Terán y Morales, Francisco. Jerez de la Frontera (Cádiz), 2.III.1862 – Madrid, 28.I.1931. Ingeniero de Caminos y ministro de Abastecimientos.
Desde su ciudad natal, se trasladó a Madrid para preparar su ingreso en la Escuela de Caminos. Durante sus años de estudiante, desarrolló su afición por los dramas románticos y las composiciones en verso.
Llegó a escribir un drama que no traspasó el ámbito de lo privado. Terminó la carrera en 1885, con el número uno de su promoción. Desde ese año hasta 1900, ejerció el cargo de ingeniero subalterno en la provincia de Huelva, donde se casó.
En 1900, el ministro Rafael Gasset impulsó un vasto plan de obras hidráulicas, para lo que empezó por reorganizar las oficinas y servicios, y poner al frente a ingenieros de prestigio. Así, Terán se trasladó a Ciudad Real como jefe de la división de trabajos hidráulicos del Guadiana. Ocupó el cargo cerca de tres años. Durante ese lapso, publicó varios artículos en la Revista de Obras Públicas. Algunos eran de índole puramente técnica, sobre hidrología, y otro de 1902, titulado “Nuevos rumbos”, en el que reflexionaba sobre el papel de la ingeniería civil como inversión en el porvenir de España.
Volvió Terán a la Jefatura de Obras Públicas de Huelva a finales de 1903, como ingeniero subalterno; allí ascendió para continuar como jefe hasta 1908, en que fue trasladado a la 4.ª División de Ferrocarriles.
Sólo estuvo en este cargo un año escaso, pues en 1909 se le nombró jefe de la provincia de Madrid, donde trabajó durante nueve años. En 1918 fue requerido por la compañía de los ferrocarriles de MZA, en la que, a propuesta de Ramón Peironcely, ingresó como ingeniero adjunto a la dirección.
En noviembre de 1919, siendo presidente del Instituto de Ingenieros Civiles, impulsó la organización del I Congreso Nacional de Ingeniería, en el que actuó como presidente. El discurso inaugural, pronunciado en el Teatro Real ante Alfonso XIII, era un programa completo de reconstrucción nacional, y provocó, antes de la clausura del congreso, la presentación a las Cortes de un proyecto de ley por parte de Abilio Calderón, ministro de Fomento, en que se proponían grandes inversiones en obras. El plan no prosperó en el Parlamento; pero, a fines de aquel año, Terán fue nombrado ministro de Abastecimientos.
Extraño en absoluto a la política, en la que nunca había ocupado puesto alguno, desempeñó el cargo con decoro, incluso al sentarse en el banco azul del Congreso.
Reingresó en el servicio de la compañía de MZA, al dejar de ser ministro, a mediados de 1920, y fue nombrado subdirector en 1923, cargo que ocupaba a su fallecimiento. Su principal misión en dicha compañía fue la de auxiliar a la dirección general en el despacho general de asuntos y firma. También fue representante de la compañía en el Congreso Superior de Ferrocarriles, llevó todos los asuntos de carácter social y pertenecía al comité paritario al que su empresa estaba adscrita.
Al surgir la dictadura militar, alcanzaba a Terán la incompatibilidad de estar al servicio de la compañía de ferrocarriles por haber sido ministro; pero, en virtud de las circunstancias de su nombramiento como ministro y de resultas de las gestiones de la Asociación del Cuerpo de Caminos, el Gobierno hubo de dictar una disposición especial que excluía expresamente el caso de Terán.
Obras de ~: “Nuevos rumbos”, en Revista de Obras Públicas (ROP), año L, t. I (1902), págs. 25-27 (en http://ropdigital.ciccp.es/pdf/publico/1902/1902_tomoI_05.pdf ).
Bibl.: Actas del Congreso Nacional de Ingeniería, 1919; V. Machimbarrena, “Francisco Terán y Morales [necrología]”, en ROP, año LXXIX, t. I, n.º 2.567 (1931), págs. 61-63 (en http://ropdigital.ciccp.es/pdf/publico/1931/1931_tomoI_ 2567_01.pdf); F. Sáenz Ridruejo, Los ingenieros de Caminos, Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1993; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998.
Fernando Sáenz Ridruejo