Suárez de Figueroa, Gomes. Conde de Feria (II). ¿Zafra? (Badajoz), ¿1436? – Zafra (Badajoz), VIII-IX.1505. Noble.
Hijo de Lorenzo Suárez de Figueroa, primer conde de Feria, y de María Manuel, Gomes Suárez II debió nacer poco después del matrimonio de sus padres (1435), pues en 1454 se desposó con Constanza Osorio, hija de los condes de Trastámara, celebrándose la boda al año siguiente. No existen datos anteriores al momento de hacerse cargo del estado de Feria (1461), salvo los referidos a su matrimonio y a su presencia en 1460 en el acto formal de recepción y aceptación del título condal por su padre. Pero frente a este silencio de las fuentes durante su etapa “privada”, existe una abundante documentación y continuas referencias en las crónicas de la época que permiten conocer, a grandes rasgos, las actuaciones del segundo conde de Feria a lo largo de los casi nueve lustros que estuvo al frente de sus estados. En estos cuarenta y cuatro años (de agosto de 1461 a agosto-septiembre de 1505) se pueden establecer claramente tres etapas diferenciadas: La primera abarca los trece últimos años del reinado de Enrique IV (1461-1474) y viene caracterizada por una doble nota: la fidelidad al Monarca en un período lleno de anarquía y el afán por mantener la supremacía de su familia en el reino de Badajoz, lo que conlleva una activa participación en las luchas intestinas que tienen lugar en Extremadura durante estos años y en las que se mezclan la defensa de ideales políticos con ambiciones personales por parte de todos los contendientes.
El conde de Feria aprovechó la coyuntura para incorporar nuevas poblaciones a sus estados —Torre de Miguel Sexmero, Almendral, Salvaleón—, se enfrentó con los Solís y Alonso de Cárdenas (el futuro maestre de Santiago), se apoderó de Badajoz (1470) que había sido ocupada por Hernán Gómez de Solís, y mantuvo una estrecha alianza con los condes de Plasencia y con Juan Pacheco, vinculados a Enrique IV, de quien recibió continuas mercedes, sin que en ningún momento se atisbe ninguna aproximación al bando de los príncipes Isabel y Fernando.
El segundo período va desde los últimos días de 1474 hasta 1492, y todo él está presidido por el signo de las armas. El segundo conde de Feria, una vez fallecido Enrique IV y tal vez atraído por las gestiones de los Mendoza, se alinea en el bando de los Reyes Católicos y durante la Guerra de Sucesión mantiene su bandera en el reino de Badajoz, contando con la colaboración de dos de sus antiguos enemigos de la etapa anterior, Hernán Gómez de Solís y, sobre todo, Alonso de Cárdenas, que cambiaron de actitud gracias a las gestiones que, en nombre de los Reyes, realizó su fiel servidor Gutierre de Cárdenas. La unión de Figueroa, Solís, Cárdenas y Monroy propició el éxito de la causa isabelina en tierras extremeñas y la importante victoria de Albuera, que marcó el signo de la contienda.
El precio pagado por Gomes Suárez fue enorme: más de 35 millones de maravedís gastados, un elevado número de criados y vasallos muertos, los campos devastados, los ganados robados, las villas saqueadas. Pese a las reiteradas (e incumplidas) promesas de los Reyes de compensar estas pérdidas, la quiebra de la hacienda condal se arrastrará durante años, constituyendo un motivo de preocupación para el conde.
Finalizada la guerra civil y sin tiempo de reponerse, Gomes Suárez y sus tropas fueron requeridos por los Reyes Católicos para participar en la contienda granadina, en la que estuvieron presentes en importantes episodios: socorro de Alhama (1482 y 1483), cercos y conquistas de Coín y Cártama (1484), Setenil, Alora y Ronda (1485), Vélez Málaga y Málaga (1487), Baza (1489) y Granada (1491-1992). En esta ocasión, el coste de la participación en la guerra no gravitó sobre la hacienda condal, pues la Corona pagó el sueldo de las tropas y los reyes concedieron diversas mercedes al conde de Feria y, lo más importante, tras el fallecimiento de su esposa, le concertaron un nuevo matrimonio con una hija del I duque de Alba, María de Toledo, a la que la propia Reina dotó con seis millones de maravedís. Con este matrimonio el conde de Feria enlazaba con una de las familias más ricas y poderosas del reino, al tiempo que le permitirá tener una descendencia legítima, ya que su primera esposa no le había dado hijos.
La tercera etapa comprendería desde la conquista de Granada hasta la muerte del conde, en 1505. Los nuevos escenarios políticos de la Monarquía (Italia, frontera francesa) quedaban muy lejos del condado de Feria y, por otro lado, el interés de los Reyes por controlar las ciudades de realengo mediante el envío de corregidores hizo que la influencia de los Suárez de Figueroa sobre Badajoz disminuyera considerablemente.
Ello explica que se produzca un retraimiento del conde a sus estados, a los que va a prestar una especial atención, y del que excepcionalmente sale en 1498 cuando acompaña a la princesa Isabel desde Badajoz a Toledo para que las Cortes allí reunidas la juraran como heredera, o en 1499 cuando, junto al conde de Cabra, desempeña la Gobernación General de Castilla, con motivo del viaje que los Monarcas realizaron a Andalucía. Precisamente en el transcurso de este último servicio falleció su segunda esposa, dejándole cuatro hijos pequeños.
A estas alturas, el conde era un hombre acabado y amargado. Tenía la impresión de que sus servicios a la Monarquía no habían sido suficientemente recompensados, estaba agobiado por la quiebra de su hacienda, quejoso por la actitud hostil del cabildo y corregidor de Badajoz y preocupado por el futuro de su tardía descendencia y así se lo hacía saber a la reina Isabel en una carta escrita en 1501, y que parece que tuvo algunas consecuencias positivas para sus intereses.
En agosto de 1505 redactó su testamento, falleciendo días después y siendo enterrado en el panteón familiar del monasterio de Santa María del Valle, de Zafra, entre sus dos esposas.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia de la Casa de Lara, Madrid, 1694-1697; L. Suárez Fernández, Nobleza y Monarquía. Puntos de vista sobre la historia política de Castilla en el siglo xv, Valladolid, 1959; L. Suárez Fernández, Los Trastámaras de Castilla y Aragón en el siglo xv, en R. Menéndez Pidal (dir.), Historia de España, vol. XV, Madrid, Espasa Calpe, 1964; A. Figueroa y Melgar, “Los Suárez de Figueroa de Feria y Zafra”, en Revista de Estudios Extremeños (REE) (Badajoz), XLVIII (1974); F. Mazo Romero, El condado de Feria (1394-1505), Badajoz, Institución Cultural Pedro de Valencia, 1980; “La intervención del segundo conde de Feria en la Guerra de Sucesión castellano-portuguesa”, en REE (Badajoz), XXXVII (1981); J. L. del Pino Garcia, Extremadura en las luchas políticas del siglo xv, Badajoz Diputación Provincial, 1991; F. Mazo Romero, “Las relaciones entre el señorío de Feria y el concejo de Badajoz en el siglo xv”, en Apuntes para la historia de la ciudad de Badajoz, II, Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2002.
Fernando Mazo Romero