Monroy y Orellana, Hernando. El Bezudo. Señor de Monroy. ?, p. t. s. XV – 1507 o 1508. Noble, señor.
Era hijo del señor de Monroy Rodrigo de Monroy y de Mencía de Orellana y nieto de Fernán Rodríguez de Monroy e Isabel de Almaraz, señores de Monroy, Almaraz, Deleitosa y Belvís de Monroy (Cáceres): “Hernando de Monroy el Bezudo, señor de Monroy, se pareció mucho a su abuelo Hernán Rodríguez de Monroy assí en el valor y fortaleza como en el rostro y facciones, sólo que tenía los labios algo mayores, por donde le llamaron El Bezudo”.
Fueron sonados los enfrentamientos con su primo el señor de Belvís Hernando de Monroy y Sotomayor el Gigante, pues ambos rechazaban la división de los mayorazgos hecha por sus abuelos. El de Belvís, auxiliado por su tío el maestre de Alcántara Gutierre de Sotomayor (1432-1456) y por su hermano el clavero de Alcántara Alonso de Monroy, puso cerco en 1453 al castillo de Monroy, que sólo se rindió tras siete meses de asedio. El Bezudo fue llevado preso a Belalcázar (Córdoba), lugar del maestre, pero Enrique IV ordenó su puesta en libertad; “luego que fue suelto Hernando de Monroy”, cuenta Alonso Maldonado, “todos pensaron que fuera luego a cercar a Monroy y por tanto el de Belvís lo tenía muy bien reparado y con buena gente. El Bezudo juntó su gente y hizo muestra de querer ir a Monroy y después volvió y dio consigo en Belvís una noche de Navidad [la de 1455] y Hernando de Monroy y el clavero estaban oyendo maitines en la iglesia de manera que pudo El Bezudo entrarse en el castillo sin ningún impedimento.
Sabido esto por Hernando de Monroy y el clavero, luego juntaron gente para cercar el castillo de Belvís. Luego que El Bezudo hizo esto, dejando a buen recaudo el castillo, se salió dél porque supo que la gente de guerra que tenía Arias de Ulloa, capitán de Hernando de Monroy [el Gigante] para lo de Monroy, venía y que lo había mandado a llamar para que cercasen a Belvís; y él va a Monroy y da sobre él una noche y saltea los pocos que allí quedaron y antes que amanesciese se hace dueño de la fuerza y así volvió a cobrar a Monroy”.
Algo más de una década después el Bezudo y el clavero apoyaron juntos a Enrique IV contra los príncipes Alfonso e Isabel, cuyos partidarios en tierras de Plasencia eran los hermanos Gutierre de Solís, conde de Coria, y Gómez de Solís, maestre de Alcántara (1457-1472); téngase en cuenta que en estos tiempos el maestre y el clavero de la Orden de Alcántara seguían distintos partidos y luchaban entre sí. Cuando el Bezudo supo que el maestre se dirigía hacia Alcántara, decidió acudir en socorro del clavero que estaba combatiendo aquella plaza “aunque eran mortales enemigos” (Rades y Andrada). La batalla del Cerro de las Vegas junto a Alcántara se dio el 6 de febrero de 1470 y en ella estuvo presente el cronista Alonso Maldonado: “Hernando de Monroy el Bezudo hacía tales cosas que se señalaba bien dónde llegaba que desde que quebró la lanza, con su espada derrocó cuatro jinetes, que la traía tinta de sangre hasta la mano. [...] Viendo [el maestre] estar combatiéndose Hernando de Monroy el Bezudo con Antón Galíndez que era deudo del maestre, vio cómo El Bezudo le dio un muy recio golpe que una manga de malla le cortó y medio brazo de que luego el Antón Galíndez se apartó a un cabo como hombre malherido.
El maestre visto esto arremetió contra Hernando de Monroy y al pasar diole dos golpes de espada sobre las armas. El Bezudo que bien conosció al maestre, arremete a él como un león bravo por matarle pero sus guardadores se le pusieron delante y el caballo del Bezudo, que muchas heridas tenía, como él le pusiese recia fuerza por alcanzar al maestre, cayó muerto en el suelo con él. Mas él se salió dél y se puso en pie y fue luego socorrido por dos caballeros deudos suyos que miraban mucho por él [...] y sus criados le pusieron luego un caballo en que cabalgó. [...] Luego que el clavero hubo desbaratado al maestre se fue a ver a Hernando de Monroy el Bezudo por parescelle haber sido éste causa principal para haberse habido la victoria y también porque le dijeron que estaba herido de dos heridas, la una en el rostro y la otra en una pierna; y como llegase el clavero a él y le diese muchas gracias por lo que había hecho aquel día, él le respondió: ‘señor primo, tan Mahoma como de antes’”.
Fue también célebre su defensa de la fortaleza de Zalamea de la Serena (Badajoz), episodio de las guerras por el maestrazgo de Alcántara en las que el Bezudo apoyó a su primo el clavero (electo el 19 de octubre de 1472) contra Francisco de Solís (sobrino del anterior titular Gómez de Solís, prendió al clavero en 1474 y se hizo elegir maestre): “Hernando de Monroy hizo en este cerco cosas extrañas por las armas porque él y un hijo bastardo suyo que se llamaba Francisco de Monroy que era muy valiente caballero, con treinta de a caballo que tenían y cuarenta peones continuamente estaban peleando de día y de noche y quitaban la vitualla a los del real que les era traída, que en catorce meses que Hernando de Monroy estuvo cercado en Zalamea ninguna vitualla comieron en todo este tiempo si no la quitaban por su lanza a los del real. [...] Cada noche y cada día salía a dar en los del real; más conocido era entre ellos el capacete de Hernando de Monroy que los propios suyos”.
En 1476 peleó en el bando de los Reyes Católicos contra los portugueses y fue uno de los mejores guerreros en la primera toma de Trujillo. Ese mismo año entró en Portugal con su primo Alonso de Monroy el clavero y conquistó la fortaleza de Alegrete (castillo portugués cerca de la raya en el distrito de Portalegre): “Hernando de Monroy, el señor de Monroy, que con otra lanza estaba, no hacía sino derrocar hombres del adarve abajo”.
Estas proezas le valieron el nombramiento de capitán de las Hermandades de Extremadura por los Reyes Católicos.
Sirvió por último en la Guerra de Granada, donde el rey Fernando se preguntaba: “¿Quién ha de ser el moro que con El Bezudo ose pelear?”.
Hernando Monroy y Orellana había casado en primeras nupcias con Mencía González de Carvajal, en quien tuvo a Fabián de Monroy, sucesor en el estado de Monroy. Su segunda mujer fue Inés de Aldana.
El Bezudo testó el 13 de septiembre de 1501 y otorgó un codicilo el 11 de enero de 1507 en que aún reivindicaba sus derechos a Belvís, Almaraz y Deleitosa.
Los problemas entre ambas ramas de la familia se solucionaron por fin en 1508 cuando Francisco de Monroy, nieto de el Gigante y señor de Belvís, llegó a un acuerdo con Francisca de la Peña, viuda ese mismo año del señor de Monroy Fabián de Monroy, hijo de el Bezudo.
Fuentes y bibl.: B. de Salazar, Genealogía de la Casa de Trejo y sus entronques (RAH, colección Pellicer, volumen XVI, folios 1 a 192).
P. J. de Aponte, Lucero de nobleza, c. 1565 (Real Academia de la Historia [RAH], colección Pellicer, vol. XXIX); F. de Rades y Andrada, Crónica de las tres órdenes y caballerías de Santiago, Calatrava y Alcántara en la cual se trata de su origen y sucesos y notables hechos en armas de los maestres y caballeros de ellas y de muchos señores de título y otros nobles que descienden de los maestres y de muchos otros linajes de España, Toledo, Juan de Ayala, 1572; A. Fernández, Historia y anales de la ciudad y obispado de Plasencia, Plasencia, Juan González, 1627, págs. 136-141; M. Muñoz de San Pedro, “Puntualizaciones históricas sobre el linaje de Monroy”, en Revista de estudios extremeños, 21 (1965), págs. 213-239; A. Maldonado, Vida e historia del maestre de Alcántara don Alonso de Monroy, ed. de Leonardo Romero, Tarragona, Ediciones Tarraco, 1978; A. Franco Silva y J. L. del Pino García, “El señorío de Monroy (siglos XIII-XV)”, y E. C. de Santos Canalejo, “Linajes y señoríos en la alta Extremadura: Monroy y Carvajal”, en VV. AA., Actas del Congreso Hernán Cortés y su tiempo, Mérida, Editora Regional de Extremadura, 1987, págs. 153-165 y págs. 183-189, respect.
Nicolás Ávila Seoane