Perier y Gallego, Carlos María. Hellín (Albacete), 31.I.1822 – Carrión de los Condes (Palencia), 27.I.1893. Jurista, filósofo, sociólogo, periodista, político, escritor, académico y, en los últimos años de su vida, religioso jesuita (SI).
Terminó el bachillerato con nota máxima en julio de 1837. Hízose bachiller en Filosofía en la Universidad valenciana; después se licenció en Jurisprudencia; mientras, se ganaba la vida como profesor de Matemáticas en el Colegio escolapio (1841-1848).
Simultaneó sus estudios de Derecho con Matemáticas Sublimes, Astronomía, Mineralogía y Zoología (1842-1846) e Historia Universal y de España, Economía Política, Derecho Público y Administrativo, Lenguas Griega, Francesa, Inglesa e Italiana (1846-1853); no cursó signatura sin obtener en ella la más alta calificación. En la Universidad fue catedrático interino de Matemáticas y de Religión y Moral (1847-1848). Ya en 1849, en Valencia, publicó la traducción, con prólogo propio, de Pensamientos de un creyente católico […], del francés Debreyne (trapense y catedrático de Medicina en la Sorbona).
El 19 de noviembre de 1849 empezó a ejercer la abogacía en Hellín, su villa natal, siendo además abogado de Beneficencia de todo el partido judicial. Se trasladó en 1850 a Madrid, ejerciendo también como abogado de pobres en 1851.
Comenzó una carrera funcionarial. Fue oficial de los Gobiernos Civiles de Barcelona y de Guadalajara; secretario de los Gobiernos Civiles de Albacete, de Almería y de Cádiz (1862 y 1863). Por Real Decreto de 13 de mayo de 1875 se le nombró secretario de una Sección de la Comisión de Codificación; destacó allí como gran experto; en las actas de las Secciones de la Comisión, se admira su claridad de lenguaje y rigor jurídico. Tuvo más cargos “no dotados en el presupuesto” (gratuitos); fue vocal de: Comisión de la legislación hipotecaria de Cuba y Puerto Rico (redactó personalmente Ley y Reglamento), Comisiones creadas en 1866 y 1876 para reglamentar la Guardería Rural, Juntas de Reforma penitenciaria, consultiva del Instituto Geográfico, para el remedio de emigraciones, Comisión de Reformas Sociales; en todas estas Juntas redactó Perier informes llenos de pericia jurídica.
Fue nombrado socio de número de la Sociedad de Amigos del País de Valencia (recibió diploma honorífico y luego la medalla de honor) y fue elegido vicepresidente de la Sección de Ciencias Morales y Políticas del Ateneo de Madrid. También fue miembro de tribunales de oposiciones a Cátedras de Psicología, Lógica y Filosofía, así como de Elementos de Economía Política y Estadística.
Por Real Decreto de 24 de abril de 1884 fue nombrado director general de Gracia y Justicia del Ministerio de Ultramar. Desde 1862 había entrado en la política con un acta de diputado en las Cortes, por Hellín (1862-1863), repetida en las legislaturas de 1865-1866, 1876-1877 y 1877-1878. Después, fue senador por Albacete (1879-1880 y 1880-1881). Sus trabajos en las comisiones legisladoras fueron constantes y sus discursos en los plenos alcanzaron muchos aplausos o fueron discutidos con pasión (alguno fue publicado para la posteridad). Defendió la abolición de la esclavitud en Cuba.
Hay otra gran faceta de Perier: su labor periodística.
En ella destaca la fundación y dirección de la revista quincenal La defensa de la Sociedad (1872-1879); contó con el impulso de Juan Bravo Murillo y colaboraron numerosos políticos y pensadores, tales como: Aparisi y Guijarro, Cánovas del Castillo, el cardenal González, el marqués de Molíns, Moret, Moreno Nieto, Pidal, Ríos Rosas. La revista forma un conjunto de catorce volúmenes. Perier redactó ciento cuarenta y cinco artículos; en su “publicación Apéndice”, La Hoja Popular, más divulgativa y literaria, firmó veintiocho artículos (la relación de los ciento setenta y tres artículos, en págs. 315-319 de Necrologías…, 1898).
Extendida su fama de sabio pensador y filósofo polemista, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas lo nombró miembro numerario (26 de octubre de 1880). Pronunció su discurso de ingreso el 13 de noviembre de 1881 y le contestó José Moreno Nieto.
También en la Real Academia Perier trabajó. En abril y en julio de 1887 contestó a los discursos de ingreso de nuevos académicos: Alejandro Pidal y Francisco Silvela.
En la “Necrología” que publicó la Real Academia (1898) constan sus numerosos discursos, informes, dictámenes y traducciones que redactó por encargo.
Sus últimos años fueron inusuales. El 4 de octubre de 1887 informaba, desde Loyola, al presidente de la Real Academia que acababa de ingresar en la Compañía de Jesús. Había enviudado (no tenía hijos) y él, creyente católico, dio ese paso. En Loyola fue un novicio más. Estudió en Oña el curso superior (1888-1889) y en julio de 1890 fue ordenado por el arzobispo de Sevilla Sanz y Forés. Su salud empeoró; se le trasladó al Colegio de Carrión de los Condes, más favorable. Perier falleció allí el 27 de enero de 1893.
Su sillón académico lo ocupó Eduardo Sanz y Escartín, quien en su discurso de ingreso elogió mucho a Perier (Discursos de recepción…, vol. VI, 1891-1894, Madrid, 1898: 583-584).
El historiador de la filosofía española G. Díaz Díaz (1998) lo adscribe al círculo del cardenal C. González, en línea con un catolicismo conservador, no integrista, dentro de la filosofía neotomista, y ensalza su actuación en la Comisión de Reformas Sociales.
Obras de ~: P. J. E. Debreyne, Pensamientos de un creyente católico […] traducción de la Tercera Ed. francesa por D. ~, Valencia, Imprenta de J. Ríus, 1849 [“Prólogo del traductor”, págs. VII-XIV]; Observaciones sobre la guardería rural en España, Madrid, Julián Peña, 1864; La libertad de cultos en España, Madrid, Gabriel Alhambra, 1869; Roma y el catolicismo, Madrid, Gabriel Alhambra, 1871; Discurso en defensa de la unidad católica, pronunciado en el Congreso […] sesión del día 5 de mayo de 1876, Madrid, Imprenta de A. Gómez Fuentenebro, 1876; La bandera del combate, Madrid, Fortanet, 1878; La Ley de Instrucción Pública, discutida en España en 1878 y discursos de D. ~ en el Congreso de los Diputados y documentos […], Madrid, Imprenta de Fortanet, 1878; Discursos ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en la recepción pública de […] D. ~, Madrid, Imprenta y Fundición Manuel Tello, 1881 [otra ed.: La armonía en la civilización es el gran problema que este siglo crítico, gigante en lo material, pero incierto en lo filosófico y flaco en lo moral, lega al siglo siguiente, discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y contestación de D. José Moreno Nieto, en Discursos…, vol. III, Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1884, págs. 93-202 (discurso) y 203-213 (contestación)]; La cuestión de Egipto y del Canal de Suez o cuestión de Oriente: Memoria leida […] por el Excmo. Sr. D. ~, Madrid, Tipografía Gutenberg, 1884; C. Pellion di Persano, conte, Campaña naval de los años 1860 y 1861, diario privado político-militar, traducción castellana por ~, de la cuarta ed. italiana, Madrid, Tipografía de M. Ginés Hernández, 1884; Discursos de recepción del Excmo. Sr. D. Alejandro Pidal y Mon y de contestación del Sr. D. ~, leidos en la junta pública de 3 de Abril de 1888, “Contestación al discurso anterior”, págs. 61-74; Discursos de recepción del Excmo. Sr. D. Francisco Silvela y de contestación del Excmo. Sr. D. ~, “Contestación al discurso anterior”, págs. 127-144; [en Discursos de recepción y de contestación leidos ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas al dar posesión de sus plazas…, 1887-1890, vol. V, Madrid, Imprenta y Est. de los Huérfanos, 1894.
Bibl.: P. E. de Tébar y J. de Olmedo, Las Segundas Córtes de la Restauración: Semblanzas parlamentarias, Madrid, Imprenta de M. G. Hernández, 1880, págs. 322-323; Necrologías de los Señores Académicos de Número fallecidos desde 1.º de Julio de 1885 […], vol. I, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1898, págs. 293-320 [“Necrología del Excmo Sr. D. Carlos María Perier y Gallego, leída ante la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas por el Excmo. Sr. D. Juan de la Concha y Castañeda…, en la sesión de 5 de Diciembre de 1893”]; J. Roa y Erostarbe, Crónica de la Provincia de Albacete, vol. II, Albacete, Imprenta y Encuadernación de la Viuda de J. Collado, 1894, págs. 411-412; M. Ossorio y Bernard, Ensayo de un Catálogo de Periodistas Españoles del siglo XIX, Madrid, Imprenta y Litografía J. Palacios, 1903, pág. 346; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana […], vol. XLIII, Madrid, Espasa Calpe, 1921, págs. 825-826; A. Palau y Dulcet, Manual del Librero Hispanoamericano […], vol. XIII, Barcelona, Librería Palau, 1961, pág. 142, n.os 222.993-222.997; Azorín, Albacete, siempre, Albacete, Tipografía J. Gómez Avendaño, 1970, págs. 27-28 y 49-50 [lo llama “ingenio enciclopédico”]; G. Fraile, Historia de la Filosofía Española, ed. revisada por T. Urdanoz, II: Desde la Ilustración, Madrid, Editorial Católica, 1972 (Biblioteca de Autores Cristianos, n.º 330), pág. 120; F. Fuster Ruiz, Aportación de Albacete a la literatura española, Albacete, Hotel Los Llanos, 1975, págs. 93-97; A. Moreno García, Gente de Hellín, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 1981, págs. 97-99; J. L. Abellán, Historia crítica del pensamiento español, vol. VI, Madrid, Círculo de Lectores, 1993, págs. 267 y 493; G. Díaz Díaz, Hombres y documentos de la Filosofía Española, vol. VI, Madrid, CSIC, Centro de Estudios Históricos, 1998, págs. 430-431.
Fernando Rodríguez de la Torre