nobiliar y Bibliotecas. Cinco ejemplos de las postrimerías del siglo xiv a mediados del xv”, en Historia. Instituciones. Documentos (HID), 12 (1985), págs. 135-167; A. Franco Silva, “Epistolario de los Reyes Católicos y de Carlos V a los condes de Oropesa”, en HID, 24 (1997), págs. 115-171; “El condado de Oropesa”, en Cuadernos Abulenses, 35 (2006), págs. 85-224.
Alfonso Franco Silva
