Villalobos, Pedro. ?, p. m. s. XVI – Valladolid, 1596. General reformador de la congregación cisterciense (Ocist.) de Castilla y visitador de los monasterios de Portugal.
Fray Pedro de Villalobos era pequeño de cuerpo, pero grande en espíritu, virtud y sabiduría. Se ignora su patria de origen y su primera formación. En el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta ingresa, según el padre Cordón, en 1563 o 1564, aunque en la relación de las actas de profesión figura 1560 como fecha de su consagración; hay una contradicción de fechas que resulta imposible resolver. Dada su trayectoria posterior, se debe pensar que debió de nacer hacia los años cuarenta del siglo XVI.
Como todos los monjes hortenses de la época, recibió una sólida formación monástica en el propio monasterio, primero, y luego la eclesiástica en los colegios de la Congregación y en las universidades de Alcalá y Salamanca. En lo que más sobresale fray Pedro es en las tareas de gobierno. En 1584 es elegido abad de Huerta, pero venía de regir la comunidad de Armenteira (Pontevedra); al acabar en Huerta, fue elegido abad de Montederramo (Orense); en esta ocasión se le encargó la recopilación de todos los privilegios de la Orden; esta labor fue de gran ayuda para la ulterior recopilación que realizó otro monje hortense, fray Bernardo Gutiérrez.
En 1590, es elegido definidor general o consejero de la Congregación, y en 1592 es enviado a Portugal como visitador, con poder eclesiástico y real, de todos los monasterios masculinos y femeninos de la Orden de aquel país, coronando su obra con la deseada reforma. Al retornar a la Península es elegido general reformador, desplegando su gran celo en el gobierno de la Congregación. Nada más acabado su generalato, en 1596, fallece en Valladolid, en las casas que allí tenía la Congregación, y es enterrado en el monasterio de Palazuelos, de la misma provincia, sede del general de la Congregación.
Bibl.: C. Henríquez, Fasciculus Sanctorum Ordinis Cisterciensis, Bruxellis, apud J. Pepermanum, 1623, pág. 228; A. Manrique, Cisterciensium seu verius Ecclesiasticorum Annalium a condito Cisterci, vol. IV, Lugduni, sumptibus Lavr. Anisson & Io. Bapt. Devenet, 1659, págs. 655, 660, 661 y 662; L. Esteban, “Los Escritores hortenses”, en Cistercium, 79 (1962), pág. 299; C. Cordón, Obispos, Generales y Abades de Huerta, s. l., s. f. (inéd.) (ms. en Archivo de la Abadía de Santa María de Huerta, fol. 70v.).
Agustín Romero Redondo, OCist.
